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El Espíritu de Hielo observa con fastidio cómo el Príncipe Kim está caminando, mientras observa todo a su alrededor con fascinación. Aquello puede comprobarlo porque sus ojitos marrones continúan brillando de una forma que le hace saber está disfrutando mucho de su ruta hacia la Piedra del Universo en donde se encuentra el Medallón Cósmicos.

Lo peor es que dicha fascinación tiene encantado a su hermano de piel morena. Como el humano de delgada cintura ha demostrado amor y compasión con las pocas criaturas mágicas que se han topado hasta el momento, no es sorpresa que NamJoon esté maravillado lo cual le causa fastidio porque es molesto ver su cara de tonto enamorado.

Es más, es mucho más molesto observar cómo sus hermanos, Hoseok y Jimin, están celosos; y por supuesto, JungKook y YoonGi están disfrutando de ver a ese par tratando de disimular.

Así que, prácticamente, la está pasando fatal notando cómo sus cinco hermanos están bajo la influencia del hechizo por parte del Príncipe Kim.

—No podrá conmigo —murmura a sí mismo renegando.

—Te encanta el lugar, ¿verdad, flamita?

— ¡Es maravilloso! — Exclama mirando los árboles—. Es una pena deba permanecer oculto.

—Sí, bueno, recuerda que creemos este lugar para proteger todo ser mágico.

—Lo sé —le responde a JungKook con una mueca—. Solo lo decía porque sería maravilloso que otras personas pudieran ver lo bello que es la magia. Más los niños y jóvenes, estarían encantados como yo.

—No dudamos de ello. Pero, despertaría la ambición de los adultos y viejos por volver a cazar.

—Es cierto —concuerda con el Espíritu de Luz—. Es una pena que los humanos también seamos así.

—Aún así, es gratificante saber que hay humanos nobles como usted, Príncipe de Neos. Que ama a todos por igual.

TaeHyung rueda los ojos por todo el ambiente y continúa caminando hasta que siente una presencia siguiéndolos. Se detiene para mirar a su alrededor y sus ojos se clavan en un arbusto.

—Hay algo ahí —les informa a sus hermanos quienes ya están haciendo un círculo alrededor del humano.

El arbusto empieza a moverse de forma violenta y en un parpadear un zorro blanco de siete colas salta. SeokJin chilla por lo bonito que es y se acerca para intentar acariciarlo.

—Vaya, Tae. Si que sabes diferenciar el peligro de lo lindo —se burla del Espíritu de Aire riendo.

—Cállate —dice con vergüenza y cruza sus brazos—. Al menos estoy atento. No como ustedes que parecen pavo reales alrededor del Príncipe Kim. Intentando impresionarlo y todo.

— ¿Eso hacemos? — Cuestiona YoonGi con ironía y ríe también.

—Puede impresionar también tú —comenta JungKook alzando los hombros—. No es nuestro problema seas tan tímido peor que Jimin.

— ¡A mí no me metas!

—No quiero impresionarlo ni nada porque no me gusta. Ni siquiera confío en él.

Hoseok entrecierra los ojos y lo mira; señal de que no le cree nada.

Mientras los cuatro hermanos molestan a TaeHyung, el peli Rosa y el Espíritu de la Tierra están con el zorro blanco de siete colas.

—Se les llama kitsune. Son conocidos por ser los protectores de los bosques y aldeas. También, traen fortuna, suerte y riqueza —instruye con una sonrisa porque es genial compartir el amor por la naturaleza con alguien más—. No suelen aparecer. Debes ser de su agrado, Príncipe de Neos.

— ¿De verdad? Wow, muchas gracias —le dice al kitsune blanco—. Ah, es tan lindo. Quisiera llevarlo conmigo.

—Parece que es una cría —comenta al ver mejor su tamaño— ¿Se habrá separado de su manada?

— ¿Puedes ponerte en contacto o algo así?

—Podría intentarlo, pero…

Sus palabras quedan a la mitad debido a que el kitsune blanco gruñe mirando hacia una dirección. Su pelaje se esponja y salta de los brazos de SeokJin para correr quién sabe a dónde.

— ¿Qué…

— ¡SeokJin! — Grita JungKook al ver cómo algo negro se lanza sobre el nombrado quien pudo reaccionar a tiempo y lo atacó con la Espada Ancestral.

— ¿Un espectro de la oscuridad? Eso es imposible.

—Debieron ingresar cuando abrimos la barrera —le dice su suposición Hoseok a su hermano de cabellos Azul Oscuro.

—No. No pueden haber espectros aquí —señala el Espíritu de la Tierra totalmente afligido—. Ellos necesitan energía para permanecer en este lugar y la única forma es alimentándose de las criaturas mágicas.

Al escuchar aquello, el corazón del Segundo Príncipe de Neos se llena de preocupación, así que, busca una solución. Vagamente, recuerda algo y propone lo siguiente:

— ¿Por qué no nos teletransportamos hacia la cima de la montaña? Creo que TaeHyung tenía un poder así.

—No es tan sencillo, Jin.

—Para llegar hasta la cima necesito una gran cantidad de nieve para nutrirme de ella, príncipe Kim. Nieve que, como ves, no hay aquí en la isla.

—Pero, con agua y nubes, y…

—No somos experimentos. Tsk.

—Lo que Jimin quiere decir, flamita. Es que al no tener nuestros poderes de protección, los poderes que tenemos ahora son de alguna forma limitados. No están completos.

—Por eso, no podemos abusar de ellos —añade Hoseok—. Más estando tan lejos de nuestros territorios.

—Entiendo. Lo siento. No lo sabía —dice porque no quiere que haya un mal entendido—. Entonces, ¿qué podemos hacer? No quiero que los espectros le hagan daño a las criaturas mágicas.

—Podríamos ir por ellos. Eliminarlos —propone JungKook.

—No. Sería ir directamente hacia dónde quieren. Por algo, solo atacó uno —da su análisis el Espíritu de Fuego—. Lo mejor será llegar a la cima. Mientras más rápido lleguemos, más rápido podemos irnos.

A todos les parece la idea más sensata, por lo que continúan con su camino. Esta vez, sumergidos en un silencio, ya que están atentos ante cualquier ataque.