Small Purple Clouds (XiCheng)

Capítulo: 27. Axinita

Zewu-jun mientras observaba a los demás alejarse, había sentido la presencia del otro cultivador aproximándose, pero nada le preparó para lo que había ocurrido después.

Jiang Cheng lo tomó por sorpresa y lo había arrastrado bajo el agua unos segundos para luego soltarlo dejando que tuviese oportunidad de volver a tomar aire.

Lan Xichen comenzó a toser, mientras Jiang Wanyin no pudo soportarlo y comenzó a reírse a carcajadas.

— Wan- yin. — pudo decir con un tono incrédulo y con la voz ronca.

— Lo siento, lo siento, quería comprobar si era verdad que shizun Xichen-Ge no era experto en natación... — decía entre risas burlándose de cómo la pequeña lo había llamado.

Lan Xichen no pudo enojarse, escuchar su risa cantarina y la forma en que lo llamó borró todo el enojo que se estaba formando y tiñó de rojo su cuello y orejas, era tan notable que Wanyin se encontraba en su elemento moviéndose con gracia, como si el dios *Feng Yi hubiera tomado la forma de este hermoso hombre mortal. Verlo siendo travieso despertaba algunos deseos dormidos en su interior.
Lan Xichen sólo atinó a mirarlo con una interrogación perceptible en su rostro.

—Lo sé, lo sé, me lo has dicho, pero ya no puedo confiar en el "No decir mentiras" de tu secta. — entrecerró los ojos, luego soltó un suspiro decepcionado. — Es una pena, me hubiera gustado competir nadando contra el gran Zewu-jun. — agregó para luego alejarse con gran rapidez.

Lan Xichen se lanzó tras suyo para seguirlo, en verdad le costaba mantener la velocidad que llevaba el otro hombre.

Jiang Cheng se volteaba a mirar de vez en cuando mientras iba riendo, hace cuanto no se sentía así de libre, en ese momento no era un líder, solo era Jiang Cheng, deseaba poder transmitir esa libertad al otro líder, por lo que hizo que lo siguiera hasta una parte más privada del muelle, allí podría darle algunas instrucciones fuera de los ojos curiosos.
Se subió a la pasarela del muelle y tomó asiento, palmeo su costado invitándolo a sentarse y descansar.

Jiang Cheng estiró sus brazos hacia atrás recostándose en ellos luego cerró los ojos disfrutando de los últimos rayos del sol. — Tenía pensado enseñarte algunos trucos para mejorar tu estilo de natación, pero creo que por hoy es suficiente, estoy agotado. No se lo digas a los sanadores ni al tío Yu, que tenían razón en que necesitaba ejercitarme, para recuperarme.

— hmmm...  — Lan Xichen respondió, mientras no dejaba de mirarlo, habían gotas de agua recorriendo su rostro, algunas estaban fijas en sus pestañas, su pecho amplio con músculos marcados, llevaba aquella cicatriz que para muchos quizás les parecería repulsiva, pero para él era una muestra de sacrificio por el amor a un hermano.
Sus ojos traidores se desviaron a sus pezones que estaban al descubierto, eran rosados y estaban erectos quizás por el frío del agua, tragó secamente apartando la vista, rogando el perdón a sus antepasados.

Jiang Cheng era completamente ignorante de lo que estaba causando, como hombre nunca le importó descubrir su tórax, era algo normal que hacía cada que se lanzaba al lago o cuando sentía mucho calor durante su entrenamiento, tampoco se sentía cohibido por su cicatriz, era algo normal que un hombre lleve cicatrices más si fue un héroe de guerra, era como un trofeo que decía miren estuve ahí y sobreviví.
Si alguien le dijera que debía ser más recatado solo se encogería de hombros restándole importancia.

Por el contrario, para los Lan, sean hombres o mujeres debían ser decorosos con sus apariencias, por lo que siempre llevaban bastante capas de prendas encima suyo.