CAPÍTULO 71

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"Cuando Zhi Ha se enoja"







Al bajar la montaña, Tai Tian dejó el cuerpo de Xiao Meng en el suelo, recargando su cabeza en una roca, ella seguía inconsciente.

Riu Ha observó de cerca, acercándose a su pecho. "¿Estará bien?".

Tai Tian sintió su pulso, y sonrió. - ¡Claro que si! ¿Lo olvidas? Ella ya murió una vez, esto no es nada, además esa serpiente confirmó que solo era efecto del veneno. Ella dormirá un tiempo, después...

Riu Ha mantenía su oído en el pecho de la mujer, mientras escuchaba la explicación de aquel demonio, pero antes de que este lograra terminar, Xiao Meng despertó, golpeando a Riu Ha en la cara.

"..."

Xiao Meng se miró a si misma, y después a los demás. "¿Que pasó?... ¿Riu Ha?...".

Riu Ha se levantó del suelo. "¡Mierda, eso dolió!... ¿Qué sucede contigo?".

Su Yin, y Tai Tian rieron de esta entretenida escena.



Habían pasado varios días, y nada de nada, ninguna pista de que fueran a llegar a su destino, tanto Zhi Ha, como el general Lei, estaban mas que cansados de viajar.

Los dos recostaron sobre unas hiervas, y comenzaron a pensar en otra forma de buscar ese lugar. En ese momento, un ruido bastante fuerte los atrajo en dirección de la gran montaña detrás de ellos.

"¿Una puerta de piedra?".

" Parece que algún en salio de ahí.. Pero no pude reconocerlo bien"

El general Lei, se puso de pie. - Mi señor, la energía de ese lugar, es muy oscura.

"Lo se, lo note de inmediato... Debemos ir...".

Justo en sus manos, el papel entregado por la hada inmortal, se quemó hasta las cenizas.

"....."

"¡Es ese lugar!".

Lei asintió.

Sin mucho esfuerzo, llegaron frente a esa puerta de piedra, que sin dudas lograba camuflarse bastante bien, si ellos no la hubieran visto abrirse, seguramente nunca la hubieran encontrado. Sin embargo, al acercarse mas, una ola de color rojo les dio en el pecho.

- ¡Mi señor, parece una especie de protección!

"¡Rómpela!".

Lei acató la orden, liberando sus dedos hacia el cielo, para después lanzar un destello rojo directo a esa puerta. Sin nada mas de esfuerzo, a puerta se rompió haciéndose pedazos.

Saber que eso, solo era una pequeña demostración del poder del General Lei, sin dudas daba miedo. Ahora imaginen el poder que debe poseer alguien como El Gran fuego Rojo, alguien que piensa que abrir esa puerta era algo aburrido y tan sencillo como matar un mosquito gordo, e incapaz de volar.

Los dos entraron al lugar, solo para encontrarse con un olor horrible, entre humedad, sangre y muerte. Pero eso no era todo, el lugar en si, era igual a una cueva sin luz, sin salida o entrada, como si alguien hubiera perforado esa roca para crear una cueva.

los dos encendieron unas inmensas llamas para iluminar el lugar, disponiéndose a buscar.

En el lugar, aparte del horrible olor, que ni siquiera un demonio es capaz de soportar, solo había piedra arrinconada, algunos libros insignificantes húmedos, y nada mas.

Zhi Ha se sentó en una roca, cuando observó algo extraño, al mirar detenidamente, se podían ver 5 piedras con una marca sobre ellas, incluyendo en la que estaba sentado. Rápidamente se puso de pie, y llamó a Lei.

Encuentrame Entre TiemposWo Geschichten leben. Entdecke jetzt