Desaparecido

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Viernes, 16:00 P.M. 

Tras haber echado un vistazo a las carpetas que me dio Vanessa pude idear un plan para entrar en el edificio.

Lo que necesitaba era poco, pero bastante complicado de obtener. Primordialmente una tarjeta de acceso que sólo tenían altos mandos de la empresa, con lo cual no me permitía hackear el sistema de forma rápida.

Y, en el caso hipotético de lograrlo, la alarma sólo se desactivaría por poco tiempo y no podría indagar dentro del lugar.

Por lo tanto, tenía que robar la tarjeta de un trabajador en específico.

-Edgar Espinoza- Tomando la foto que estaba incluida en la carpeta la pegué en una pizarra de corcho que tenía en mi pared.

Un magnate de suma importancia en el mundo de los negocios. Conocido sobre todo por fraudes a gran escala; básicamente se ganó su posición a base de engaños. Muy quisquilloso, le encanta gastar dinero tanto en bares como en mujeres.

Usualmente frecuentaba el mismo bar los fines de semana otorgándome la oportunidad perfecta para ir a por él, casi siempre se movilizaba en un TrailBlazer de color negro.

Tras obtener la tarjeta tendría que adentrarme en el edificio. Para ello pedí ayuda a Elías quien aceptó después de un buen rato de molestarlo. Aún adentro, todo se basará en que me mueva rápido y sin ser descubierto.

-Pan comido, a menos que cuentes que un paso en falso me pondría en una muy mala situación- Murmure antes de irme a trabajar en Mía.

Lucy: ¿De verdad te gusta trabajar en ella no?

-Por ahora solo cambiar su interfaz central. Si está en la laptop no puedo mantenerla vigilada, así que cambiaré su interfaz a mi celular, de esa forma no pasará nada malo, hasta podría cifrarla para que nadie pueda decodificar información-

Lucy: Tú y tu lenguaje técnico.. ¿Cómo vas con tu traje?

-Casi como nuevo, lo terminaré mas luego-

Lucy: Mi mejor amigo el nerd, un superheroe con poderes incluidos. ¿Quién lo diría? -Dijo en tono burlón mientras se sentaba en mi cama-

-Todavía no puedo entender como lo tratas con tanta naturalidad- 

Lucy: Al inicio fue todo un giro, pero poco a poco me acostumbré a la idea. Además, eso te vuelve más especial, ¿no?

-No lo sé- Respondí tratando de centrarme en Mía.

De repente alguien tocó la puerta repetidas veces haciendo que el sonido retumbe en casi toda la casa.

Aquello llamó nuestra atención cruzando miradas por breves momentos antes de levantarnos.

El silencio invadió la casa pero pocos segundos después el estruendo volvió a escucharse. Con precaución salí de mi habitación procediendo a bajar las escaleras.

No tardé en llegar a la puerta principal donde la abrí lentamente sólo para ver que se trataba de mi amigo García, estaba agitado como si hubiera estado corriendo.

García: Austin.. -Sudando, su cuerpo se inclinó hacia adelante como si estuviera a punto de desmayarse-

-Oye, ¿Qué sucedió?- Tomando su brazo lo entré a la casa para después sentarlo en el sofá -Lucy, tráeme algo de agua, ¡rápido!-

Lucy: ¡S-Si!

-Cálmate, dime que sucedió, ¿por qué estás así?-

García: Se trata de Rodrigo.. él.. ¡Desapareció!

Él tardó un poco en calmarse, después de beber el agua comenzó a respirar profundamente mientras secaba el sudor de su rostro con una pequeña toalla que le dio Lucy.

Al estar más calmado procedió a contarnos lo sucedido.

Tal parece que Rodrigo lleva desaparecido algunos días, por ese motivo no asistió a los exámenes finales del Pre-Universitario. Al principio no se preocuparon ni sus conocidos ni sus padres ya que no era la primera vez que ocurría algo similar, debido a su naturaleza fiestera solía desaparecer hasta uno o dos días pasando de fiesta en fiesta.

La preocupación llegó cuando notaron que no había respuesta alguna de él ni de su paradero. Los padres acudieron a las autoridades denunciando su desaparición emitiendo así boletas de él en varias partes de la ciudad.

El motivo por el cual García se encontraba así de agitado fue porque se enteró hace poco por los padres de Rodrigo. En cuanto supo la noticia decidió salir a las calles a tratar de buscar a su mejor amigo por zonas que frecuentaban.

Al no encontrarlo llegó al punto de desesperación en el que simplemente comenzó a correr por las calles gritando su nombre, como se encontraba cerca de mi casa decidió venir por si sabía algo de él o de su paradero.

A medida que hablaba podía notar como su voz se rompía poco a poco, estaba preocupado y se notaba a leguas.

Se quedó con nosotros un rato más pero volvió a salir a intentar buscarlo de camino a su casa. Ni siquiera me dejó detenerlo, simplemente se despidió y se fue tan rápido como llegó.

Lucy: Que pena enserio lo de Rodrigo.. ¿estará bien?

En silencio regresé a mi habitación tratando de terminar la transmisión de datos de Mía lo antes posible.

Lucy: ¿Qué haces?

-Si utilizo las cámaras de seguridad de las calles y veo el momento exacto en que Rodrigo sale de su casa puedo hacer una dirección siguiendo sus pasos-

Lucy: ¿Funcionará?

-Eso espero..-

Las horas pasaron, al ser un programa tan grande, la transferencia tardó mucho tiempo. Lucy dormía en mi cama mientras yo trabajaba en mi traje, necesitaba mantener mi mente distraída, de lo contrario solo pensaba en Rodrigo y si estaría bien.

Cuando concluyó puse en marcha mi idea, tras hackear las cámaras de seguridad tuve acceso a los vídeos guardados y al no saber que día exactamente ocurrió me puse a revisar casi todos los vídeos mas recientes.

Aquello me tomó otro par de horas, el reloj marcaba las 2:40 A.M
Mis ojos por ratos se cerraban pero me mantenía despierto lavándome la cara o dándome pequeños golpes en las mejillas.

Finalmente logré encontrar el vídeo en el que se muestra a Rodrigo saliendo de su casa, vestía una sudadera con capucha y un jean largo. Seguí su rastro a través de las cámaras trazando un camino hasta que llegó al final dejándome confundido.

Su camino terminaba en las puertas traseras de Mark Industries donde al parecer hablaba con otro sujeto pero no se le veía el rostro. Tuvieron una pequeña charla antes de que se grabara a Rodrigo entrando en el edificio.

Confundido me dejé caer sobre el escritorio intentando pensar en cientos de posibles motivos por el cual Rodrigo iría a ese sitio, pero simplemente no le encontraba sentido.

Ahora mi misión de infiltrarme se había vuelto una misión de rescate para mi amigo.

Ojos De VenganzaWhere stories live. Discover now