Capítulo: 25. Benitoita

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Jiang Cheng realmente no esperaba que Lan Xichen accediera tan fácilmente a la propuesta, pues él no se consideraba como alguien con el que pudieran pasar una buena velada, no era divertido, no sabía hacer bromas, no tenía temas de conversación a parte de lo que compete a su cargo, o su sobrino o actualmente los niños.

Maldición, sólo lo había preguntado sin pensar, buscando cambiar de tema y recordando la sugerencia de ese idiota, por lo que no se había preocupado en planear a cuál lugar irían.

Ahora sí se encontraba en un gran aprieto, pero su orgullo no le permitía mostrar su desesperación al hombre frente suyo.

Llevó su dedo a su mentón en señal de que estaba pensando e iba diciéndolo en voz alta — ¿Un disfraz?...— Jiang Cheng no era un hombre que hacía bromas, eso era más del idiota de su hermano, no tomaría ventaja para burlarse del Jade.

—Podría conseguirle prendas similares a los que usan mis subordinados pero, ummm... ¿puede prescindir del uso de su cinta de la frente?

Lan Xichen comprendió a qué se refería, si quería pasar desapercibido, era mejor no llevar puesta la cinta. Aquello le trajo recuerdos de su época de prófugo de los Wen dónde tuvo que esconder su preciada cinta para no ser reconocido...

Los bellos ojos de Jiang Cheng estaban posados en él, esperando una respuesta.

Zewu-jun entonces le demostró una suave sonrisa —Claro, no te preocupes, mi cinta la puedo ocultar mientras la lleve conmigo, no habrá problema alguno. Y me parece perfecta la idea de ir como su subordinado, líder Jiang— lo último lo dijo con un tono de voz más grave.

Jiang Cheng sintió un cosquilleo en su vientre ante aquel tono, desvío la vista y respondió. —Entonces está hecho.

— ¿Dónde iremos?— Lan Xichen preguntó emocionado.

Mierda... —Es sorpresa— respondió como si se lo estuviera diciendo a un niño.

Los ojos del Jade brillaron de emoción —Me encantan las sorpresas.

Jiang Cheng no pudo evitar imaginárselo como un cachorro emocionado meneando la cola... lindo.

El líder Jiang había conseguido un juego de hanfus púrpura para el líder Lan

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El líder Jiang había conseguido un juego de hanfus púrpura para el líder Lan. Este lo tomó como si fuera la cosa más preciada y dio agradecimientos efusivos.

Jiang Cheng consideró aquello como que el hombre estuviera emocionado por recorrer la ciudad.

Una vez que Lan Xichen se retiró, llamó a algunos de los centinelas y les pidió algunas indicaciones de lugares para ir tomar una cena y bebidas, que sea elegante y que no tenga apariencia de una *casa de flores.

Después de varias ideas y descripciones encontró el lugar perfecto, luego encargó que prepararan un carruaje, sería menos llamativo que ir sobre sus espadas, aportaría privacidad y los dejaría en la puerta de dicho establecimiento.

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