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Jimin rueda los ojos sin poder creer lo sencillo que es impresionar al problemático humano, quien aplaude fascinado luego de que el Espíritu de Fuego realizó algunas acrobacias con su poder para prender la fogata.

Ante la llegada de la noche, decidieron buscar un lugar apropiado para descansar y recuperar energía por completo. Mañana subirán de largo hasta la cima de la montaña para llegar a la Piedra del Universo.

— ¿Y solo debo usar la espada ancestral?

—Así es, Príncipe de Neos. Cuando tenga la piedra del universo la rompe con la espada ancestral y obtendrá el medallón cósmico —explica con tranquilidad para que comprenda.

—Oh, suena sencillo.

—Lo es —le garantiza JungKook acostándose sobre su regazo y pidiendo mimos, más de uno de sus hermanos lo miran con celos—. No te preocupes, estaremos contigo.

—Gracias. Gracias por ayudarme a salvar a mis reinos —acaricia los cabellos del espíritu más joven—. Y no crean que me he olvidado. Contaré su historia para que no sigan ocultos.

—Lo agradecemos, flamita —los demás asienten con la cabeza, también están de acuerdo—. Ahora, será mejor ir a dormir. Mañana nos espera un largo recorrido.

—Claro. Iré al baño —menciona poniéndose de pie y duda en preguntar, aún así lo hace— ¿Me acompañas, Hoseok? No quisiera encontrarme con un espectro.

—Por supuesto.

Acepta con una sonrisa porque fue tomado en cuenta para acompañarlo y le saca la lengua a sus hermanos cuando estos lo miran mal; en especial los menores.

—Eh, SeokJin. Creo que nos estamos alejando —dice al darse cuenta de la distancia entre la fogata y dónde están.

—Sí, es necesario.

— ¿Necesario?

—Uh, yo…, no te llamé para que me acompañes —confiesa deteniéndose al considerar que la distancia es prudente—. Necesito preguntarte algo.

—Oh, claro —ahora, entiende. Quería que estén alejados para que nadie los escuche—. Espero poder ayudar, ¿de qué se trata?

—Uh…, verás…, tú me explicaste que la oscuridad tienta a los humanos y la mayoría de veces se apoderan de ellos.

—Sí. Es correcto —responde y se preocupa porque puede notar lo nervioso que se ha puesto el bonito humano.

—Y, ¿solo aplica en humanos? Quiero decir, ¿ustedes pueden ser tentados por la oscuridad?

Hoseok inclina la cabeza confundido porque no esperaba aquella inusual pregunta y, levemente, frunce el ceño recordando lo qué sabe del tema; o lo que ha aprendido.

—En teoría no sería posible porque fuimos creados para contrastar la oscuridad.

— ¿En especial tú? Como eres el Espíritu de Luz.

—Oh, en realidad. Mi creación se basa en ser la luz del día, no la luz de la oscuridad —aclara cruzando los brazos, yendo más allá de sus recuerdos—. Solo que los humanos fueron diciendo que soy el Espíritu de Luz y se quedó así, pero sería más que nada el Espíritu de Día —dice pensándolo ahora, aún así regresa al tema central—. En fin, creo que no sería posible que algunos de nosotros sea tentado porque nunca ha pasado, pero no lo descarto.

— ¿No lo descartas? ¿Y eso por qué? — Cuestiona con curiosidad.

—Bueno, aunque seamos entes de elementos más que nada. Hemos aprendido y adoptado pensamientos, sentimientos y demás de los humanos.

—Comprendo —lo hace—. Así que, la oscuridad puede aprovecharse de eso.

—Exacto. Pero, como te digo, sería muy extraño ¿Por qué? ¿Sucedió algo?

SeokJin duda mucho en contarle lo qué sucedió con el Espíritu de Hielo en la cabaña abandonada. Si omitió tal acto cuando todos los espíritus estaban reunidos fue porque no quería meter en problemas a TaeHyung, sin embargo, no quita el hecho que se quedó preocupado.

—N-No…, bueno, sí —termina aceptando porque se prometió no volver a ocultar nada.

—SeokJin. Bonito —lo toma de las manos al notar un poco de miedo en sus ojitos marrones—. Sabes que puedes decirme lo qué sea. Estoy para ti, ¿de acuerdo?

—Lo sé —suelta un suspiro porque es cierto. El Espíritu de Luz siempre ha estado apoyándolo.

Así que, empieza a contarle sobre el ataque de TaeHyung en la cabaña abandonada. Le cuenta que sus ojos grises se tornaron de un color intenso y tuvo que usar la Espada Ancestral para defenderse, y traerlo de vuelta también.

Mientras le cuenta, la sonrisa de Hoseok va desapareciendo y su expresión se torna seria porque se siente mal de que el bonito humano haya confiado para contarle algo importante; contrario de sus hermanos y él.