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Los ojitos marrones de SeokJin lo miran curiosos cuando sostiene sus manos con las suyas con suavidad y hace que ambos queden frente a frente. Se toma unos segundos para aclarar tanto sus ideas como sus sentimientos, y acaricia con cariño los nudillos del bonito humano, quien le sonríe con inocencia. Esto solo aumenta sus ganas de pedirle este favor:

—SeokJin…, sé que yo no soy nadie para pedirte esto a continuación…, prácticamente, soy un desconocido, apenas nos estamos conociendo, pero…

Baja su mirada al sentirse demasiado nervioso. Es la primera vez que experimenta aquel sentimiento; así como, el burbujeo en su estómago.

—Pero, te he llegado a admirar mucho.

— ¿Admirar? ¿A mí?

El tono, que acaba de usar, refleja que no cree lo que le acaba de decir. Aquello, solo entristecen al Espíritu de Luz porque ese tono evidencia el dolor y sufrimiento que alguien como SeokJin ha tenido que pasar. Por lo que, sostiene con firmeza las manos del bonito humano y continúa:

—Sí, SeokJin. Te admiro —los ojitos se llenan de lágrimas—. Te admiro porque, a pesar de todo el daño emocional que has recibido durante estos largos años, tú no…, tú no te has dado por vencido.

—Hobi… —solloza conmovido porque nadie le ha dicho tan hermosas como sinceras palabras.

—Sigues teniendo esa inocencia y pureza en tu corazón. Guardas la esperanza de un mejor mañana… —levanta su mirada para sonreírle con su radiante sonrisa—, Sigues luchando, SeokJin.

El bonito humano solloza por segunda vez y sus manos comienzan a temblar porque está por llorar.

—Por eso…, te pido, SeokJin, por favor…, no vuelvas a ser consumido por la oscuridad.

El Espíritu de Luz hace una pequeña pausa y acerca el cuerpo del bonito humano hacia su pecho para dirigir su mano derecha hacia una de las mejillas.

—Sé que este mundo, tus reinos y tus súbditos no merecen tu esperanza, pero…, no quiero que caigas en la oscuridad —acaricia la mejilla derecha con sus dedos—, no quiero tener que destruirte y perderte…, no lo soportaría, SeokJin.

El príncipe de Neos parpadea, sorprendido, por aquella confesión, y sus mejillas se tiñen de carmín.

—Por favor, no importa lo que la oscuridad te diga para tentarte, recuerda que eres especial —su tono es de súplica—. Eres especial para mis hermanos y para mí.

— ¿Aunque, sea descendiente del clan Kim? — Cuestiona en un susurro temeroso.

—Aunque, seas descendiente del clan Kim —le afirma envolviendo la cintura del bonito humano con su mano izquierda y continúa acariciando su mejilla derecha.

SeokJin sonríe al sentirse feliz, al sentirse querido como amado y suelta un par de lágrimas porque no recuerda cuándo fue la última vez que su corazón se sintió tan cálido.

—Lo prometo. Haré mi mayor esfuerzo para no ser consumido por la oscuridad —esas palabras llenan de una gran tranquilidad al Espíritu de Luz—. Solo les pido a tus hermanos y a ti que…, que no me dejen, que no me hagan daño, que confíen en mí… por favor…, no soportaría tener otra decepción.

Hoseok junta las dos frentes y en un murmullo le promete que no volverá a decepcionarse de la confianza y del amor.

—Te quiero, Hobi.

Esas palabras hacen que el Espíritu de Luz brille, literal. Hay una capa de color amarillo alrededor de él.

—A pesar de conocernos poco tiempo, he llegado a querer a tus hermanos, a los cinco, y a ti… —confiesa y su sonrojo ha aumentado—. Gracias por acompañarme en esta nueva búsqueda.