Primer Día

354 25 5
                                    

A decir verdad los solitarios pasillos de Queens iluminados con una luz tan tenue como la de las lámparas hacia parecer a la institución un castillo sobre los que solía leer de niña.

Al llegar a mi cuarto noto que la puerta está abierta y un ligero murmullo sale de adentro.

Me asomo y logro ver un grupo de cinco o seis chicas todas sentadas alrededor de una pelirroja que habla y gesticula rápidamente, abriendo de sobremanera sus ojos con cada expresión.

Se nota que la charla es muy íntima, todas susurran y ríen a la vez

Quedo estática en el hueco de la puerta, no sé qué hacer.

Mi mente empieza a correr...

Si las interrumpo ahora quedare como una maleducada pero no puede dormir en el pasillo y ya está oscureciendo debería ir con Will decirle lo que pasa y dormir con el pero sería un escándalo total que una mujer durmiera en la habitación de los hombres definitivamente la peor manera de empezar el año con una reputación manchada ¿Qué hago? , tal vez en la cuidad haya algún hotel tengo algo de dinero en...

-Hola debes ser mi compañera de cuarto- una aguda voz me saca de mis tontos planes- Soy Ruby Gilles- de mi altura, con un hermoso cabello rubio ondulado, extiende su mano saludándome.

-Elizabeth Rawson, un placer- estrecho su pequeña mano.

Rápidamente me invita al cuarto y todas se presentan: Dianna, Jane, Tillie,Josy y Anne con una e, son del mismo pueblo y estudiaron juntas, se disculpan por acaparar la habitación pero según ellas tenían que discutir un tema con demasiada urgencia.

- Está bien, no me molesta.

Se quedan un momento susurrando reunidas en la cama de Ruby mientras yo me preparo para dormir, cuando terminan todas se despiden amablemente.

Paso los primeros momentos de la noche repitiendo en mi cabeza que mañana será un excelente primer día y duermo calmada soñando con un hermoso salón con escritorios y un gran pizarrón, donde se las respuestas a cada pregunta y el piso está lleno de flores, pero a nadie le parece extraño.

Obviamente mi sueño no puede estar más alejado de la realidad.

Si hay un salón, y efectivamente este cuenta con un enorme pizarrón, pero los escritorios son para dos personas.

No sé dónde sentarme, ni con quien. No conozco a nadie y no quiero estar sola todo el año. Debería haberle insistido a Will sobre tomar esta clase.

Camine, elegí al azar un lugar, me senté y esperé a que iniciara la clase. Rogando que seamos una clase con alumnos pares así no quedare olvidada y sola en la esquina.

De repente se oyen voces inentendibles y estas se acercan al salón, Ruby y sus amigas entran causando un poco de alboroto.se las ve emocionadas, comentan y señalan cada mapa de la pared, cada libro en los estantes, parece que nunca han visto u oído de estas cosas, me rio ligeramente y veo por la ventana hacia el jardín trasero del instituto, me recuerda a casa.

A esta hora papá estará tomando el desayuno, o luchando por hacerse uno.

-¿Puedo sentarme aquí?- reconozco la voz de Ruby, esta parada a un lado de mi escritorio con un liso vestido rosa palo y su cabello recogido.

- Sí, claro.

Sus amigas ocupan los escritorios por delante y detrás del nuestro y no pasa ni un segundo cuando ellas vuelven a conversar, pero esta vez me incluyen en su charla.

Son divertidas y amables, me preguntan de dónde soy, y al responderles Anne pide que describa mi hogar, que no omita ningún detalle.

La clase cuando el hombre más delgado y alto que vi en mi vida entre y ocupa el lugar del profesor. Lo primero que dice, con una voz pausada y baja es que quiere conocernos a todos, quiere presentaciones.

Maldito Will. 

Los días se convierten en semanas y la semanas en meses tan rápido que en un parpadeo estoy empacando para volver a New York junto con Will para las fiestas.

Las clases han sido maravillosas, he aprendido sobre geografía, botánica, literatura, hasta política y derecho, el aprendizaje ha creado en mis deseos nuevos. Antes me resultaba imposible imaginarme fuera de mi hogar, pero ahora sé que hay más que 4 paredes y un hermoso jardín.

Will esta asombrado con mi descubrimiento, dice que en cuanto terminemos los estudios nos subiremos a un barco y veremos cada rincón del mundo, yo le digo que primero tiene que terminar los estudios, toma tantas clases como le es posible pero en lo que va del año no lo he visto tocar un solo libro, solo su guitarra.

En el instituto se respira un cálido aire de alegría a pesar de la nieve que se acumula en la entrada, todos volverán a casa.

Las chicas también están muy emocionadas, sobre todo Anne, que espera volver a ver a su novio en Avonlea.

Despacio y paulatinamente el decorado instituto Queens le dice adiós a sus estudiantes y queda vacío al final del día.

Al irme de despido de todos prometiendo regales en mi regreso, Ruby quiere un adorno para su cabello, Jane un nuevo espejo, Tillie y Josi presumes y Dianna una pluma de diseño, Anne solo me ha pedido que le escriba sobre mis días en América.

Prometo conseguirles todo y con agridulce sentimiento en el pecho cruzo las enormes puertas de roble junto con Will, lista para volver a casa siendo totalmente diferente.

Bad Kind of Butterflies / Gilbert Blythe/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora