Esclavitud. (DekuKatsu)

Llorar-87

Katsuki se sentía terrible, unas ganas inmensas de querer desaparecer lo invadían.

Al principio no podía negar que pensaba que esos dolores que comenzaban a agravarse cada vez más eran producto de las noches que su cuerpo se unía al del estúpido Deku, pero al parecer no era así y ahora aquí en la habitación donde yacía acostado no los soportaba más, sentía como si sus caderas quisiera romperse de alguna manera y su bajo vientre estaba demasiado caliente, con puntadas que le llegaban hasta la cabeza.

Sentía que ya no podía soportarlo, deseaba que pasara el dolor, odiaba el dolor.

Sus ojos vieron como Midoriya, quien estaba sentado junto a la cama, apretaba y acariciaba sus propias manos entre sí, con la cabeza gacha parecía perdido en una aura desesperada.

-D-Deku... ¿Q-Que pasa?-Katsuki intento levantar su cuerpo, pero el dolor en su vientre se hizo aún más molesto, cosa que hizo que el peliverde lo empujara levemente para que se mantuviera acostado.

Izuku le dio un beso en la frente antes de hablar que calmo al muchacho, pero eso solo dudaría unos instantes.

-Veras...Tu embarazo es complicado, no se puede asegurar que todo salga bien de aquí en adelante...-El Alfa no se atrevió a mirarle a los ojos, solo pudo mirar el vientre, en donde sabia a la perfección que se encontraban sus dos cachorros y aunque ya había llegado a la decisión de que no se lo informaría a Bakugou, aun así la culpa le revolvía las entrañas.

¿Qué otra cosa podía hacer? Había sido bastante con que Bakugou aceptara tan solo la idea de que estuviera embarazado y de que tendría un hijo con él, que sentía que el saber que iba a tener dos solo empeoraría las cosa, talvez volvería a tener pensamientos orgullosos o de inferioridad, incluso seguramente pensaría que le obligarían a ser "un ama de casa" por esa razón.

Aunque Midoriya jamás tendría esa intención, prefería contratar niñeras antes de que Katsuki fuera infeliz.

-¿A qué te refieres? ¿Podría perderlo?-El Omega volvió a intentar levantarse nuevamente, ahora de manera mucho más brusca y con el rostro lleno de preocupación, casi como si el dolor se hubiese desaparecido a cambio de los sentimientos negativos.

El brazo del Rey fue agarrado con tanta fuerza por parte del muchacho, que se sintió afligido, por poco retrocede.

-S-Si...Pero también podría perderte a ti.-Sus ojos aguados quedaron a la vista del Omega, quien soltó el brazo del Alfa poco a poco.

Llevo su vista hasta su vientre algo desorientado, intentando comprender la situación que los envolvía. Ahora era su cabeza la que comenzaba a generar puntadas dolorosas, no pudo evitar llevarse las manos a la cabeza, queriendo que el dolor desapareciera.

-Me duele...No quiero que duela ¿No podemos hacer nada?-Katsuki solo deseaba dejar de sentir dolor, hablo pensando en la idea de que alguien le diera algún medicamento, tal vez algo que lo ayudara a volver a dormirse, necesitaba descansar para poder mantener la mente fría.

Por otra parte Midoriya tomo esas palabras de otra manera.

-Tú debes tomar una decisión...Puedes seguir con el embarazo e intentar tener a nuestro bebé, pero sería muy peligroso, podrías morir...o nuestro hijo, pero los siguientes meses serán dolorosos...-Izuku decía todo de manera lo más lento posible, para que el rubio pudiera comprender cada palabra sin perderse de nada. A la vez veía como la idea de tener una familia se le iba de las manos, ya que si las cosas estaban así significaba que en el futuro Katsuki volvería a sufrir o a pasar por lo mismo con otro embarazo. Si él tomaba la decisión de no tener a los bebé, significaba que nunca los tendrían.-La segunda opción es que abortes.-

Los ojos de Bakugou lo miraron con sorpresa.

Hubo un silencio por unos segundos. El Alfa mantenía la mirada en el suelo, susurraba cosas inatendibles a los oídos del rubio, pero eso realmente no le importaba en absoluto, solo no podía creer lo que acababa de escuchar y lo peor aún, de su propio Alfa.

El aire se comenzaba a volver espeso alrededor del Omega.

-Mírame-Katsuki lo llamo.

Cuando Midoriya dirigió su mirada hacia su esposo, recibió la abofeteada más fuerte que le hubiesen dado en toda su vida y a pesar de que no había recibido tantas, estaba seguro en un solo instante de Katsuki nunca se había enfadado con todas sus fuerzas contra él como ahora.

Su rostro termino girado hacia otro lado por el impacto y cuando comenzó a girarse hacia el rubio, mientras el ardor inundaba su rostro, volvió a recibir otra abofeteada, pero ahora para el lado contrario.

-¿¡COMO TE ATREVES A SIQUIERA MENCIONAR ALGO ASÍ!? ¡NO SOY TAN DÉBIL¡ ¿!CUANTAS VECES DEBO SEGUIR RECORDÁNDOSELO A TODOS USTEDES¡? ¡SON UNOS MALDITOS INCOMPETENTES!-Katsuki gritaba eufórico, incluso se levantó de la cama para tirarle un jarrón al peliverde, que por suerte no le llego.

Afuera Chiyo, Kirishima y Shinsuo se miraban entre si realmente preocupados, no tenían idea por qué los gritos, pero las palabras del Omega eran lo suficientemente directas para imaginarse la situación.

Lo que no se imaginaban era que el mismísimo Rey estaba siendo fríamente violentado.

-P-Pero...! PODRÍAS MORIR ¡¡ENTIE-¡¡AH!-Midoriya trato de explicar...

Lo único que recibió a cambio fue una tercera abofeteada.

-¿Cómo te explico? ¿Te hago un mapa? No soy tan débil maldita sea.-Katsuki se fue acercando a la puerta, cuando la abrió observo detenidamente como Kirishima y Shinsuo casi caen al suelo por estar apoyado en la puerta, seguramente espiando.

"Malditos idiotas...Todos son unos malditos idiotas"

Comenzó a caminar a su habitación sin importarle mucho el hecho de dejar el rostro de Midoriya hinchado y lleno de lágrimas, porque si, este se había puesto a llorar.

Nunca lo había visto llorar así, pero era culpa de él, no le importaba.

Cuando se adentró a su habitación, los dolores volvieron y de una manera tan dolorosa, que se desmayó en los brazos de Chiyo, quien lo seguía en silencio.