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Maratón 3/?

Tal como dijo Jimin, antes del anochecer, llegaron al reino Occidente; sin embargo, algo parece que ha pasado debido a que cuando llegaron a la parte inicial de los territorios del reino Occidente, no encontraron a los guardias quienes tienen la obligación de estar cuidando por si unos bandidos u intrusos ingresan; es más, mientras iban entrando más, no se encontraron con algún ciudadano u campesino. Todo ello le parece extraño a SeokJin, muy extraño, y comienza a tener un mal presentimiento.

—No, no, no.

Dice espantado cuando se topa con la primera casa destruida, luego con la segunda, tercera y así sucesivamente hasta que corre encontrándose con puros escombros.

— ¡SeokJin! ¡Espera!

Le grita Hoseok corriendo tras él y se detiene cuando el humano se ha puesto de rodillas debido a que se encuentra en shock al descubrir que el reino Occidente ha sido destruido. Las casas, calles, colegios, hospitales; todo está en escombros.

— ¿Qué sucedió aquí? — Pregunta NamJoon frunciendo el ceño desconcertado, es decir, ¿qué pudo atacar al reino Occidente para dejarlo de esa forma? ¿Qué tiene tanto poder? ¿O quién?

—Hay que... —la voz de SeokJin suena perdida—, hay que buscar sobrevivientes —se pone de pie, aún si sus piernas continúan temblando— ¡Por favor, ayúdenme a encontrar sobrevivientes!

Ruega sin esperar respuesta y empieza a querer mover los escombros, sin embargo, el sentimiento de culpa comienza a instalarse en su ser; pues él debió evitar este tipo de desgracia, él debió encontrar al espíritu de tierra, él debió encontrar a los seis espíritus, él debió proteger a su pueblo.

—SeokJin, cálmate —le dice Hoseok sosteniéndolo de los hombros al verlo muy afectado—. Debes calmarte primero, de lo contrario no podremos ayudar a nadie y mucho menos saber qué sucedió.

Asiente con lágrimas retenidas y respira con profundidad recordando que tiene que mantener la calma tal como dice Hoseok.

—Esto es extraño —menciona NamJoon al encontrar un grieta y luego otras más—. Tal parece que hubo un terremoto aquí, pero es imposible.

Jimin y Hoseok lo entienden debido a que solo el espíritu de tierra puede ocasionar los temblores o terremotos.

—Pero, un terremoto no puede ocasionar todo esto —dice el humano confundido—. Un terremoto no destruye un reino entero.

—Pero, un maremoto sí —responde Jimin sin darse cuenta y niega dado que no puede ser posible, pues para que se cree una maremoto tendría que combinar sus poderes con NamJoon—. Esto no tiene sentido, además, ¿dónde están los heridos?

— ¿A qué te refieres, Jimin?

—Bueno. Si este reino fue atacado, entonces debe haber heridos o cadáveres tirados; pero no hay nada —le responde a Hoseok en tono obvio—. Es como si los ciudadanos hubiesen desaparecido por completo.

SeokJin se asombra dado que no se había percatado de ello y vuelve a sentirse culpable. Él malditamente debe encontrar al espíritu de tierra para que lo lleve con los demás espíritus y poder converserlos para ir al reino Neos, y unan sus poderes junto con los de su hermano menor.

— ¿Qué podemos hacer, entonces, ciudadano SeokJin del reino Neos?

—Pueden decirme —responde automáticamente y las tres criaturas lo miran confundidos—. Ustedes son criaturas mágicas, estoy seguro que pueden decirme dónde está.

— ¿Dónde está? ¿Quién o qué? — Le pide Hoseok que especifiqué.

—El espíritu de tierra —Jimin suelta un suspiro de derrota—. Dónde está el espíritu de tierra. Necesito encontrarlo porque él me puede ayudar a encontrar a los otros cinco espíritus —suena angustiado—. Necesito encontrar a los seis espíritus de la naturaleza. Solo ellos pueden salvarnos. Ellos pueden unir sus poderes con los poderes de protección y salvar a los reinos de esta catástrofe —explica con súplica—. Por favor, necesito que me digan dónde encontrarlo. Por favor.