Compra Frustrada

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El reloj marcó las 23:00 Horas, un vehículo se encontraba estacionado a unos metros de una licorería con dos personas adentro. La noche estaba fría, marcando un nuevo récord hasta ahora.

Marco: ¿Otro más? -Exclamó Irritado- ¡Ese fue el cuarto de la semana!. Si, lo sé. Como sea cuídate -Dijo antes de cerrar la llamada, posteriormente dejó el celular sobre la guantera de su vehículo-

Carolina: Relájate -Dio ligeras palmadas en el hombro de su compañero intentando calmarlo- Deberías agradecer que han capturado otro, es un grupo bastante hábil.

Marco: Si, desaparece el encapuchado pero ahora aparece un grupo de héroes. ¿Qué sigue?, ¿Una torre de ellos en el centro de la ciudad? -Preguntó sarcásticamente-

Carolina: Venga hombre, no seas tan gruñón. Admite que es interesante que nuestra ciudad tenga sus propios super-héroes. A fin de cuentas son personas que se preocupan por nuestro bienestar, ¿no? 

Marco: Los hospitales no pueden mantenerlos en ese coma por siempre, y aún no encontramos una forma de contener sus habilidades, si despiertan causarán un enorme caos.

Carolina: ¿Has podido comunicarte con el chico? -Preguntó con curiosidad mientras daba un largo sorbo a su café aprovechando para calentar sus dedos sosteniendo el envase-

Marco: ¿Austin?, no -Inclinó su cuerpo hacia adelante dejándose caer sobre el volante- No he sabido nada de él en casi un mes -Dijo con una notoria preocupación-

Carolina: De seguro está bien. Es un chico listo.

Marco: Eso espero.

Carolina: Atento, está en movimiento -Golpeó con la palma de su mano la pierna de su compañero para que levante la cabeza-

Marco: Perfecto, necesito algo de acción -Exclamó desabrochando su cinturón de seguridad antes de bajar del vehículo, no sin antes verificar que su arma esté cargada-

Tan pronto como se bajaron un fuerte viento helado los golpeó de frente causando otro descenso en la temperatura al punto de que el vaho se hizo presente cada vez que respiraban.

Ignorando el frío, ambos avanzaron por la calle siguiendo a un hombre de mediana edad, vestía unos pantalones vaqueros, una playera blanca y encima una gabardina de color café similar a la de un detective. Mantenían una distancia considerable para evitar ser detectados, en cierto punto el hombre se detuvo de golpe y entró a un callejón.

Pocos segundos después Marco se acercó al callejón mientras le indicaba a su compañera que se dirigiera al otro extremo para cerrar las salidas. Ella asintió con la cabeza en señal de entender sus órdenes y partió a lo largo de la misma calle por la que llegaron doblando en la esquina.

Marco: Ahora veremos si lo que dijo aquel hombre era real -Susurro antes de sacar el arma de su pantalón, comprobó que no hayan personas cerca y se adentró en el oscuro callejón de forma silenciosa.

A unos cuantos metros, el hombre se encontraba de pie frente a otra persona cruzando palabras que eran inaudibles para el detective. No obstante, decidió esperar en las sombras un poco más antes de actuar.

-Aquí tienes- Dijo el otro hombre entregando un maletín el cual su comprador abrió.

Se trataba de un arma alargada que terminaba en dos puntas paralelas, al parecer basándose en el modelo del arma de ondas que hasta ahora muchos criminales parecen poseer.

-Perfecto- Dijo entregando un maletín con dinero en su interior.

Marco: ¡Quietos!, policía. Den vuelta de forma lenta y dejen el arma en donde pueda verla -Salió de su escondite apuntando a ambos hombres con su arma- 

Ninguno de los dos realizó algún movimiento brusco, se limitaron a girar lentamente en su dirección, pero antes de que pueda acercarse, uno de ellos tomó el arma y disparó contra Marco.

Ágilmente el detective se lanzó a un lado logrando evadir el disparo, el cual no se trataba de una onda, sino de un rayo de color rojizo que se deslizó por el aire en zigzag hasta impactar con la pared que estaba al otro lado de la calle destrozándola por completo.

-¡Hombre, esto es genial!- Exclamó el hombre antes de apuntar contra Marco nuevamente, pero antes de jalar del gatillo un disparo a sus espaldas provocó que soltara el arma. La parte media de su espalda comenzó a sangrar y seguidamente el hombre cayó al suelo apenas consciente.

Carolina: Están bajo arresto -Gritó con firmeza acercándose al vendedor sin dejar de apuntar-

Marco: ¡Ten cuidado!, ¡esas armas son diferentes! -Sentenció para su compañera quien al parecer no había visto lo que podía hacer-

En cuanto la Detective estaba cerca, el vendedor sacó otra arma de la parte trasera de su pantalón y sin pensarlo disparó contra ella. Ante el nerviosismo del momento y su mano temblorosa, el rayo pasó cerca de ella causando un corte en su costado izquierdo para luego seguir de largo hasta la otra pared.

Carolina dejó escapar un alarido y cayó al suelo presionando la herida pese al dolor que sentía en la parte izquierda de su cuerpo. 

Enfurecido, Marco quiso levantarse pero el vendedor giró rápidamente disparando contra él quien logró evadirlo saliendo del callejón recubriéndose en la pared.

(Carajo, necesito hacer algo o Carolina..) Sacudió su cabeza de un lado a otro quitándose esa idea de la mente, estaba decidido a salvar a su compañera.

Trató de asomarse para disparar pero los rayos se volvieron frecuentes impactando ya sea en la pared del otro lado de la calle o en la que Marco se ocultaba.
De un momento a otro se escuchó un ruido en el callejón.

Similar a alguien que estuviese en una pelea, los rayos cambiaron de dirección ahora impactando más arriba y a lo largo de ambas paredes dentro del callejón, pareciera que el sujeto le disparaba a algo que se movía rápidamente de un lado a otro.

En cuestión de segundos el silencio reinó en el lugar, Marco se asomó al callejón viendo al hombre inconsciente en el suelo y a su compañera en el mismo sitio en donde cayó, por lo tanto, descartó la idea de que ella lo haya vuelto a enfrentar. Buscó con la mirada al responsable pero no había nada, ni nadie además de ellos.

Le restó importancia y corrió hasta su compañera llamando inmediatamente por ayuda, pero desechó la idea cuando hasta sus oídos llegó el sonido de ambulancias dirigiéndose a toda prisa en su dirección.

Con cuidado ayudó a su compañera a salir del callejón para esperar a la ambulancia fuera de ese sitio. Mientras caminaba algo de tierra cayó sobre su hombro haciéndolo levantar la mirada logrando así ver, por breves segundos, la silueta de alguien parado en la terraza de los pequeños edificios que conformaban el callejón antes de ocultarse.

Poco después bajo la mirada soltando un pequeño suspiro.
(Gracias) Fueron las palabras que cruzaron por su mente antes de centrarse en llamar la atención de los camiones que ya se encontraban en esa calle.

La ambulancia llegó seguido de autos de policía quienes arrestaron a ambos hombres mientras Marco dejaba a su compañera en la camilla.

Carolina: ¿No vendrás?  -Preguntó débilmente-

Marco: Claro, pero iré desde mi auto, te veré en el hospital en unos minutos -Tomó con firmeza su mano y luego se fue a toda prisa a su vehículo estacionado a unas calles de lo ocurrido-

Al llegar, se adentró y puso en marcha el auto partiendo inmediatamente en lo que seguía a la ambulancia que transportaba a su compañera herida.

-Así que héroes, ¿eh?-

Ojos De VenganzaWhere stories live. Discover now