Capítulo: 63. Cianita Negra

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Después de que el Maestro Wei y Hanguang-jun habían vuelto a la secta Gusu Lan, Wen Ning se mantenía en inmediaciones a la cueva donde Song Zichen se encontraba sellado cultivando.

Para no aburrirse había creado una serie de rutinas desde que comenzó a vigilar la cueva, durante la luz del día le gustaba caminar en los alrededores, buscar nidos de aves y observarlos escondido, mientras los poyuelos eran alimentados por sus padres, otras veces recogía semillas y frutos para dar a los pequeños mamíferos que tímidamente se acercaban a él por curiosidad. Por las noches la energía de Song Lan era más fuerte por lo que Wen Ning se mantenía alejado para no ser afectado.

Al siguiente día volvió a caminar por los alrededores, con el intenso frío y la nieve quería ayudar a los pequeños animales que podrían estar sufriendo, cuando fue alertado por el débil sonido de algún animal, buscando y buscando llegó a un área cubierto con forrajes de arbustos, se asemejaba a un nido improvisado, debajo de ellos se encontraba un pequeño cachorro negro de algún tipo de felino. Antes de acercarse echó una mirada a su alrededor pero no se veía a la madre del pequeño en ningún lado, aunque los animales no podían dañarlo, aún así decidió ocultarse un momento para ver si la madre aparecía y asistía a su cachorro, que la madre esté cerca se escondió y esperó pero nunca llegó y el cachorro seguía llorando.

Después de una hora salió de su escondite y se acercó hasta el nido, lentamente acercó una de sus manos hasta el animal intentando no asustarlo, el pequeño era un cachorro macho de pantera parda, al no retroceder ante la mano, Wen Ning pudo tomarlo con ambas manos y lo cargó, en ese instante percibió un pequeño núcleo de bestia muy débil latiendo en el animal.

— No eres cualquier animal, sino un pequeños Yao —dijo Wen Ning al pequeño quien había dejado de llorar al haber sido cargado y lo miraba con curiosidad.

Wen Ning lo llevó consigo hasta el lugar que solía ocupar frente a la cueva, aún no sabía que podía dar al pequeño para alimentarse, las bestias generalmente se alimentaban con energía Yin, pero este pequeño cachorro posiblemente aún dependía de la leche de su madre... -o quizás ya comía carne cazada por ella- pensó el cadáver feroz ya que el cachorro ya tenía dientes fuertes, entonces se le ocurrió una idea.

Improvisó una manera de cargarlo a su espalda con parte de sus prendas, luego extrajo un arco y flecha de su bolsa de qiankun y cazó un faisán, lo desplumó, limpió y se lo ofreció al pequeño.

Después que el cachorro devorara la presa, dejó de chillar y dio un gran bostezo. Wen Ning preparó un improvisado nido en el suelo con la parte superior de su prenda y lo acomodó allí para que duerma.

— Vigilaré si tu madre vuelve a aparecer, si ella no aparece te quedarás conmigo hasta que aprendas a cazar por tí mismo —dijo mientras lo acariciaba detrás de las orejas, el felino respondió con un ronroneo.

Aunque Wen Ning sabía a través de Wei Wuxian que había un proyecto de criar a los Yaos para convertirlos en bestias espirituales, también sabía que habían otros cultivadores que no estaban de acuerdo con ellos y verían a un cachorro como una amenaza. Suspiró y se puso de pie para vigilar en los alrededores, lo más seguro era que la madre había sido cazada, las bestias adultas eran diferentes a los pequeños cachorros, mientras los adultos eran inteligentes y causaban daño los pequeños aún no conocían nada sobre cómo sobrevivir.

En la noche Wen Ning se sentó sobre una roca alejado de la cueva pero sin  perderla de vista, *Xiao Hei así comenzó a llamar al cachorro, encontró una rama seca y la comenzó a roer, en algún momento volvió a quedarse dormido.

En horas de la madrugada un fuerte sonido surgió de la cueva y la roca que sellaba el lugar comenzó a presentar grietas, una luz empezó a filtrarse a través de ellas.

Small Purple Clouds (XiCheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora