-Yo también voy -agregó Gray- ya le dije a Carmín que la iba a acompañar y mantendré mi palabra.

-Pues si mi amor va, entonces yo también -dijo July decidida. 

Sólo quedaba Geralt quien estaba indeciso, miraba a los muchachos y luego volteaba hacia atrás donde estaba la casa donde se hospedaban sus padres. No parecía muy convencido de abandonarlos para dirigirse hacia una loca aventura, pero finalmente se decidió. 

-De acuerdo, yo también voy, necesitarán de un hombre que pueda defenderlas y darles apoyo.

-Yo soy hombre -dijo Gray molesto.

-No todavía, eres un proyecto de hombre, te faltan algunos años y experiencias antes de ser todo un hombre, como yo por supuesto.

-Lo que digas -Gray puso los ojos en blanco.

-Bueno, también voy porque creo que será bueno que seamos muchos -Agregó el chico de las pecas- los exorcistas pokémon suelen trabajar solos o a lo más en parejas, pero parece que eso no fue suficiente para derrotar al enemigo actual, tal vez donde un hombre fracasó, un grupo de niños pueda triunfar, tengo el presentimiento de que esta vez, la victoria recaerá más en el número de manos prestando ayuda que en el poder individual de cada una.

-Entonces está decidido, nos vamos a pueblo Estrella

-¡SI!

-Pero antes -dijo Shell sacando una pokebola de la que salió su venomoth- creo que será mejor que le envíe una carta a mis padres, se preocuparán cuando vean que desaparecí, sobre todo porque no soy una exorcista pokémon y no confían en mis habilidades como humana normal para defenderme. Venomoth entregará la carta ¿Alguien más quiere enviar algún mensaje? 

Todos consideraron la idea y escribieron sus respectivas cartas, Shell, July y Geralt escribieron un mensaje para sus padres, Carmín le escribió una carta de disculpas a su abuelo y Gray, le escribió una carta a Don Marcus quien era la única persona con la tenía alguna especie de vínculo afectivo, más que nada porque era muy triste ver a los demás escribiendo mensajes para sus respectivas familias y él no tener nadie a quien dar cuenta de su existencia. Una vez escritos los mensajes, venomoth se elevó en los cielos con las instrucciones específicas de iniciar la entrega de cartas sólo cuando saliera el sol y ellos se encontraran lejos. El pokémon insecto se elevó hacia el cielo despidiéndose de aquellos muchachos con una suave brisa. Al perderse de vista los demás iniciaron su camino hacia su nueva aventura. 

Lo que aquellos chicos no sabían, era que una sombra observaba sus movimientos oculta tras un árbol, en cuanto el grupo se alejó lo suficiente, Capa Gris salió de su escondite seguido de su fiel umbreon. 

-Bueno Red, tal parece que todo va muy bien, las cosas están saliendo tal como lo planeamos, logramos que todos esos chicos salieran juntos hacia pueblo Estrella. Menos mal que el encantamiento para despertar funcionó, pero no hay que bajar la guardia, aún pueden pasar muchas cosas. No podemos permitir que nada interfiera en nuestro objetivo, no importa lo que debamos hacer, no podemos dejar que Noxor gane esta guerra, nadie nos detendrá, ni siquiera tú. 

Esto último lo dijo mientras se volteaba para encarar al hombre que lo vigilaba, había percibido que no estaba solo, detrás suyo mirándolo con unos fríos ojos pardos se encontraba Clovis y por su expresión parecía estar dispuesto a asesinarlo si fuera necesario. 

-De acuerdo a la descripción que me dieron, deduzco que tú eres el famoso Capa Gris.

-¿Famoso? O por favor no digas esas cosas, ser famoso no es nada bueno para un hechicero, mantener un bajo perfil es vital para nosotros.

-Supongo que por eso es la capucha.

-Puede ser, o también puede no ser.

-De todos modos poco me importan tus asuntos, poco me importan también aquellos chicos con excepción de Carmín y Shell, no puedo permitir que miembros de la aldea se expongan a ningún peligro y aunque no me guste, tampoco puedo dejar que el hijo de mi hermana sufra daño, ella estaría muy triste. Así que por eso, lamento decirte que tendré que inmiscuirme en tus planes, pero si quieres te puedo dejar al chico ese con cara de espectro y a la retardada pelivioleta, no tengo problemas con eso.

-Oh que amable, pero lamentablemente deberé rechazar tu oferta, los necesito a los cinco. Aunque por tu expresión deduzco que no estás de acuerdo con esto, parece que tendremos una batalla inevitable. 

Red se puso frente a su entrenador dispuesto a pelear por él, pero Capa Gris lo detuvo. 

-Lo siento Red, creo que tu compañero será más apropiado para esta batalla, deja que él se encargue. 

El umbreon asintió y se colocó junto a su maestro quien sacó de entre sus ropajes una pokebola de un aspecto bastante particular, aquel era su pokémon secreto, su misterio más oculto, un pokémon que ni siquiera el mismísimo Kein había visto. 

Aquella fue una batalla increíble, pero no hubo nadie para presenciarla, nadie supo de ella, nadie vio como ocurrió, nadie estuvo allí para presenciar la aplastante derrota de Clovis ni tampoco para ver al extraordinario pokémon de Capa Gris.

Pokemon la Región Zeroजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें