Nota: Esto NO es la continuación del capítulo anterior, eso lo haré en la siguiente parte, lo que se leerá aquí es de lo que hablaban Hailee, Derek y Harry en el capítulo 23, lo que ellos se refieren como "ese día".
Les recomiendo escuchar la canción mientras leen, y miren la letra, para que tenga un significado más profundo.
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Milán, Italia
24 de agosto, 11:30 p.m.
Harry se encontraba mirando fotos de ella a hurtadillas en su celular, pues odiaba admitir que después de tanto tiempo no lograba olvidarla, aquella castaña había significado un gran cambio en él, consecuencia de ello le entregó su corazón, y ahora, al irse, se lo había llevado también, dejándolo completamente sólo.
Detestaba sentirse de esa manera: tan débil, endeble, a punto de derrumbarse, y la verdad es que desde mucho antes se sentía así, pero constantemente se repetía que no estaba solo, y que debía ser fuerte por Jenna, se aferró a ella, y ahora que no está no encuentra ni un motivo para seguir siendo duro, para seguir en pie.
Ni siquiera para seguir viviendo.
Había intentado sacarla de su mente mil veces, salía con mujeres, es más, se acuesta con muchas, se va de fiesta, aparentemente sigue su vida, incluso ha logrado engañar a Hailee y Derek, o eso es lo que él piensa, pues los hermanos saben que el rizado tiene una extraña manera de sobrellevar el dolor, saben que se siente mal, pero no que está completamente roto por dentro. No saben que cada vez le cuesta más realizar las cosas más simples de la vida: levantarse de la cama, comer, salir de su habitación, no encontraba algún motivo para hacerlo, pues no cambiaba todo el dolor que padecía.
Sin darse cuenta otra vez estaba llorando, siempre por la misma razón: ella. Su adorada Jenna, daría todo por que nunca hubiese sucedido lo de esa fiesta, o por olvidar aquellas dolorosas palabras que ella furiosa le dijo, aunque debía reconocer que ella estaba en lo cierto, incluso había sido muy blanda al hablar, sin embargo igual le dolía en el alma todo lo que estaba sucediendo, y no podía perdonarse a sí mismo el haber perdido a la única persona que tenía en el mundo.
- Harry, ya nos vamos ¿seguro que no quieres venir?- preguntó Derek entrando a su habitación, el rizado estaba dándole la espalda y apenas sintió su voz dio la vuelta para verlo, no sin antes limpiar sus lágrimas, aunque el rojo de sus ojos lo delataban de igual forma, se limitó a negar con la cabeza- ¿no prefieres que me quede contigo? Podemos hacer algo, pedir una pizza, no lo se...-
- Aaron te está esperando- dice con la mirada perdida- además llevan esperando esta fiesta por mucho, no te la perderás sólo por mi.
- Vales más que cualquier fiesta para mi, Harry- responde su amigo con una sonrisa sincera- no tengo muchas ganas de ir tampoco.
- No quiero que tengas problemas por mi culpa- Derek entiende lo que su triste y rizado amigo intenta decirle; lamentablemente ha tenido que ser testigo un par de veces de los celos que su novio tiene de él, y Derek se ha encargado de explicarle que Harry necesita tanto de Hailee como de él en momentos como éste, pero Aaron parece no entender. Derek suspira y se sienta junto a Harry.
- ¿Te soy sincero? Aaron me está aburriendo muchísimo últimamente, de todas maneras pienso terminar con él pronto, es un idiota por tener celos de un chico heterosexual, que por cierto es de mi familia. Olvida a ese tonto por unos minutos y dime con toda la honestidad del mundo si quieres que me quede.
- No- apenas susurra Harry- estaré bien solo.
- Igual regresaré temprano Styles, así que si planeas masturbarte te recomiendo que empieces ahora mismo- dice logrando hacerlo reír-.
