De vuelta a la fiesta

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Todo el plan en mi cabeza sonó muy bien, hasta que Alain preguntó. - ¿Qué hacemos con Sabaku? -

- ¿No crees que el lobo feroz y su esposa ya se lo haya comido? -

- Sería demasiado optimista viejo -

- Bueno, necesitamos un poco de optimismo - razone - No nos vendría mal, ¿tú que dices chica lobo? Tus papás seguro que ya hicieron sándwich de cazador, a que sí. -

- Llámame chica lobo de nuevo y alimentare a mi perro con lo que quede de ti protector. - me amenazó.

- ¿Los lobos pueden tener perros? – pregunté. Me miro con enojo, pero decidió ignorarme.

- ¿Es posible que sus padres hayan vencido al general Sabaku? - preguntó Alain, Dánae no contesto, pero aceleró la carrera.

- ¿Un hombre lobo se pelearía con su perro por el dog chow? – desvarié, justo cuando salíamos del túnel. "Espera, ¿nos teletransportamos o algo?"

- Vaya... - se admiró Alain, y no para bien.

- Creo que atravesamos un portal interdimencional místicomágico – expliqué.

- No hermano, este es el poder del General. – me corrigió.

- ¡El general puede teletransportar un desierto! – pregunté – Porque estoy seguro de que este era un establo, cerca de un jardín, cerca de un lago... creo. - Mi mente esta algo confusa de esa parte. "Había caballos, una familia de hombres lobo, un caballo-gallina, voces.... No, las voces casi siempre son falsas, eso me dijo el Dr. Patricio, ¿no?"

- No nos teletransportaron hermano, este es el establo, y debemos volver pronto a la mansión. - gruño Alain.

- ¿Entonces la pirámide de allá es una alucinación? – pregunté.

A varios metros había una pequeña replica de una pirámide.... Que de pronto estalló.

- ¡Es Mimimomia! – grité. Dánae me golpeo.

- Son mis padres... - dijo cerrando la trampilla tras de sí. De la pirámide dos figuras lobunas salieron en una explosión de arena.

- ¿Los hombres lobo tienen poderes egipcios? – pregunté

- Ese es Sabaku hermano – respondió Alain.

- ¿Sabaku tiene poderes egipcios? – "Vamos, por favor dime que tiene poderes egipcios" rogué. "Por qué la alternativa es un enemigo capaz de crear algunas cuantas hectáreas de desierto y monumentos egipcios en medio de un jardín con un lago artificial. Prefiero pelear contra la momia."

Los lobos salieron de la pirámide, y apenas tocaron la arena, esta empezó a moverse. Sendos picos nacían del suelo buscando convertir a los alfas en brocheta. Eran verdaderas lanzas de más de dos metros que buscaban atravesar a los lobos de costado a costado. Recordé la manopla que hice para mi hermano o los guantes que usé para golpear a Sonantis... y sabía que comparar mi expresión de tierra con la del cazador era como comparar plastilina con un muro de concreto No sabía cómo, pero entendí que las lanzas que Sabaku creaba, era cada una tan dura como una gigantesca espada de acero. Y también sabía que eran la única superficie dura que podía ver, el resto sería como caminar por arenas movedizas.

Tome a Dánae del cuello por instinto, lo cual fue difícil considerando que colgaba de Diana. - ¡Tengo que ayudarles! – dijo ella.

- Pisar la arena, mala idea. - respondí. Me miró sin comprender, a decir verdad, yo tampoco entendí exactamente por qué lo dije, pero estaba seguro de tener razón. Diana también se rehusó a seguir corriendo, habría echado a volar de no ser porque la chica lobo aún sostenía al potrillo-codorniz, alias, su hijo bebe pollo poni.

HermanosWhere stories live. Discover now