Entre libros y problemas

153 17 0
                                    

Cuando llega el inicio del cuatrimestre y debemos anotar en las asignaturas que deseamos cursar Will se sorprender al ver mi interés por las clases de anatomía y biología.

Sin notarlo las charlas en la biblioteca con una muy apasionada Gilbert el verano pasado han calado en mí el deseo de aventurarme a las ciencias médicas.

En un principio mis compañeros, hombres en su totalidad, me miran extrañados cada mañana al entrar en clases. Les cuesta tan solo unas semanas cambiar su asombro a arrogancia y el deseo de recordarme cada día las limitaciones de mi capacidad como mujer. No les prestó atención en lo absoluto y ellos callan en cuanto el maestro comienza con la lección.

Quien creería que las elegantes mesas de robles de Queens quedarían manchadas de sangre de cerdo al iniciar las prácticas de anatomía humana. Viscosa y de un rojo intenso sale a brotones del podre animal en el que practicamos, algún que otro alumno retiene una arcada y, aunque no me agrade mucho partir a un cerdo cada lunes, cuando el profesor pone el gran corazón en mis manos pareciera que su peso sacara el que he retenido en mi pecho desde aquella tarde en la casa de té.

Paso meses de esta forma, totalmente sumida en los libros y las tareas, llenando cualquier hueco de tiempo libre con alguna actividad sin tomar descanso, con tal de no pensar fuera de mis estudios pero aun así, los asuntos familiares atacan mi mente de noche, causándome insomnio y las pocas veces que puedo dormir, pesadillas sobre Elio.

Sé que ignorar el problema en cuestión no lo hará desaparecer, pero mientras no obtenga ningún indicio actual de mis hermanos no pienso molestar a mi padre con absurdas conjeturas.

Will ha sido de una increíble ayuda este último tiempo, el sí que se ha sumergido de cabeza en la búsqueda. Ha escrito a cada establecimiento que aparece en el folleto y a la dirección que figura en la carta de Credence, insistí en hacerlo yo misma pero mi amigo explico que, con la reputación de Elio y a los lugares donde iban destinadas las cartas, sería mejor que la firma de estas no sea de un familiar por temor a que los problemas de mi hermano pasen a ser míos.

El ritmo agitado me ha dejado sin vida social, solo veo a Ruby y a las demás en las comidas de la casa y casi ni hablamos, por eso me sorprendo demasiado en cuanto veo a Anne entrar en la biblioteca de Queens esta tarde.

- Hola- saluda al ocupar la silla junto a mí- tenías correspondencia en tu apartado, te la he traído.

- Gracias Anne. He estado tan dispersa que me he olvidado por completo de revisar- digo sonriendo y tomando los sobres que me tiende.

- Si, las chicas y yo te hemos notado algo cambiada. ¿todo está bien? -Sus ojos celestes me miran curioso,- sé que no somos tan cercanas como con Ruby, pero puedes contar conmigo para lo que necesites.

Su amable sonrisa me hace respirar correctamente, cuando en realidad no había notado el cambio en mi aire. A decir verdad creo que me hace falta una amiga, Will se ha mantenido tan ocupado como yo en los estudios y la búsqueda que nuestros horarios nunca coinciden y ya casi no lo veo. Alguien con quien hablar me vendría de maravilla.

- Solo son las clases me he tenido que esforzar un poco más este periodo- digo, ella parece comprenderlo y me dice cuan intrépida ha sido mi elección y las grandes expectativas que tiene de mí.

Hablamos todo lo que queda de la tarde, ella me comente que su novio también estudia medicina pero en otro lugar y que seguramente me agradaría muchísimo, pues considera que ambos somos igual de inteligente y apasionados por el teme en cuestión y que podríamos discutirlo con fluidez. Yo le respondo que me gustaría conocerlo algún día, pues según lo que todas me han comentado es un chico maravilloso. Anne está decidida a hacerme pasar las próximas fiesta en Avonlea.

- No lo sé, no podría dejar que mi padre pase solo las fiestas.

- Oh, bueno es una lástima. Green Gables es un lugar espléndido y estoy segura que le fascinarías a Marilla.

Prometo visitarlo algún día y ella parece feliz con eso, y comienza a relatar cada lugar de Avonlea son sumo detalle, hasta que se hace hora de cenar y nos dirigimos al comedor para reunirnos con las demás.

Evito contarle a alguna sobre mi problema familiar, no porque no confié en ellas, solo es que lo creo tan íntimo y confuso que pienso que sería mejor guardarlo para mí y Will.

(...)

Querida Elizabeth:

Me siento verdaderamente estafado, pues al fin del verano alguien había prometido escribirme y ya he pasado más de 3 meses y no he recibido carta alguna sobre dicha persona.

¿Que piensas tú?

Yo creo, sinceramente, que trata de evitarme pues es una chica muy voluble y, aunque imagine que en nuestra despedida habíamos quedado en buenos términos, tal parece que no es así. Pero lamento informarle que su plan fracasara porque me veo obligado a permanecer el siguiente verano nuevamente en su compañía ya que nuestro proyecto ha conseguido la aprobación del consejo estudiantil y pasaremos a la siguiente etapa.

Espero que esto no la molesto tanto y tenga la consideración de recibirme con los brazos abiertos (pero sin ninguna comida) en su hogar.

En fin, sé que seguramente estarás muy ocupada en tus estudios y esa es la razón de la ausencia de tus cartas, pero hazme el favor de dar alguna señal de vida o asumiré que te perdiste camino a Queens y no tendré otra opción que ir en tu búsqueda.

Atentamente

-Un muy ansioso Gilbert Blythe en espera de una carta.

(...)

Querido Gilbert.

¿Cómo te atreves a llamarme voluble?

Con lo decidida y obstinada que me auto percibo tu calificativo a herido gravemente mi orgullo.

Tienes razón he estado tan concentrada en mis estudios que me he olvidado por completo de las promesas que hice al partir de Toronto, pues ni siquiera e escrito algo a mi padre, pero a partir de ahora he decidido disminuir la velocidad pues varias de mis amigas han comentado el poco tiempo que les he dedicado, así que espera mucha correspondencia de mi parte.

Me alegra saber que el proyecto ha sido aprobado, pero si pasaras el siguiente verano Mt.Rosse debo advertirte que tendrás que soportar mis malas habilidades culinarias o morir de hambre, pues Will pasara sus vacaciones en Italia con unos amigos de su padre y aunque le e insistido hasta el cansancio en que me lleve con él, sé que mi padre no soportaría que lo abandone de esa forma.

Así que sin más, le recomiendo repensar sus planes y si aun así decide pasar el verano en mi compañía, abstenerse de cualquier comentario hacia mi comida.

Saludos, desde una pila de libros.

-Elizabeth Rawson

PD: Me he olvidado de mencionar por completo. Estoy cursando este semestre asignaturas asociadas a la ciencia médica, así que reflexiona bien porque puede que pase todo el verano haciéndote preguntas.

Bad Kind of Butterflies / Gilbert Blythe/Where stories live. Discover now