Capítulo: 16. Obsidiana

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**Vean el video que acompaña este capítulo.

Jiang Cheng despertó desorientado, sin comprender absolutamente nada sobre lo que estaba pasando a su alrededor, solo escuchando voces desde antes de abrir sus ojos, voces que llegaban a molestarle entre su descanso.

Escuchó a las personas hablando fuera de su habitación, -que ruidosos, cómo se atrevían a reunirse frente a la habitación del líder y molestar así-, entonces se incorporó como pudo, sintiendo su cuerpo muy pesado y entumecido, razonando como pudo a que quizás se debía al desgaste de su cuerpo en los últimos días.

No estaba seguro que había pasado, sus recuerdos se mezclaban, lo último que recordaba era que su sobrino estaba aún en Lanling Jin, en manos de otras personas, en manos de personas que según él, ni siquiera llevaban su sangre tan puramente como él lo hacía al ser hijo de su hermana.

Fue arrastrando sus pies hasta llegar a la puerta corrediza, y la abrió, sujetándose del marco para mantenerse equilibrado, sintiendo un fuerte mareo llegar a su cabeza. Diablos, era tan molesto, ni siquiera cuando había dado sus mejores batallas en la guerra había terminado tan agotado.

Vio a varias personas que no podía identificar pero una en particular le llamó la atención, llevaba prendas de los mismos colores que alguna vez vistió Wei Wuxian y, cuando esta persona se giró, las imágenes del pasado fueron superpuestas, abrumándolo con nuevos recuerdos que le hicieron dolor el pecho, llevando una de sus manos intuitivamente a ese lugar.

Luego de unos segundos ahí, observando, no pudo evitar preguntar.

—¿Wei... Wuxian? —su voz salió rasposa y seca, le dolía la garganta y parecía que no la había usado en días.

El otro hombre en cuestión se tensó y su rostro demostró vergüenza y temor, como si se debatiera en responder a su pregunta o buscar su camino en otra parte.

—Jiang Cheng... yo— dijo cerrando los ojos y cubriendo su cabeza instintivamente con su brazos al ver como el Jiang se encaminaba hacia él.

Lan Wangji, que observaba la escena, no dudó en tomar a Bichen, dispuesto a ir a defender a su esposo, sin importarle que con aquella acción pudiera terminar convirtiéndose en enemigo de una secta completa, Wei Ying era más importante, pelearía por él contra quien sea; cuando ya estaba decidido a ir, fue detenido por su hermano, quien lo sujetó con firmeza y bloqueándole el camino.

Se sintió traicionado, no pudo evitar mirar con frialdad la mano del mayor, con la que sujetaba su muñeca
—¿Xiongzhang?

Lan Xichen no apartaba los ojos de Jiang Cheng y murmuró— Wangji, no seas impulsivo, observa bien, el líder Jiang está completamente desarmado.

En definitiva, Jiang Cheng no portaba ni siquiera su anillo Zidian, tan solo sus vestiduras, donde faltaban las capas exteriores y sus botas.

Lan Wangji bajó lentamente su espada, no confiaba aún del todo, pero asintió a su hermano y siguió observando lo que estaba ocurriendo, pero se mantuvo de todas formas alertas, por si la situación rebasaba a su pareja y necesitaba sacarlo de ahí.

Wei Wuxian estaba esperando un grito, algunos golpes, la inconfundible quemadura provocada por el látigo espiritual, pero lo que menos esperaba es sentir el choque de un cuerpo que lo abrazaba y lo desequilibraba —¿Wei Wuxian... en verdad eres tú?— se escapó de sus labios, acompañado de un inconfundible sollozo que terminó por sorprender al Wei.

Wei Ying no esperó aquello, primeramente fue sorprendido por la reacción, luego lo sujetó para no caer juntos por el impulso. Dudó un poco pero finalmente lo abrazó y Jiang Cheng se dejó envolver por aquella sensación, Wei Wuxian podía sentirlo temblar y por su familiaridad con la energía Yin podía percibir como estaba en constante movimiento en el cuerpo del Jiang, siendo la responsable de aquel comportamiento en quien aún consideraba su hermano.

Small Purple Clouds (XiCheng)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu