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Esta es la historia de dos líderes de sectas solitarios, cuyos caminos se cruzaran una vez más, pero de una manera que ni ellos se lo imaginaban, d...
Jiang Cheng salió del lugar o esa era su intención inicial, antes de alcanzar la puerta sintió como su muñeca era atrapada, su cuerpo girado y otra mano se posaba detrás del cuello para atraerlo, pudo ver por unos segundos unos ojos de miel tan oscuros que parecían ámbar fundido — ¿Qué demo... mmm —sus labios fueron acallados con un profundo beso.
Todo eso ocurrió ante los ojos de los ancianos quienes estaban escandalizados, no podían creer cuán íntimos podían actuar ambos líderes y en público. — ¡Desvergonzados!, ¡Inmorales!— Comenzaron a decir.
Lan Xichen por su parte no escuchaba nada más que el fuerte retumbar en su corazón, la acción que acababa de realizar Wanyin fue temeraria, demostrándole su total confianza al cederle su arma espiritual aunque también podría interpretarse con una acción de posesividad, y eso despertó un oscuro deseo de besarlo sin importarle el lugar y el momento.
Una vez que se separaron, Jiang Cheng lo miró con el entrecejo fruncido, luego su rostro comenzó a enrojecerse al recordar que no estaban solos en el salón— Una vez que acabes aquí, te espero en mi despacho.
— Como ordenes, futuro esposo, esta futura esposa no tardará mucho.
Jiang Cheng se contuvo en reaccionar, sabía que si lo hacía Xichen se volvería más desvergonzado aún, solo soltó un "hmm" para girarse y salir del lugar.
Lan Xichen observó cómo iba alejándose mientras su capa iba balanceándose con cada movimiento del líder Jiang, mantenía una sonrisa en su rostro hasta que Jiang Cheng desapareció de su vista. El sonido de disgusto de esos ancianos lo volvió a traer al presente e hizo que su sonrisa se borrara. — Siempre he sido filial con mi clan, he cumplido con mis funciones, e inclusive estando en aislamiento no he dejado de lado mi obligación, entonces les pregunto en qué he fallado para que conspiren a espaldas mías, violando todas aquellas reglas que tanto los enorgullece. —dijo sin girarse dejando que solo vean su rostro de perfil.
— Xichen... —dijo uno de los ancianos buscando calmarlo.
— Zewu-jun o líder de secta para ustedes. —dijo con un tono seco, mirándolos luego se dirigió al trono de loto y tomó asiento, comenzó a girar el anillo mientras los miraba uno por uno. — El consejo de ancianos está para que compartan su sabiduría con el líder de secta actual.
— Pero Zewu-jun cuando te presentamos nuestro parecer no quisiste escuchar —dijo un anciano.
— No toleraremos que sigas mancillando nuestro clan —dijo otro anciano que tenía una larga barba.
Zidian crepitó en su dedo, lo que le dio un sentimiento de gran poder. — Ustedes no tienen la potestad ni el poder de decirme que hacer sobre mi vida personal, pueden llamarme la atención sobre mi desempeño pero lo que haga con mi vida, lo decido yo — comenzaron a dispararse más rayos de Zidian, entonces ordenó al arma que se convierta en un látigo, para luego ponerse de pie.
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