Esclavitud. (DekuKatsu)

Aquel día-84

Midoriya abría sus ojos de manera lenta, sintiendo como ligeros destellos de luz llegaban hasta sus ojos para incomodarle. Su antebrazo logro tapar aquella luz, pudiendo ver a su alrededor, donde una cabellera rubia se asomaba por las telas.

Estiro su mano para bajar aquella manta que se atrevía a no proveerle de aquel hermoso rostro, el cual era para él lo más precioso del mundo, de su mundo...

Katsuki dormía plácidamente, sus manos se encontraba juntas contra su pecho, al igual que sus piernas que estaban dobladas lo suficiente para parecer una bolita. En su piel se podían ver las marcas que le había dejado el Alfa, quien ahora las miraba con preocupación y miedo de que su Omega se enfadara con el...

Fue entonces, que se le ocurrió darle una sorpresa a su amado esposo para cuando abriera los ojos.

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15 de julio-"Hace 15 años atrás"

Un pequeño niño de cabello verdoso se encontraba mirando a su madre con gran felicidad, ya que hoy era su cumpleaños, por lo que su madre se encontraba frente a él con un gran pastel.

-Mi pequeño, hoy cumples 6 años... ¿Lo sabes verdad?-Inko se acercaba a su muchacho con una gran sonrisa, dejando el pastel justo frente a los brillantes ojos esmeraldas del niño. Detrás de ella un hombre que ha estado viniendo muy seguido al reino lo observa en silencio, es un tipo alto y de cabello rubio, quien da una apariencia de seguridad absoluta, pero siempre es intimidado por su madre...

No sabe cómo, pero ese señor ha obtenido su afecto y está demasiado feliz de que viniera a su cumpleaños.

-¡Claro que lo se Mamá! ¿! Por eso, me dejas salir!?-Izuku se levantó dando un gran salto, estaba realmente ansioso de que su madre lo dejara salir, ya que se lo había prometido con anterioridad, que el día de hoy en su cumpleaños podría salir a caminar por el bosque. Lo que el pequeño Midoriya no sabe es que su madre lo había mantenido adentro del castillo sin poder salir por dos meses por el hecho de que estaban amenazados de muerte...

Por suerte, eso ya se había solucionado. Eran solo problemas con otros reinos.

-Si...Pero será con una condición... ¿Si?-Inko le paso el pastel a Toshinori, quien le miraba incómodo.

Al Omega no le gustaba el hecho de tener que estar entremedio de problemas de familia que no le concernían, sobre todo porque sabía que no tenía derecho ni a dar su opinión, más aun así no podía salir de allí a no ser que su amada se lo permitiese.

-Cual... ¿Cuál condición?-En pequeño observo los ojos de su madre y comenzó a negar rápidamente con la cabeza, a la vez que sus ojitos se achicaban al contener las lágrimas que querían fluir por sus mejillas.- ¡NO! ¡NO QUIERO! ¡QUIERO IR SOLO!-

-Pero...No puedes ir solo, tienes que dejar que un guardia te acompañe...Es por tu seguridad-Toshinori se atrevió a hablar, sus palabras llevaban razón, pero los ojos tanto como de Inko como los del pequeño lo miraron con reproche.

Llevo su vista al suelo.

Izuku lo observo por unos segundos y reflexiono, sabía que el hombre tenía razón, más ese sentimiento que le hacía sentir que quería ocupar el lugar de su padre le revolvía el estómago.