Hermanos

Un nuevo jinete

Chicos, ¿cómo están? Atención aquí. Bien el show es este. Buena noticia. Sigo vivo, entero y en pleno uso de mis discapacidades mentales. Más buenas noticias. La historia continua, no voy a abandonarla ni nada parecido. Malas noticias, me quede sin mi laptop, de momento y por algún tiempo más, debido a razones particulares soy incapaz de repararla o adquirir una nueva por ahora. Peores noticias, también estrelle la pantalla del celular y por ello no podía usarlo para actualizar. Este es el primer capítulo que escribo por este medio y el corrector ortográfico apesta. Como los lectores más antiguos recordarán, hago el capítulo en un día: me siento, escribo y no me detengo hasta que termine y me guste el resultado. En el celular es más difícil.

Por otro lado, ¡Miguel ha vuelto! Así que continuemos.

------------------------------------------------------------

Vale.

Genial. Estar frente a una bestia mitológica que sueñas conocer desde Harry Popotes.

No tan genial. La bestia está enojada y tiene unos dientotes.

Aún menos genial. Tienes que hallar la forma de montar a esa bestia con chicas garrotas sin morir, preferentemente antes de que un sociópata asesine a tu hermano.

Y definitivamente nada genial. Mi ex novia casi nuevamente novia, sigue replicando me por dejarla en topless con la mencionada bestia mítica y luego abandonar a mi hermano en una probablemente casi segura muerte. ¡Cuánto drama caray!

Estaba agotado. Exhausto. Sostenía mi gema en la mano sin saber muy bien mi siguiente paso.

- Bien ¿y ahora qué? - preguntó Mayte.

- Me acercó y espero que funcione antes de que esa cosa me mate-

- ¿Que funcione que?- preguntó ella

Tragué saliva. -Manifestación del alma- dije - Hace algunos meses, cuando pelee con un hombre lobo, logre que mi alma lo mandara volando por medio estadio. Si podemos repetirlo, tal vez pueda domar a esta mamá pollo yegua.-

Sonaba bastante fácil, el problema es que era la primera vez que intentaba algo parecido a propósito. La vez anterior simplemente sucedió. Viento me había dicho que nunca antes había pasado, y las teorías varias iban desde que quería sobrevivir, quería ganar, no quería morir ni darme por vencido y estaba medio muerto. ¡Y no tenía tiempo de ir una por una a prueba y error! Seguía vinculado a Alain, así que cuando él tuvo conciencia de mi plan resonaron dos "¡Idiota!". Uno en mi mente, otro en mis oídos.

Mayte me jalo del cachete.

"¿Acaso quieres matarte?" Preguntó Alain en mi cabeza. "Piensa algo más, estúpido"

- ¿Quieres hacerle daño a ella? - preguntó Mayte indignada. - Debe haber otro modo-

- ¡Claro! ¿Por qué no nos sentamos y hacemos una lluvia de ideas? Solo debemos preocuparnos por unas cuantas vidas en peligro. Tal vez si le pedimos muy muy amablemente que se deje montar...-

"¿Y si lastimas al animal y no sirve de nada casi matarte?" dijo Alain.

Bien, puede que no pensara en eso, principalmente por qué la idea de lastimar a mamá hipogrifo era más difícil de creer. ¡Más aún cuando era mucho más probable que ella me lastimara a mí!

Por otro lado Alain parecía pensar lo mismo, era más probable que Sonantis le hiciera más daño a él. Yo ya sudaba de pura preocupación.

Desayuno no era el refuerzo que necesitábamos para ganar. Alain atacó con un grito un poco dramático, pero Sonantis ya lo esperaba, se puso en guardia para recibirlo... ¡y rodó a un lado antes de que un grifo lo embistiera! Desayuno se había lanzado detrás de su jinete, saltó por encima y trató de apresar a Sonantis con el pico. El general, sin perder un instante, cargo su bastón eléctrico, tal y como hizo para salir de la cueva, y trató de golpear al grifo. Sin embargo Alain estaba listo, lanzó un tajo tratando de alcanzar el costado de Sonantis, salvando así a su mega pollote. Por desgracia también notaba lo cansado que estaba mi hermano. La espada había alcanzado al cazador, pero no había podido atravesar el kevlar que este traía por protección. Sonantis aprovechó y cambio de objetivo, tratando de convertir a mi hermano en linterna. Desayuno estaba listo, con la agilidad felina que lo destacaba, apartó a Alain y lo subió a su lomo, reanudando el ataque. La altura extra y las garras del animal lograron lo que no habían hecho por separado y forzaron al general a retroceder.