El beso de un asesino

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Regla número uno si vas a luchar con Alain, no es malo si quieres correr con tu mami.

Regla número dos, probablemente te alcance de todas formas.

- Quieres arrebatarme todo de nuevo padre. No te lo permitiré. No esta vez. - decía Alain con voz baja.

- ¡Yo soy tu hermano! Her-ma-no - protesté sin bajar la espada. Había cubierto mi arma con viento, como un remolino de alta velocidad; en teoría su espada debí haber rebotado y salido en dirección opuesta. Pero no fue el caso, Alain seguía plantado con ambos pies y empujando con fuerza.

De acuerdo, ahora explicare un poco el poder de Alain, no es como si su espada mágicamente se transformara en un sable de luz y anduviera clamando que la fuerza era intensa en su interior, por mucho que tuviera los mismos ojos que Anakin Skywalker en la película Biblia de ñoños uno, dos y tres. De verdad no entiendo como hicieron seis de esas cosas ¡Y empezando por la mitad!, juro que si anuncian una nueva saga con Episodio siete, el renacer de ñoñoverso, no iré al cine... bueno, tal vez solo dos veces, ya saben, la primera vez para verla, la segunda para darte cuenta de los errores y la tercera para aprendértela de memoria; como la gente normal.

Pero bueno, volviendo al tema. Alain no era que convirtiera su espada en una espada de luz. No funciona así. Sarda una vez explico que el elemento luz y el de oscuridad eran los más difíciles de entender, porque sus expresiones ocurrían en el interior del usuario. Sarda, por ejemplo, era capaz de oír los temores, las mentiras y los secretos, porque para él la oscuridad representaba lo desconocido, su vínculo con ese espíritu guardián se debía a la curiosidad que él tenía por conocer nuevas cosas, su amor por los enigmas. Era además la única persona que hablaba abiertamente de su prueba de selección de gema. Al parecer fue Luz quien la realizó, y le enseño lo peligroso que era el conocimiento. También lo doloroso que podía ser enterarte de algo que realmente no quisieras saber. "Me mostraron cosas horribles. Al principio me advirtieron que no serían una ilusión, en su lugar me enseñarían algunos secretos que, a mi particularmente, se me habían mantenido ocultos por un motivo. Y que tendría prohibido terminantemente revelarlos" Confesó el maestro en clase. "Luz me dijo que era libre de retirarme cuando quisiera, pero si lo hacía, fallaría. Es justo aclarar, que sería la opción más sensata, por no decir, menos dolorosa. Tal vez sería prudente que tomara esa prueba cuando adquiriera mayor madurez, esas fueron sus palabras. Es obvio decir que me negué. Aún si la gente me llama ahora sensato, es un hecho que no siempre fue así, y mi arrogancia me costó un trago en exceso amargo. Pude enterarme que, en más de una ocasión mi padre golpeo a mi madre. Que un querido amigo mío en realidad me detestaba y envidiaba, que mi pareja, a quien tanto quería, en realidad no era feliz. Muchas cosas, aún más crudas, me fueron reveladas. No les contare más pupilos, en su lugar les diré esto. Aprendí que el conocimiento en sí es una herramienta invaluable, pero también es un arma de dos filos. Lo que aprendan en esta aula, les ruego lo utilicen para su propio crecimiento y también para el de los demás. Habrá saberes que querrán ocultar por el bien de otros y por el bien de sí mismos, y también secretos que querrán gritar a los cuatro vientos antes de que les carcoma el alma. Mi conocimiento es el mayor regalo que les tengo a ustedes, pues nunca he dudado que sea lo más importante que una persona pueda legar a otras. Pero la responsabilidad que acarrea es la primera tarea que les encomiendo."

El maestro Sarda había abordado a muchos de sus alumnos cada vez que sentía sus temores y dudas. Alain era lo opuesto, es decir, su expresión era luz. Así como Sarda su expresión era interna. Creía que la luz representaba la esperanza y la asociaba con la energía. Desde que hicimos nuestra conexión, me explicó en un día de entrenamiento, me explico que la energía que se transmitía hacía mi era como una luz liquida. Creía entonces que con su expresión podía potenciar esa luz tanto como quisiera, siempre que su cuerpo a soportase. En el entrenamiento de Kaikinbil, su expresión tuvo una evolución, se dio cuenta que los objetos tenían su propia energía, y él podía poner su propia energía en cualquier arma. ¿Recuerdan la hoja envenenada en su muñeca? El transmitió su poder a la hoja, y el veneno en el interior simplemente salió disparado como un dardo por la sobrecarga. Por eso no salió disparado cuando su espada y la mía chocaron, su propia energía lo impedía, era suficiente como para resistirlo. Dicho de una manera más simple, recuerden a Popeye y las espinacas, era más o menos igual.

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