Pokemon la Región Zero

Delirios de una Chica Enamorada

-¿Un héroe?

-Aaa...  -Suspiró- Déjenme explicarles... La aldea Lucero y muchas otras aldeas que hay por aquí, están demasiado lejos de las ciudades principales, por eso estamos demasiado abandonados, y si ocurre algo malo aquí, la ayuda tarda días en llegar, eso de verdad es un problema. Resulta que este lugar estaba infestado de una enorme cantidad de pokémon fantasmas malignos, que por alguna razón aumentaron mucho en el último tiempo. La mayoría de ellos eran débiles y podíamos manejarlos nosotros mismos, pero cuando había uno muy fuerte estábamos indefensos. Pedíamos ayuda a los exorcistas pokémon, pero tardaban una eternidad en llegar y pasábamos semanas de angustia y miedo. Y cuando por fin llegaban, hacían su trabajo y luego se iban, hasta que aparecía otro pokémon maligno y volvía a empezar todo el suplicio. Era terrible... Y lo peor es que esto pasaba cada vez más seguido, hasta que cada día era un infierno, no sabías cuando el demonio volvería a atacar...

"Pero todo cambió cuando Kein llegó, nadie lo llamó, llegó solo, por su cuenta, fue como un ángel salvador. Eliminó a todos los espíritus malignos, pero a diferencia de los exorcistas pokémon él no se fue, se quedó y se volvió nuestro guardián, espantó a todos los pokémon fantasmas del lugar. Desde entonces hemos vivido tranquilos y felices, todo gracias a ese hombre tan maravilloso como misterioso, si... Hace ya casi 5 años que cuida de nosotros y es tan poco lo que sabemos de él. A duras penas pudimos averiguar su nombre, nadie sabe donde vive, ni de qué vive, llega hace su trabajo y se va. Ni siquiera acepta nuestras muestras de agradecimiento. Además no sólo lucha contra los pokémon malvados, también ayuda a todo aquél que esté en problemas. La otra vez rescató a un niño de un incendio, también ayudó a una chica que estaba siendo asaltada y salvó al meowth de una niña de morir ahogado, es... Un héroe..."

 La muchacha terminó con un suspiro profundo. Gray estaba algo fastidiado, según su experiencia nada ni nadie es jamás tan espectacular como lo presentan,  por otro lado las historias de amor no eran de su interés, en cambio Shell y Carmín la miraban con rostros emocionados encantadas con su relato.

 -¿En verdad existe alguien así? -Dijo Shell ilusionada- todo un héroe misterioso, no me extraña que te hayas enamorado de él, parece una persona interesante, en verdad me gustaría conocerlo.

-A quien no, todas las chicas que han estado con él dicen que es una persona maravillosa...

-¿Eh? ¿Algunas chicas han estado con él? ¿No dijiste que cumplía su trabajo y luego desaparecía sin dejar rastro y que por eso nadie sabía nada de él?

-Em... Si pero él tiene un corazón amable y no puede resistir las súplicas de una dama, jamás negó su compañía a ninguna muchacha que se lo pidiera, brindaba consuelo y secaba las lágrimas de las chicas necesitadas, ah... Es tan gentil, aunque en general nunca acepta ninguna recompensa por sus servicios, recibe los regalos que sus admiradoras le hacen, como él dice sería deshonroso para un caballero rechazar el regalo de una doncella, un encanto ¿No?

-¿Y qué clase de regalos le hacen? -Preguntó Gray astutamente.

-Pues, cosas humildes, acá no hay mucho que ofrecer. En general le dan comida, aprecia mucho la comida casera, como él dice, el esfuerzo puesto en cada platillo tiene más valor que cualquier joya del mundo.

 "De eso vive" pensaron los tres muchachos al mismo tiempo. Aunque tampoco era algo malo, cumplía un servicio y recibía el pago en comida, hasta un héroe tiene necesidades. La muchacha continuó hablando.

 -Aunque acepta cualquier tipo de comida obviamente tiene sus preferencias. Bueno, no es por presumir pero sé que prefiere mi comida por sobre todas las demás. Me visita más a menudo que al resto de las chicas, siempre me dice que mis comidas son un manjar de dioses, que el placer de comerla sólo es superado por el deleite de perderse en mis ojos. Por eso aunque no aparece todas las noches, siempre me aseguro de tener un plato caliente para él y algunos bocadillos para llevar.