Viejos amigos

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-¿Ya....ya llegamos?- pregunte mientras escupía mis pulmones y escalaba la maldita montaña.

-Estamos dos segundos más cerca de la última vez que preguntaste mocoso- gruño Andros

-Ya.... Y no me puede... llevar el brujito-

-No- respondió Leove secamente, quien flotaba con las piernas cruzadas en un círculo mágico cargando a desayuno.

-¿Y si... nos carga Andros?- pregunte esperanzado

-Enserio disfrutare lanzándote de la montaña- respondió el anciano

-Entonces.... ¿ya llegamos?- pregunte. Por alguna razón, Imir desprendió una roca con su pie que casi me da en la cara, a Andros le paso lo mismo y a Jadis se le cayó un machete que había guardado de su lucha con los cazadores. De verdad que esos chicos también debían estar cansados, no se dieron cuenta pero casi me daban a mí. Intente advertirles, pero honestamente creo que ese día mis pulmones ya habían muerto.

Seguimos escalando trabajosamente, tenía ya los dedos entumidos y la ropa pegada a la piel. La niebla hacía su trabajo bastante bien. Con los dedos entumidos seguíamos cuesta arriba. "Vamos, vamos. Joder, esto sonó menos doloroso hace unos minutos, ¿Cómo es que no me di cuenta que todo lo que emocione a Andros me va doler a mí?"

Por fin entre jadeos, de pronto la niebla dio paso a una luz brillante. ¿Quién iba a decir que sobre la niebla habría un espectáculo como ese? Amanecer sobre las nubes.

Si no me estuviera congelando el trasero colgando en piedra a una altura mortal, el espectáculo sería único.

-Hey chicas, parece que llegaron, y creo que están enteros- dijo una voz familiar, creo que si hubiese tenido suficiente aire hubiese dicho algo como "O se me congelo el cerebro y estoy alucinando mientras caigo a mi muerte o escuche la voz de Edwin"

-Veamos, dos brazos, dos piernas.... Sí, creo que el número de extremidades coinciden- ¡Es cierto, es cierto, vi un lindo gati...! Digo, ¡¿Edwin?!"

-Papá, ¡Has vuelto a excederte!- lo regaño Yara

-Menos mal que todos están bien- exclamo Laila llevándose una mano al pecho. Dios, se veía tan linda.

-Vaya, ¿Qué es esto? Una comitiva de bienvenida. ¿Qué demonios hacen aquí ustedes dos? Solo le pedía al renacuajo que viniera- bramo Andros.

-¡Hey! ¡Yo solo vine a traer la lagrima que ordenaste!- gruño el renacuajo Edwin.

-Pema envió a Laila por si volvías a exagerar las cosas- explico Yara –Asegurarse de que no vuelvan a llegar en varias piezas.

-¡Pema! Esa mujer entrometida. ¡Una sola vez que regreso a los chicos un poco maltratados, y ya no me deja hacer en paz mi trabajo!- se quejó

-Bueno señor. Técnicamente se llevó a una docena de muchacho y a más de uno le faltaba una pierna o una mano cuando volvieron- dijo Edwin

-¿Y? Pema volvió a ponérselos en su lugar ¿o no?-

-A casi todos, Jack no...-

­-¡No es mi culpa que ese mocoso no haya recogido su ojo cuando lo perdió!, de haberlo llevado Pema lo habría colocado. ¡Además, el ojo encantado que le dieron es mucho mejor! De cualquier manera, sometí a estos cuatro al mismo entrenamiento y están perfectamente- "¡Objeción!"

-Oigan, no es que no disfrute verlos, pero podríamos discutir eso allá arriba.- gruño Imir

-Estas botas no fueron hechas para nieve ¿se enteran?- protesto Jadis

HermanosWhere stories live. Discover now