Mareo-53

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Las manos de Kirishima estaban teñidas de rojo, ya sea por la sangre de los que estaban muriendo por su espada o por sus propias heridas llenas de tierra, con la carne cruda viéndose desde cualquier punto.

Pero para el gran secuaz con una de las más grandes experiencias en combate eso no era nada.

Veía como Bakugou peleaba contra aquel pelinegro a unos diez metros de él. Su corazón latía de manera apresurada por el no poder estar quieto ningún momento, además, se dio cuenta de algo muy grave.

Dabi era un Alfa.

Lo olía, no solo eso, lo percibía en cada entraña de su estómago. ¿No se suponía que no había ningún Alfa en el ejército de Shigaraki? Esperaba que no fuera un maldito desgraciado que usara su "voz" contra el rubio.

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-Maldito bastardo...-Una vez más Bakugou se levantaba del suelo. Al levantar la mirada sus ojos se vieron con un destello rojo más fuerte que lo normal. Los ojos azulados se achicaron levemente, observando cada detalle del Omega frente a él. No pudo evitar sentir cierto respeto ante este.

-Tengo que admitir que eres un dolor en el culo. El Rey Midoriya te tiene bien entrenado, eh.-Los ojos acusadores del pelinegro destellaron llamas azules, a lo que el choque de miradas se hizo más siniestro y el aire a sus alrededores se volvía aún más pesado.

Bakugou crispo los dientes, incluso dio un pequeño gruñido con su garganta rasposa, haciendo que varios a su alrededor le miraran con miedo.

Dejarían que los "capitanes" tuvieran su duelo de manera justa, por lo que inconscientemente se generó un circulo amplio a su alrededor, dejándoles el "campo libre".

La posición de combate del rubio cambio ligeramente a ser una más encorvada, sus dedos se tensaron y estiraron hacia afuera lo que más se pudiera, dejando libre las "garras" que unas cuantas veces Midoriya le había dicho que se cortara.

Sin más espera se lanzó hacia Dabi, quien esquivo unas cuantas veces los golpes "Leones" que intentaba darle el muchacho. Mientras retrocedía vio a lo lejos su espada yacida en el suelo, ya que hace unos minutos atrás ambos habían golpeado tan fuerte el acero de cada uno que los dos quedaron con las manos descubiertas.

Suspirando de manera pesada dio unos cuantos pasos adelante, agarro una de las muñecas del rubio e intento lanzarlo contra una roca, pero este rápidamente con su mano libre había agarrado sus prendas, para luego poner toda su fuerza en sus piernas y hacer rebotar su espalda contra la tierra, tal cual como él se lo había hecho al inicio.

Un hilo de sangre salió por sus labios.


Katsuki corrió hacia su espada, la cual al ser tomada por su amo dio un ligero destello sangriento en su filo.

Un desconocido trato de atacarle al verlo "correr" del combate, pero su muerte llego tan rápida como el pensar que podía hacerle algo a "El demonio de ojos rojos". El hombre llevo la vista hacia los ojos del Omega, quien tenía la mirada más fría que el mismo hielo, para luego sentir como la espada de este salía desde entremedio de su garganta.


Intento poner sus manos sobre la herida, pero los chorros de sangre ya estaban bañando el suelo y las rocas.

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Midoriya quien estaba mirando por la ventana de su habitación, tenía los ojos destellantes en un verde hermoso, pero violento.

Sus manos estaban cerradas en fuertes puños.

Al frente una vista que se podría considerar hermosa y pacífica, pero el realmente no la estaba mirando. Veía a la misma "nada".

El Rey se sentía atormentado, sabía que algo estaba saliendo mal o que Katsuki estaba en "no muy buen estado", su conexión ya había llegado a tal punto de que podía percibir ciertas emociones de este.

La mayoría eran desagradables.


Pero...

Había algo raro.

Llevo su vista hacia abajo sin razón alguna y al ver que su mano estaba posada sobre su estómago, no pudo evitar sentirse confundido, incluso movió ligeramente hacia un lado su cabeza.


Sus ojos se abrieron en gran sorpresa y a los segundos de "creer entender" lo que pasaba comenzó a romper todo a su alrededor.

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Todoroki después de haberse deshecho del maldito que lo había golpeado en el estómago, no se había cansado de matar a unos cuantos más, que aparte de ser unos simples "betas" intentaban pasarse de listo con él, diciéndoles unas cuantas vulgaridades.

Giro su rostro buscando a Bakugou y corrió de inmediato al encontrarlo estático entre la gente.

Dabi se había esfumado quien sabe a dónde.


-¡Al parecer tu plan funciona, tenemos que acercarnos a las tropas que ya pelean en el castillo!-Su voz acelerada hizo que el rubio le mirara, tomo su brazo para apoyarse repentina mente en él, dejando que sus rodillas cayeran al suelo. Los ojos heterocroma ticos lo observaron confundido.-¿Bakugou? ¿Qué...?-


Los fluidos que habían estado reteniéndose en la garganta del Omega salieron a la luz.


-No...No se...estoy m-mareado-El bi-color inmediatamente lo tomo de uno de sus brazos y lo enrollo en su cuello. El cuerpo de Bakugou fue levantado en contra de su voluntad, ya que este golpeo el estómago de Todoroki para que lo dejara.

Su orgullo siempre estaba a flote sin importar que.


-¡TE TENIAS QUE ENFERMAR AHORA!-De manera casi sarcástica el rubio fue reprendido, apretando los dientes dejo que le llevaran hasta Kirishima sin darse cuenta. El tiempo pasaba mucho más lento para él. ¿Tan débil estaba? No recordaba haber comido nada raro.

Katsuki fue dejado de manera rápida a los mismísimos pies del pelirrojo, quien solo se dedicó a degollar a cualquiera que intentara acercase de sus enemigos.

Dabi, quien había permanecido silencioso detrás de una roca, miraba todos los acontecimientos con gran concentración. Sus ojos estaban fijos en ese tipo de mirada fría como la nieve, casi sin expresiones matando a cualquiera, moviendo sus cabellos coloridos al compás de su espada.


Su pequeño hermano...

¿Cómo es que había llegado a parar aquí?

Esclavitud. (DekuKatsu)Where stories live. Discover now