Molestias-69

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Todos se encontraban ya reunidos en el gran salón.

El Rey estaba sentado en su trono, miraba de manera paciente a cada uno de los rostros que estaban allí. Su cabello verdoso se movía ligeramente por el aire que entraba por la ventana, a su lado estaba parado Bakugou, quien se había bañado y cambiado la ropa.

Nuevamente estaba a la vista de todos con su capa roja y su pecho al descubierto, incluso llevaba sus aretes rojos puestos.

Desde esa distancia casi nadie notaba su abultado estómago, por lo que estaba tranquilo.


-Bueno, ya que todos están aquí puedo comenzar a explicar ciertos cambios que habrán desde ahora.-Midoriya se levantó de su asiento, para comenzar a caminar de un lado a otro, por un momento dirigió su mirada al Omega y se quedó embobado.

Su olor estaba demasiado fuerte.


-Eh, en primer lugar es que contraeré matrimonio.-Todos miraron sorprendidos a su majestad, los mormullos rápidamente comenzaron a llenar el salón y mucho pensamientos de desacuerdo invadían los oídos de Bakugou, quien ya sentía un tic en el ojo.-Con Bakugou Katsuki, Mi Omega y futuro "Padre" de mi sucesor.-


"¿EL? Ya sabía yo que tenía engatusado al Rey."

"Solo busca el dinero"

"Podrá ser muy fuerte, pero sigue siendo una puta."

"Me da igual..."

"Un Rey como ese tiene que tener un Omega como ese."

"Son tal para cual"

"Un matrimonio de violentos jajá"



Los pensamientos eran diversos, pero nadie parecía entender que allí no se les estaba preguntado su opinión, sino que tan solo era un aviso.

Bakugou se acercó lentamente para tomar la mano de Deku, quien al verle decidió contar hasta diez y no hacer nada inapropiado. Era algo que se veía venir desde que el Omega había llegado allí y lo peor es que no solo tenían que soportar a los habitantes del reino, sino también aun les quedaba por informar a los de la realeza y a los pueblos cercanos, para que el Omega pudiera salir a la calle sin que nadie le tocara ni un mechón de cabello.

Shindo cruzo miradas con Katsuki, pero este solo le siguió ignorando.

El pelinegro no se esperaba algo como esto, sabía perfectamente que no tenía oportunidad con el muchacho, pero tampoco pensaba que su relación llegaría tan lejos.


-¡Silencio!-Su mirada penetrante logro callar todas las bocas copuchentas. Izuku sin aviso expandió su aroma espeso para controlar más fácil el ambiente, dejando a muchos Omegas embobados, pero fueron igualmente intimidados por Bakugou al notar sus miradas descaradas.

Lamentablemente después de todo el caos habían llegados nuevos Omegas al reino, los cuales por su puesto no conocía mucho y ellos tampoco a él.

Tendría que volver a demostrar su rango en ese sitio.

El pecoso iba a volver a hablar, pero Katsuki se le adelanto.


-A ver malditos ineptos... ¿Cómo van a tener tan pocas neuronas para entender esto? Nos casaremos y yo seré el segundo al mando y ya. Eso es todo.-Hablo de manera potente, su voz hizo eco en el salón, nadie volvió a decir nada, tampoco a hacer algún gesto. Los Omegas le admiraron y los Alfas solo desistieron de la idea de decir algo más, después de todo ellos ya lo conocían y demostró su gran valor en la guerra. Aunque las bromas no faltarían...-Reitero que nadie está pidiendo su opinión. ¡AHORA LARGO!-


-K-Kacchan...Deberías calmarte ¿Si?-Midoriya se empezó a sentir incomodo desde el momento en que el rubio había tomado la palabra y su forma de decir las cosas era aún peor que la suya, por lo que verlo comenzar a entrar en su pequeño problema de ira le ponía nervioso. Nunca se sabía que esperar del Omega.

Además, su olor le estaba haciendo cosquilleos en la nariz...

Pero esa sensación se desvaneció tan pronto como llego.

Shindo apareció por detrás de Bakugou tomándole del brazo.


-Toma un poco de agua, recuerda que no te puedes alterar tanto...por él bebé...-El pelinegro le paso el vaso de manera tranquila y el otro lo recibió con tanta confianza que no se fijó en que sus dedos se tocaron. Shindo no pudo evitar sentir sus dedos temblar y un ligero calor en sus mejillas.

-Gracias. No eres tan inservible después de todo...-Bakugou llevo su vista hacia la puerta viendo como las últimas personas se retiraban sin prestarle atención, más en una esquina se encontraban hablando Lida, Todoroki, Kaminari y Kirishima. ¿Qué hacían?

El Rey sentía como si sus celos estuvieran estancados en su garganta ante todo lo que vio y en sus más oscuros deseos mataba a Shindo mientras le veía marcharse con el vaso vacío.


-Mi Rey... ¿Me daría el honor de hacer la decoración de su boda?-Midoriya se giró con su rostro de molestia, que como siempre hizo dudar a Uraraka de sus palabras, el contrario la analizo de arriba abajo esperando un "porque".

-¿Por qué?-Al no encontrar una respuesta en la mirada de la muchacha tubo que hablar, Bakugou la observaba como a una cucaracha.

-Me gustaría compensar mis errores...Creo que esta es una buena oportunidad.-La chica hizo uso de sus ojos grandes y acaramelados para intentar convencerlo.

A Izuku realmente no le molestaba, pero sentía que Bakugou seguramente le gustaría encargarse de eso...


-No.-Rápidamente se puso delante de Deku pasándolo a llevar con su hombro.

-¿No crees que deberíamos darle una oportunidad?...Ya ha pasado harto tiempo desde que-

-¡DIJE QUE NO!-Katsuki le grito tan molesto al peliverde que este retrocedió un paso.

Uraraka solo se mantenía en silencio, pero con su mirada intentaba convencer al Rey de que el tomara la decisión.

Incluso se esforzaba por poner sus ojos cristalinos.


-¡BAKUGOU!-Kirishima apareció de la nada a su lado.

-¿¡AHORA QUE!?-El pelirrojo también retrocedió un poco, el olor del Omega estaba siendo bastante fuerte, pero más que ser excitante era espeso, era como cuando el Rey se enojaba.

Estaba seguro de que si no tuviera un vínculo con Kaminari, estaría perdido en sus bajos deseos.


-¡HABLA MALDITA SEA!-

-Ah, ¡Todoroki se quiere ir! ¡Ya no sabemos que decirle!-

Katsuki se giró para observar a donde se suponía que estaban sus estúpidos amigos, noto rápidamente la tensión en el ambiente a pesar de estar a varios metros, sobretodo porque Lida tenia agarrado del brazo al Omega bi-color y este le jalaba para el lado contrario.


-Todos son un maldito dolor en el culo...-Suspiro y comenzó a bajar las escaleras con el pelirrojo a su espalda y Shindo a su derecha, quien se había mantenido al tanto de todo, pero desde una distancia bastante prudente.



El Omega solo quería ir a dormir, le dolía toda la espalda...

Esclavitud. (DekuKatsu)Where stories live. Discover now