Hermanos

Cuatro elementos

"Puedo verlo, puedo verlo" pensaba. Intente avanzar, pero apenas lo intente mis piernas flaquearon.

— ¿Eh? — dije estúpidamente mientras me iba de cara al suelo.

"Ah si, usar varias expresiones nos cansa" pensé.

"¿Y por que pienso en plural?" dije antes de azotar la cara con el piso.

— ¡Protector! ¿Qué estas haciendo? — me gruño Wollvori.

— Me caí, ¿no es obvio? — respondí con una pequeña risa.

Wollvori se detuvo en seco.

— Ya ni siquiera quiero preguntar — dijo Dánae por ella.

"¿Ya nos podemos levantar?" preguntó mi cerebro.

"Cinco minutitos más" respondí

— No tenemos tiempo para esto. Ayúdanos a buscar, ¡ahora! — gruño Kandox, levantándome del cogote.

Le di unas palmaditas en la cabeza. — Buen chico. — dije. — Ahora, me puedes arrojar hacia allá. —

"No, hacía el otro lado" me corrigió el cerebro.

— No abuses de tu suerte niño. — me gruño

— Es que allí esta el bebe pollo-pony — respondí cambiando la dirección.

— ¿Eh? — respondió sin comprender nada.

— Si, te lo juro, pero creo que mis piernas están descompuestas. — me reí — Así que, si me avientas para allá, prometo darte cinco estrellas. —.

— ¿Qué rayos están haciendo? — gruño Wollvori fastidiada.

— Creo que le pegue demasiado fuerte. — dijo Kandox depositándome en el suelo. Me sentía mareado, pero de algún modo me sostuve en pie.

"Bueno, creo que no nos caemos" pensé. "Pero solo le voy a dar dos estrellas a Kandox por no aventarme, ¡pésimo servicio!"

"Nop, ahora despacito, poco a poco... un paso a la vez" dijo una voz en mi cabeza.

"¡Ay que lanzarnos a los trancazos sin miedo!" respondió otra.

— ¡Wakanda por siempre! — grite y me lance corriendo por el pollito- caballo.

"¡Idiotas! Se supone que esa película no se estrena todavía. ¡Nos van a dar pulgar abajo por spoilers!" me regaño mi cerebro.

— Entonces... ¡Por Narnia! — me corregí.

"Por que seguimos insistiendo en incluir memes en capítulos serios" se indignó una vocecita en mi mente.

El mundo se movía de un lado a otro y mi cerebro se estaba portando muy raro. Pero mis expresiones tomaron el control, el viento me impulso con velocidad, mientras que con tierra me las arreglaba para avanzar como Edwin, impulsándome en salientes que aparecían desde el suelo. Gracias a fuego podía ver una mancha térmica que adivinaba era el pequeño hijito de Diana.

"Oye, ¿y los grifos e hipogrifos nacen de su mamá o de un huevo?" pensé al llegar. Siempre con interrogantes interesantes en los momentos justos.

"¿Y si le preguntamos a Pancracio después? Mientras ¿tocamos a la puerta o abrimos esto estilo Chuck Norris?" me contesté a mí mismo.

— ¡Estilo Chuck Norris! — respondí feliz y arrojé una patada con viento para derribar la puerta. Sin más me acerque al interior del establo, pase corriendo entre caballerizas hasta el fondo de la construcción y allí, descubrí oculto algo que supuse, era una especie de puerta en el suelo.