Encuentrame Entre Tiempos

CAPITULO 107

"Traidor"
La pesadilla de Liu Sheng

Mi Zhin sintió su cuerpo despertarse de un largo sueño, algo no estaba bien ¿Porque estaba tan oscuro? ¿Porque no había ni un solo ruido?

Sin pensarlo más, se sintió el cuerpo, y gritó. "Joven Maestro Liu Sheng"

"¿Joven Maestro Liu Sheng en dónde está?"

Mierda, no veo absolutamente nada... Que diablos...

Mi Zhin solo pudo maldecir, cuando de pronto sintió tropezar con algo, perdiendo el equilibrio como un tonto.

-Duele duele...

Tras lamentarse de dolor, giró su vista, solo para encontrar a alguien de espaldas, arrodillado en el sueño, y con un ligero toque de luz que lo acompañaba.

"....."

"¿Joven Maestro?".

Mi Zhin se puso de pie de golpe, era Liu Sheng, pero un Liu Sheng bastante pequeño, un niño pequeño.

Estaba acercándose, cuando pudo escuchar unos lamentos ¡Liu Sheng estaba llorando!

En ese momento, la luz comenzó a aparecer poco a poco en el lugar. Lo notó, este lugar era un armario.

El pequeño estaba oculto en este armario, y fuera, lo escuchaba gritos.

- ¡ERES UNA ZORRA! NO PUEDES HACER NADA BIEN! ¡VEN AQUI...!

Mi Zhin se asustó con el gran golpe, que provino de fuera. Volteó a mirar al pequeño, el cual se abrazaba la cabeza para no escuchar.

"¿Joven Maestro?".

- ¡CALLATE! ¡SI VUELVO A ESCUCHAR QUE TE QUEJAS, TE ROMPERÉ LAS PIERNAS PERRA!

.....

Repentinamente, el ruido cesó. ¿Pisadas, vienen hacía acá?

Mi Zhin no tuvo ni tiempo para moverse, cuando el pequeño Liu Sheng salió de prisa del armario.

Fuera estaba un hombre alto, de gran aura, y rostro poderoso.

Mi Zhin se trago todas sus palabras ¡Ese era Liu Kan! ¡El padre de Liu Sheng! ¡El 4to maestro espada de sol!

¿Cómo? ¿Que está pasando? ¿Que escena es está?

Una mujer estaba inconsciente en el suelo, y Liu Sheng estaba escondido en aquel armario.

Ese era su padre. Sin embargo, el Liu Kan del que todos cuentan historias, ese Liu Kan era un guerrero total, fuerte y hermoso.

¡Este hombre lucía como un loco! Además de gritarle y golpear a una mujer!

....

Liu Sheng se escondió un arbusto seco, cuando pudo ver a aquella mujer que antes había golpeado su padre, caminar cojeando por el lugar.

Mi Zhin tocó el hombro de Liu Sheng pero fue inútil, no podía comunicarse con él.

- ¡SUELTAME! ¡TE DIGO QUE ME SUELTES!.- La mujer gritaba y arañaba a Liu Kan, mientras este trataba de sujetarla.