Jenna 's POV
No puedo dejar de besarlo desde que me pidió matrimonio, todo es como un sueño, pareciera que realmente ya pasó todo lo malo y ahora, por fin, podremos ser felices. Lo amo. En verdad lo amo. Tenemos algunos problemas como toda pareja, pero sabemos solucionarnos.
- Chicos, no se si recuerden pero seguimos aquí - dice Derek tosiendo falsamente.
- Lo siento- me disculpo- y muchas gracias por ayudar a Harry a preparar todo, en verdad quedó hermoso.
- Nos gusta ayudar a la parejita feliz- dice Taylor - bueno y ahora ¿qué hacemos?
- Podemos ir por un postre- dice Jenn abrazandome- o una malteada de oreo ¿qué opinas, J?
- Tengo mucho sueño - responde el niño sobrandose los ojos con los puños- ¿no podemos dormir?
- Dudo que tus padrinos vayan a dormir- le susurra Aaron.
- Sí, creo que mejor vamos a dormir Jacob, esta noche duermes conmigo- lo anima Hailee.
- Genial! Buenas noches a todos- grita despidiéndose.
- Nosotros también nos vamos, no necesitan más información- dice Derek yéndose con Aaron.
- ¿Y nosotros también haremos que sucedan cosas interesantes en nuestra habitación? Jacob no estará en toda la noche- me dice Harry abrazandome por la cintura y besado mi cuello- te necesito, amor.
- ¿Y mi malteada?
- Puedo darte una malteada especial si pones tu boca aquí - señala sus pantalones riendo y lo golpeo- hey, no golpees a tu futuro esposo.
- Mi futuro esposo es un idiota.
- Venga amor, que acabas de decir que si a aguantarme el resto de tu vida - hace un puchero tan tierno que no puedo evitar sonreír y besarlo- así está mejor.
- Vamos a la habitación- le digo.
- ¿Y la malteada?
- Puede esperar, además, me prometiste una especial.
...
Parecemos un par de adolescentes que recién empiezan a salir, caminamos tonteando y besándonos mientras reímos de lo idiotas que nos vemos para personas de veintidós y veintitrés años.
Pero es lo mágico y bonito del amor, que no importa la edad que tengas, siempre te hace sentir joven y lleno de vida, te la valentía (o estupidez) para cometer las más grandes locuras y ¿por qué no? Crear los recuerdos más asombrosos.
Mi historia con Harry ha tenido altos y bajos, pero finalmente hemos encontrado un equilibrio en nuestras vidas, y nos dimos cuenta de que no podemos estar el uno sin el otro. Por más fácil que mi vida haya sido el tiempo que estuvimos separados, no se sintió como estar viva. Fue de todo menos bonito. Él es mi todo, y sólo con él puedo ser feliz.
Ahora sí es nuestro momento de estar juntos dejando todo atrás, y la principal motivación sería eso: que seremos él y yo hasta que el destino quiera.
Reímos mientras busco la luz de la habitación, Harry no pierde el tiempo y ya subió la intensidad del beso, su lengua busca a la mía y pareciera que se complementan, sus manos recorren de mi cintura a mi espalda y una vez que consigo encender la luz comienza a empujarme levemente, como si me guiara a la cama.
Está sobre mi y me quita rápidamente mi ropa, lo ayudo levantando mis brazos y lo voy acariciando también, no tengo cuidado cuando es mi turno de retirar sus prendas, realmente Harry es el tipo de chico que le hace un favor a la humanidad cuando está desnudo. Otra vez nuestros labios se juntan y Harry me sostiene con sus manos, intenta algo extraño, como si quiera moverme.
- Date la vuelta- gruñe excitado.
- ¿Me vas a dar como a una puta?- pregunto al ver que me quiere poner en cuatro.
- Tengo que mantener contenta a mi prometida- responde besando mi cuello- y sé que a ella le gusta mucho el sexo rudo. ¿Viste que lindo se oye? Prometida.
- Sí, precioso, pero estamos a punto de tener sexo, amor.
- Tienes razón, futura señora Styles- entra en mi en una sola estocada- ¿así está bien, cariño?
- Mierda, si- gimo al sentirlo dentro mío.
Se mueve con mucha destreza y realmente esta posición es muy placentera, lo siento incluso más grande de lo que es en mi, y se crea una fricción increíble y mágica. Las ventajas de tener el himen flexible es que siempre estoy apretada, y a Harry le encanta, como ha pasado un tiempo desde que tuvimos relaciones antes es como si volviera a ser virgen. Aunque claro, no del todo.
Sus envestidas son brutales, entra y sale sin piedad alguna, la habitación se llena de gemidos y gritos, no puedo más, me está volviendo loca, este vaivén bendito es mi perdición, Harry de vez en cuando aprovecha en darme una buena nalgada, y después se aferra nuevamente a mis senos para tomar impulso y penetrarme con fuerza.
- Joder, Harry, un poco más amor, ya estoy cerca.
- Dime cariño, ¿te gusta cómo te jodo?
- M-e encanta... Mierda Harry, estoy muy cerca, sí amor así... Mierda- grito cuando siento las ya conocidas contracciones en mi parte íntima que me llenan de alivio. Siento también algo caliente y es entonces cuando se que Harry también se ha venido. Sale de mi y nos echamos en la cama, aún estamos cansados pero no podemos parar de sonreír.
- A la futura señora Styles le gusta que la traten como dama en la calle y como a una cualquiera en la cama- dice riendo y lo golpeo- es la verdad amor.
- Es tu culpa, por acostumbrarme- digo besándolo.
- ¿Habrá servicio a la habitación a esta hora?- pregunta riendo- me ha dado hambre también.
- No perdemos nada intentando- digo cogiendo el teléfono.
...
- Estuve pensando en algo... No tiene que ver con esto. Bueno, en parte sí. En los últimos días hemos tenido algunas peleas con el tema de Gemma... Estabas en lo cierto Jenn, una parte de mi tiene mucho miedo de alimentar la ligera ilusión que tengo de que esté viva y que resulte que sólo sea mentira. Tengo miedo de volver a quedar destrozado. Solo. Pero me di cuenta de que ya no voy a estar solo nunca más, porque te tengo a ti, amor. Y si existe la posibilidad de que mi hermanita esté viva creo que sería el hombre más feliz sobre la tierra de tenerlas a las dos.
- A mi también me encantaría la idea de tenerla con nosotros.- respondo sincera y beso la frente de mi ahora prometido- ¿eso significa lo que creo que significa?
- Regresando a Londres intentaré buscar a Gemma. ¿Cuento contigo?
- Siempre.
