EXTRA 2: "COMPLETADO"

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Los meses pasaron, así también lo años...

El corazón de Midoriya, a pesar de estar quebrado había logrado resistir hasta ahora. Sus hijos habían logrado que cada pedazo volviera a juntarse con otro de forma lenta, pero precisa. Hasta que su corazón, aquel que sentía vacío ahora tenía algo de paz. Logrando que sus pensamientos negativos fueran cada vez menos.

Para su desgracia había uno que nunca se iba de su mente, ni siquiera cuando dormía.

"Quería ver a Katsuki"

Lo anhelaba tanto.

Tanto era su deseo que había comenzado a tener alucinaciones. Solía ver a Bakugou entre sus sueños gritándole improperios y al despertar su mente le jugaba una mala pasada, haciéndole creer que estaba acurrucado en la cama junto a él. Observándole con una ceja arqueada y preguntando... ¿Estas bien?

En ese momento lo único que podía hacer era mantener silencio. Dejando sus lágrimas caer hasta que la vista borrosa se llevara aquella silueta amada.

Estos años se había dedicado a criar a sus hijos llevando un reino pacífico entre sus manos. Les enseño a caminar, hablar, comer, escribir...No podía evitar sentir orgulloso por este logro paternal, pero cada vez que completaba uno de estos nuevos objetivos, la depresión lo abrumaba y le recordaba el hecho de que Katsuki, nunca disfrutaría de estos momentos.

Era aún más doloroso ver como sus hijos se parecían tanto a su Omega. Era un sentimiento agridulce, del cual deseaba no volver a sentir.

—Papá... ¿Dónde está mamá? Digo... ¿Papi?—preguntó Suki, quien era su hija mujer.

—El...Esta en el cielo, creo...—Izuku, sonrió. Recordó el rostro endemoniado del Omega cuando se enojaba, ¿Cómo podría estar seguro si estaba en el cielo?

La pequeña lo observo curioso, pero luego de unos segundos se contagió de la sonrisa de su padre y le dio un gran abrazo. Juntos miraban a través de la ventana el cielo estrellado, algo que solían hacer todos los días, imaginando que sucedería si su madre/Esposo volvería.

Midoriya, se percató que esta pregunta era echa muy frecuentemente a pesar de siempre darles una respuesta. Estaba preocupado del hecho de que sus hijos no entendieran realmente en donde estaba su mama.

"Aún son muy pequeños" pensó.

— ¿Papá? ¿Qué hacen?—hablo una voz a sus espaldas.

—Buscando a mamá entre las estrellas...—respondió Suki.

— ¿Dónde estabas Katt?—Midoriya, tomo a su hijo para ponerlo junto a su hermana. Ambos permanecían sentados sobre sus muslos.

—Estaba en el cuarto de mamá. —Hablo.

Izuku, no pudo evitar hacer una mueca de incomodidad. Su hijo varón era muy directo para decir las cosas, al igual que Katsuki, pero era por esa misma razón que se ponía nervioso cuando no sabía cómo responder ante las acciones de su hijo. Era muy persistente en conocer o contemplar todo aquello que el mismo había dicho que su madre había tocado o tenido conexión con él.

Incluso el cabello del muchacho era igual al de Bakugou, con la ligera diferencia que su cabello en vez de estar bien puntiagudo hacia arriba, este estaba hacia los lados en una dirección más baja.

*********




Sus hijos habían cumplido quince años de edad.

Todos celebraban el cumpleaños entre risas y grata comida. A lo lejos se podía ver como los mellizos compartían con emoción con los hijos de Kirishima y los príncipes Todoroki.

Iida, a pesar de ser el cónyuge legal de Shoto Todoroki, el Rey del reino Todoroki y también el padre de sus hijos, aun así no había logrado casarse con este. ¿Por qué? El anterior Rey había dejado una ley explícita de que su heredero mantuviera el apellido legítimo del reino. Por estas razones y al ser Shoto un Omega, no pudo contraer matrimonio, ya que su apellido seria cambiado.

Aun así no eran infelices y parecían no necesitar de una boda para sentirse como esposos.

Midoriya, recordó que algo parecido le había pasado con Bakugou, pero este al no ser el "Rey" podía mantener su apellido legítimo si es que así lo deseaba. Algo que naturalmente era bastante obvio que aceptaría.

— ¿Sucede algo?—Toshinori, su padre, apareció a su lado.

—Solo pensaba...—Midoriya, noto como uno de los hijos de su padre y su pareja Beta, le miraba curioso.

Este chico parecía ser un poco más tímido de lo normal. Le recordó unos segundos a el de joven. Con un gesto de mano y una mirada seria, logro atraer a Katt a su lado. Le indico con una pequeña mirada que sociabilizara con el muchacho.

Ambos adultos contemplaron como Katt se llevaba de la mano al más joven y este temblaba por completo.

—Entonces... ¿En que estabas pensando?—Insistió Toshinori.

—En que pronto estaré con él. —

Fue ese mismo día en que Midoriya, con la luz de la luna bañándole el rostro camino hasta la tumba de su ser amado.

Al llegar volvió a repetir la promesa que le había hecho la primera y última vez que había estado en aquel lugar. Incluso se notaban las flores secas que había dejado...aunque ciertamente también podían ser las flores que sus hijos venían a dejar de vez en cuando. No estaba seguro, pero ante sus ojos y la vista que el lugar le brindaba, parecía que todo estaba tal y como cuando se había despedido.

Entre sus manos se podía ver un ligero brillo de un objeto.

Era una daga.

Lo último que Midoriya aprecio ante sus ojos era el rostro de Katsuki frente a él, sonriéndole ligeramente a la vez que sus manos acariciaban sus mejillas. Así como el viento acariciando sus cabellos.

Fue entonces que se suicidó, dejando que su sangre recorriera la tumba del Omega, hasta caer por la tierra y así llegar hasta su cuerpo.



Con aquello, la promesa de verse en una nueva vida estaba completada.

Esclavitud. (DekuKatsu)Where stories live. Discover now