Aquel en el que Supercorp está en cuarentena

Capítulo 61

Lena no estaba del todo segura de cómo terminó agachada detrás de un panel de metal con una pistola en la mano y la hermana de su novia gritándole órdenes a las 10 de la mañana de un viernes, pero lo estaba y, por alguna razón, parecía algo normal. .

Para Kara, los detalles eran un poco confusos, pero no se sorprendió. Una mañana con Kate Kane, Sara Lance y su hermana que no terminara en una guerra total sería más sorprendente. Eso era algo que debía discutirse más adelante (¿es posible que las mujeres tengan una cantidad poco saludable de testosterona?), Pero no le sorprendió estar involucrada en una de las peleas más intensas que recuerde.

Alex estaba enojado. Tenía dignidad que reclamar. Esta pelea no se trataba solo de vidas, se trataba de su orgullo. Olvídese de salvar el mundo, tenía una reputación que mantener y había hecho otra apuesta con Maggie y realmente no quería comer helado vegano. Ella creía que el disgusto por el helado vegano justificaba perfectamente las cuatro pistolas, treinta cuchillos y cinco granadas que tenía en su persona, era una batalla después de todo.

Ava tuvo que admitir que era terapéutico. Disparar a una persona tras otra fue divertido, a su manera. Probablemente era lo que más necesitaba después de lidiar con las cantidades poco saludables de egos alfa en el jinete de olas. Charlie y Astra, John y Zari, Mick y todos, fue mucho que procesar. Muchos gritos. Y luego estaba Gary. Solo Gary. Entonces disparar a la gente. Necesitaba dispararle a la gente.

Sara. Sara estaba lista. Esto no era un juego, era una guerra y ella estaba jugando para ganar. Siempre ganaba, aunque con consecuencias algo desastrosas para el destino de la humanidad, pero siempre ganaba y no iba a empezar a perder ahora. Pero odiaba las armas.

Kate había estado esperando esto y fue divertido, tenía que admitirlo, pero la batalla fue fácil y los oponentes débiles, pero fue solo el número. De un disparo y muerto, así debería ser.

Maggie. Maggie era la que más sabía. Ella lideraba esta carga.

Y Nia. Nia había hecho las maletas para la inauguración de un club.

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Todo comenzó cuando Kara y Lena se conocieron de verdad y luego fueron las típicas lesbianas y se negaron a tener citas durante años, negando el hecho de que se sienten atraídas entre sí en un esfuerzo por salvar la amistad que no ha sido una amistad desde que comenzó. . Pero todo realmente comenzó a juntarse cuando apareció el pequeño problema de unas pocas tierras infinitas que perecían en la nada, pero fue bueno porque Kate y Sara pasaron tres meses con su cuñada pansexual inútil (próxima a ser) y tenían se dio cuenta de lo que todos los demás sabían. Kara y Lena están loca y locamente enamoradas. Los hizo parte del plan. No era un plan, más una idea, una construcción, un objetivo común, pero tenían una apuesta. El ganador elige. ¿Quién ganaría el marco de tiempo?

Durante los cuatro años, Kara y Lena se conocían y la apuesta tuvo que reiniciarse muchas veces. Muchos. Muchos. Muchas veces. No sucedió en 2016 y luego no en 2017 o en 2018 y estaban listos. Muy listo para rendirse en 2020, pero luego Kate y Sara se unieron al cargo. Fue un momento decisivo en la apuesta y la campaña.

Habían sido cuatro años en la fabricación y todo comenzó a encajar. Kara prendió fuego a su apartamento. Lena le pidió que se mudara y el mundo entró en una pandemia global que los obligó a pasar cada segundo juntos. Fue perfecto. Era hora de que Maggie pusiera su plan en acción (el plan no tenía título porque según Alex MKLF (hacer que Kara y Lena follen) no era un título apropiado y tampoco lo era MAGA (hacer que Estados Unidos volviera a ser gay) así que el plan sí. no tiene un título).

El único problema era que ella quería elegir y estaba peligrosamente cerca de estar fuera de su período ganador y deslizarse en el de Kate, por lo que tuvo que formar una alianza. Se aliaron y seleccionaron lo que elegirían. Las reglas de la apuesta estipulaban que el ganador podía elegir cinco cosas que les gustaría hacer con el grupo o que les gustaría que el grupo hiciera por ellos y luego, cuando quisieran, en cualquier momento y en cualquier lugar, llamarían a una de las cosas y el grupo estaría obligado a cumplir sin protestar. Fue el poder supremo.