#11: Hold on

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_________'s POV

La primera noche fue la más dura, o eso creo, lloré por horas, la cama era muy dura y fría, estaba sola, rodeada de extrañas, y no solo eran extrañas, sino que estaban recluidas por cometes delitos, me veían como si fuera un dulce, tenía tanto miedo, necesitaba tanto estar bajo los brazos de Harry, sentir su calor, escuchar los latidos de su corazón, su risa, que me diga que todo estará bien... Lo necesito tanto. 

Quisiera ver alguna cara conocida, pero se que todos se fueron, estoy sola, completamente sola en esto, nadie vendrá a ayudarme, ni consolarme. 

Me sobresalto cuando siento que me avientan un rollo de papel.

- Te vas a deshidratar si sigues llorando así- Johanna baja hacia mi cama- la primera noche es una mierda, lo se. 

- ¿Crees que me maten aquí?

- Espero que no, me caes bien- me da una ligera sonrisa- además, algo me dice que eres una de esas perras con suerte.

- Estoy sola, y creo que nunca había tenido tanto miedo en mi vida.- le confieso y me da su mano-.

- Mírame _______, mírame por favor- agarra mi rostro para que la pueda observar- se que es jodido, que estar aquí es una mierda, lo sabes, lo se, todos lo sabemos! Pero que sea la última vez que lloras así. Nadie, óyeme bien, nadie puede verte llorar aquí, ni siquiera yo. De por si ya eres el blanco del lugar, no les des más motivos para quererte muerta. 

- ¿Qué debo hacer entonces?

- Intenta ser perfil bajo. No te metas en problemas, no dejes que te provoquen. 

...

Son las seis de la mañana cuando suena una alarma en toda la prisión. Johanna se levanta inmediatamente y hace su cama, la imito y hago lo mismo que ella. A los pocos minutos viene uno de los guardias a abrirnos la celda, Johanna dice que es hora de bañarse y desayunar. 

El agua está helada y me entregan un pote pequeño de shampoo barato para lavar mi cabello. Las duchas no tienen cortinas o separaciones para tener privacidad, todas están desnudas, incluso algunas están tocándose y no les importa que las veamos, Johanna me hace señales de que me quite la toalla. Suspiro y lo hago. 

Silbidos, aplausos, y otra vez piropos de mal gusto abundan en cuanto me desnudo. Intento que sea rápido, pongo toda mi energía concentrada en no llorar, en ser fuerte, mentalizo a Harry, a Maia, a Matthew, a toda mi familia y todo se detiene cuando siento dos manos apretando mis senos fuertemente, sin siquiera pensarlo me salgo de ese agarre bruscamente.

- ¿Qué mierda tienes, estúpida?- digo alterada al ver a la mujer que me tocó. Todas las presas hacen un eco de "uhhh" cuando me escuchan- no me vuelvas a tocar.

- ¿Quién te crees para poner disposiciones, perra?- la rubia de cabello corto se acerca peligrosamente a mi y en menos de cinco segundos me agarra con la ducha golpeando mi rostro contra la manija para abrir el agua, después escupe mi rostro y me avienta al suelo.- aquí no eres nadie, date cuenta de donde estás.

- Irma, ¿qué coño haces con mi chica?- Johanna me levanta y pone cara de cabreada- no la vuelvas a tocas, ella es mia. 

- No sabía, lo siento Joha.

- Un lo siento no le va a arreglar la cara a mi perra- exclama ella- la dejas en paz y me vas a dar 15 cigarros, de los especiales.

- ¿Estás loca? Perdería demasiado dinero.

- ¿Prefieres perder unos dólares o que te mate en la noche?- La tal Irma le entrega cigarros de marihuana a Johanna,- ¿ves que bonito es hacer negocios? Por cierto... pídele disculpas a Steinfeld.-

Sirens On viuen les histories. Descobreix ara