Capítulo: 11. Labrodorite

7.5K 999 535
                                    

Lan Xichen se disculpó con la doncella Liu y acompañó al Sr Yu, él también se encontraba ansioso por tener noticias de Jiang Wanyin, por lo que sólo dio una seña a los discípulos que los habían estado siguiendo para que acompañaran a la mujer hasta donde se encontraba su compañera, sólo por seguridad.

Juntos fueron escoltados hasta el salón de té, acompañados por el joven que venía detrás del mayor.

Una vez que ambos tomaron asiento, el Sr. Yu entregó la misiva al Líder Lan, excusándose de que por la edad su vista ya no era igual que antes, pero le pidió que leyera en voz alta para poder enterarse también del contenido.

Y así procedió.

La nota había sido enviada desde la Secta Meishan Yu, escrita por el mismo líder Jiang, en la cual se detalla el resultado de la cacería y cuál fue el inconveniente. Muchos de los hombres de Yunmeng Jiang salieron heridos de la batalla, dos de ellos estaban en estado de gravedad, lo que se solicitaba de poner al tanto a sus familias. Nuevamente fueron Yaos los objetivos, y el mismo Jiang tuvo que encargarse del más peligroso, aunque no mencionaba nada mas de aquello, si él mismo había salido herido o estaba ileso, y eso dejó no muy tranquilos a ambos.

Lan Xichen había escuchado de su hermano, su cuñado y su sobrino que las apariciones de Yaos iban en aumento últimamente, en distintas partes que no tenían alguna similitud con la otra, pero que eso no disminuía el peligro, por lo que no se limitaron a salir a cazarlos.

Pero lo que describía la carta lo comenzaba a preocupar, ¿Qué hubiera pasado si el Líder Jiang hubiera resultado herido, o algo peor? ¿Qué le diría a sus pequeños? Cómo podía contarlo cómo si no hubiera sido nada, de haber sabido, lo habría acompañado  para que la carga no fuera tan pesada, ya que con lo que escuchaba y le habían comentado, las criaturas iban aumentando en poder con cada aparición, y un claro ejemplo fue ese dragón que asesinaron el día que se encontraron con la madre de sus pequeños.

Lan Xichen definitivamente no iba a poder negarle la ayuda, incluso hubiera mandado a llamar a algunos de sus discípulos.

Será algo de los héroes de Yunmeng, que se la dan de mártires. Ahora comenzaba a compadecerse de su hermano y entender su preocupación excesiva, pues su cuñado siempre tenía tendencias al auto sacrificio en pos del bienestar de otros.

Este sería otro tema más que deberá hablar con su colega, no permitirá que siguiera actuando como si no hubiera una secta que dependiera de él, y unos niños que prometió cuidar a su lado.

Aunque, ¿Qué derecho tenía él de hacer ese reclamo?, ¿acaso él mismo no se aisló, teniendo una secta que también dependía de él?, no se encerró en su auto compasión, pudriéndose entre cuatro paredes, llorando por un pasado que no iba a poder cambiar por más que implorara al cielo cada noche.

Que hipócrita!

Antes de que continuara con los pensamientos autodestructivos, el Sr. Yu habló.

—Este sobrino mío —se llevó la mano a la cara y suspiro —. Él no quiere preocupar a nadie, pero actuando así de forma tan peligrosa, como no podría evitar afligir a mi pobre corazón... Ya estoy viejo para continuar preocupándome constantemente, espero que antes de morir ese chico me dé la posibilidad de verlo más relajado, y felizmente casado —dijo todo esto con el rostro tapado con las manos,  pero mirando a través de sus dedos de manera discreta al Líder Lan.

—No se preocupe, una vez que su sobrino vuelva hablaré con él, puede que el consejo de otro líder sea bien recibido —le dijo con una sonrisa serena, palmeando la arrugada mano del anciano, quien sonrió victorioso para sus adentros.

Small Purple Clouds (XiCheng)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang