Todo estará bien

188 17 0
                                    

Ni el encaje más bonito, ni la seda más fina pudieron obtener mi atención esa tarde en el pueblo.

Después de tantas búsqueda y desesperaron por fin obtenía un indicio de mi familia en parís, pero este no detonaba nada bueno.

La carta tenia fecha de hace casi siete años, dirección de parís y el nombre de mi padre como destinatario.

Elio, mi hermano, la escribió con letra dura y gruesa. Pocas palabras y casi sin ningún significado verdaderamente entendible llenan el cuerpo del mensaje y me hacen preguntar una y otra vez que sucedió entre los Rawson para que un hijo no quiera recibir noticia alguna de su padre en tantos años que se mantuvieron distanciados.

Al final de la tarde papá entendió que era imposible cambiar mi humor con un par de telas y zapatos y volvimos a casa para el anochecer.

Will nos esperaba en la puerta, emocionado, y apenas bajamos del carruaje habla sin parar de la cantidad de gente a la que ha escrito para que asistan el sábado a la fiesta. En su euforia momentánea no nota mi ánimo, y aunque trato de mantenerme lo más normal posible, Gilbert me mira preocupado una vez que entro al invernadero.

Con su libreta y lápiz en mano, me pregunta que ha sucedido pero, a pesar de la confianza que hemos construido esto últimos meses no me siento segura de comentar lo que descubrí en la habitación de mi padre.

Digo que estoy cansada por las compras y el parece aceptarlo, me comenta que la herida de Chas parece mejorar con la medicina número dos y que esta parece ser la más acertada de todas. Lo escucho sentada en una banqueta a su lado, totalmente abstraída de la conversación y solo asintiendo cuando lo creo necesario.

Finalmente dice que sería mejor descansar y sin cenar, alegando un ligero malestar subo a mi habitación pensando una y otra vez en Elio y Cledence.

(...)

Me despierto al día siguiente con aun más preguntas rondando en mi cabeza.

La dirección que figura en la carta no es la de nuestra casa en parís. Recuerdo lo difícil que era llegar a ella y en las cartas que nos llegaban solo figuraba "Residencia Rawson/ París, Francia". Todos parecían conocer el camino a casa, pero nadie podía dar la dirección exacta.

Roso con mis dedos el dorso del papel "Cinquième Avenue 2034" se lee como dirección del remitente.

- ¿Solo esto encontraste?- pregunta Will luegpo de analizar detenidamente la carta de Elio.

- Si- contesto

Estamos en la habitación más remota de la estancia, casi a los segundos de despertar arrastre a Will de la cama hacia aquí. De paredes y pisos vacío, con solo una ventana por la que difícilmente se cuela en sol, es el mejor lugar para permanecer escondidos.

Deja el desgastado papel en suelo con una expresión resignada

- Podría escribirle- propongo- tengo una dirección a la cual asociar a mi familia. Podría escribirle a mi hermano con dirección de Queens , si lo hago ahora podré obtener una respuesta apenas lleguemos allí.

- No funcionara- Will no me mira, tiene los ojos clavados en sus manos y su voz suena casi como un susurro.

- ¿Por qué no?- pregunto

- ¿Cuánto recuerdas de Elio?- la miro confundida- eras una niña la última vez que viste a tus hermanos.

- Lo que mi mente guarda de mis hermanos son imágenes borrosas. Sé que Credence se casó antes de que nos fuéramos y que Elio decidió quedarse con mamá.

- Una vez me hablaste de ellos, ¿sabes?, de tus hermanos, en especial de Elio.- se lo que viene a continuación antes de que las palabras abandonen sus labios- no creo que sea conveniente tratar con él.

Me paro abruptamente alejándome enojada

- Lo que haya dicho de ellos a los diez años no tiene relevancia ahora Will.

- Elio dejo en la ruina a tus padres más veces de las que podías contar a esa edad, me contabas sobre las peleas y los gritos que escuchabas cada vez que él se dignaba a aparecer en tu casa...

- Todo eso no tiene importancia ahora- alzo un poco la voz, mis ojos pican un poco por las lágrimas que me esfuerzo por mantener- mi madre no me ha escrito desde las navidades pasadas, nunca tuve contacto con mis hermanos y mi padre se niega a hablar de ellos. No crees que deba restarle importancia a los recuerdos borrosos de una niña pequeña con tal de entender que está pasando.

- No creo que debas arriesgarte a enviar una carta a esa dirección-se levanta y se acerca- conozco la quinta avenida en París, la visite con mi padre en la gira pasada. En un lugar peligroso y grotesco, lleno de delincuentes y estafadores. Han pasado años desde que se envió esta carta, Elio podría haberse mudado.

- Es el único hilo de pista que tengo. Si hace falta me iré a parís con tal de encontrar a mi familia.

- Tu no iras a parís- dice resuelto. Estoy preparada a discutir con el cuándo continua- yo iré.

- ¿Tu?

- No me costara convencer a papá de armas la valijas e ir a parís, una vez allí intentare dar con Elio.

- Iré contigo- digo rápidamente.

- Sabes que tu padre se desmayaría si tan solo pensaras en ir a parís. Debes volver al instituto, nos encontraremos allí en algunas semanas.

- No llegaras al inicio de clases.

Se encoje de hombros despreocupado, no pierdo tiempo y lo abrazo.

(...)

- Es una lástima que te pierdas la fiesta Will- dice papá.

No encontramos todos en la entrada despidiendo a mi amigo.

- Ya sabes cómo es el viejo Briket, no puede estar mucho tiempo sin mí.

Ambos ríen y se saludan.

Veo a Will subir al carro que lo llevará al pueblo y solo puedo pensar en las palabras que me susurro esta mañana al oído en esa solitaria habitación.

"Todo estará bien"

Bad Kind of Butterflies / Gilbert Blythe/Where stories live. Discover now