Descenso del héroe

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Mi sorpresa rápidamente se convirtió en preocupación, pues el sonido de pasos acercándose me alertó, al asomar mi cabeza noté que se trataba de un grupo de tres científicos acompañados de tres guardias.

-Otra vez a esconderme..- Murmure regresando al elevador -Piensa piensa piensa.. donde me..- Al levantar la mirada tuve una idea.

El grupo llegó al elevador, una vez estuvieron todos dentro comenzaron a ascender. Mientras eso sucedía comenzaron a conversar entre ellos.

Cuando estaban a punto de llegar a la puerta corrediza del laboratorio, el ascensor se detuvo de golpe, trataba de subir pero algo se lo impedía.

David: Maldito elevador, siempre se está descomponiendo -Dijo el científico soltando una patada a una de las paredes-

Francisco: Relájate, ¿deberíamos llamar a alguien? -Preguntó el otro científico-

David: Nah, tenemos prisa con ese chico. Ustedes, abran la puerta -Le dijo a los guardias-

Los mismos acataron sus ordenes y con esfuerzo abrieron las puertas del ascensor mientras el tercer guardia abría la puerta corrediza permitiendoles el paso a los científicos para luego salir ellos también.

En la parte de arriba del ascensor me encontraba yo acostado en el techo con los brazos extendidos empujándome hacia abajo.

(Mierda mierda mierda..) Pensaba en lo que seguía empujando con mis brazos.

Resulta que me había metido en el techo, pero no conté conque el elevador quedaba justo en el tope contra el metal sin espacio alguno.

Así que al llegar arriba no me quedó más opción que empujarme con los brazos hacia abajo utilizando la energía oscura para no morir aplastado.

En cuanto los científicos se fueron empujé la trampilla con el talón con la fuerza suficiente para derribarla para luego girar rápidamente cayendo de regreso al ascensor mientras este subía hasta arriba cerrando el espacio en el que me encontraba.

Me quedé en el suelo tirado de espaldas mirando la trampilla por la que caí recuperando el aliento.

-Eso.. fue aterrador..- Miré mis manos las cuales temblaban ligeramente por el peso soportado hace unos instantes -Si no tuviera esto.. habría muerto ahí arriba-

Mis pensamientos se desvanecieron en cuanto un grito llegó a mis oídos, era una voz que reconocía bastante bien.

-¿Rodrigo?- Me pregunté mientras me levantaba del suelo y me acercaba a la salida.

Rodrigo: ¡Déjenme ir!, ¡Juro que no le diré a nadie de esto! -Exclamaba entre llanto mientras trataba de soltarse del agarre de los guardias-

Realmente se trataban de los gritos de Rodrigo los cuales provenían de la habitación que me faltaba por revisar. Sin embargo, sus gritos cesaron tan pronto como aparecieron.

Los científicos estaban ubicados en el panel de control detrás de la protección del cristal blindado, mientras tanto los guardias salían del otro lado de la habitación dejando a Rodrigo amarrado en una camilla con una mordaza en la boca.

En cuanto el guardia cerró la puerta uno de los científicos presionó un botón activando el mecanismo. Las máquinas que estaban frente al sujeto emitieron un láser al mismo tiempo impactando contra el pecho desnudo de Rodrigo. Aquello provocó que sus alaridos se volvieran más fuertes y se retorciera con más intensidad.

En ese momento abrí la puerta de una fuerte patada viendo el lugar, parecía ser una sala donde llevaban a cabo experimentos en humanos. El sitio estaba dividido en dos partes, después de la entrada estaba una cabina que contenía una tabla de control, tras esta una pared con un ventanal probablemente reforzado y en el lado derecho una puerta que ahora estaba cerrada.

Ojos De VenganzaWhere stories live. Discover now