El capítulo donde no soy el prota: ¡La dura batalla del gran gurú conquistador!

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Hola, soy Miguel (desde que veía Dragon Bol quise decir eso), antes de decir cómo le patearan el trasero a nuestro odiado rubio idiota favorito, tenemos que recordar a otro protector que estaba luchando por su vida. Y nosotros podemos llevarles a ustedes esta historia gracias a gemas mágicas, cables HDMI, una pantallota de plasma y a manipular la historia para dar los detalles cronológicamente correctos (no coman ansias, pronto sabrán como podemos ver y oír las siguientes historias épicas, por ahora disfruten de la epicidad de este capitulo).

 Así que volvamos con mi querido amigo gurú conquistador.

Edwin maldijo la selva, a los cazadores, a los guardianes y a su vida en general. No exactamente en ese orden.

Sabía que la culpa de todo este desbarajuste era suya y solo suya. Era el líder de la misión, pero primero decidió traer a Miguel aunque fuera inexperto. Podía decir que el juramento por su gema lo obligaba, claro, pero sería mentira. Él ya había decidido que Miguel lo acompañaría desde antes que se marchara al campamento kaikinbil. Claro, Miguel era un idiota integral sin duda, pero también pensó que era un tipo legal.

Sin embargo "¡No llevar refuerzos!", eso fue condenadamente estupidiota: Ya sabía cómo era Miguel, ¿por qué lo invitó?, o mejor aún, ¿Por qué no cargo con un ejército mayor de protectores como plan anti-Miguel? ¡El tipo era un imán de mala suerte!

Sin embargo Edwin sabía que eso no era lo peor, "Aún si Miguel había traicionado su confianza al no decir sobre su relación con esa familia nihil, desobedeció órdenes y causó la muerte de un civil (o algo parecido) y los condujo a una trampa tratando de rescatar precisamente a la chica nihil cuando cuidar de ella era su única responsabilidad. ¡Ese idiota había contribuido más que nadie en la misión!"

Se suponía que Edwin era el líder del grupo ¿y que había hecho? Desmayarse mientras dejaba que su hermanita y Miguel peleara con dos cazadores de entre los más buscados, dejarse capturar mientras Miguel y Alain peleaban con un comandante de los cazadores, dejar que atraparan a Vahdin y a la Miguel niña enfrente de sus narices y fallar miserablemente al sacrificarse para que su equipo escapara.

Era el encargado de esta misión y no había hecho nada digno de mérito. Incluso la chica clon de Miguel, Mayte, había domado a un bendito hipogrifo mientras que a Edwin lo rescato una dragona adolecente, a la que en teoría, él debía proteger.

Conclusión: Edwin era un bueno para nada.

Ahora mismo ni siquiera era capaz de correr a ayudar a sus amigos. Casi deseaba que ese cazador lo atravesara con su arma. Edwin salto, justo cuando el cable se estiraba como una lanza y atravesaba un tronco cumpliendo su deseo, fallando su cuerpo por milímetros.

Después de todo, Edwin dijo "casi". Se consideraba a sí mismo demasiado guapo para morir.

"¡Basta!" pensó "Llorar no va a resolver nada" se reprendió, "Termina con este cazador, termina tu trabajo, entierra vivo a Miguel y luego podrás llorar bajo un árbol hecho bolita" se dijo.

Siguió saltando de rama en rama, buscando cualquier apertura que le sirviera, ya sea para atacar o para huir. Desafortunadamente su oponente no le daba ninguna de estas dos opciones.

Edwin apenas y podía creer que el fuera ese mismo cazador con el cual había peleado hacia unos minutos, fuera de la cueva. Aún agotado y herido, Edwin fue perfectamente capaz de luchar mano a mano contra ese mismo hombre; ¡Y ya no digamos que le resultaba inconcebible que ese mismo cazador actuara como un nihil confundido y muerto de miedo cuando los ataco Noumpa Harita!

¡Ahora resulta que era uno de los asesinos más peligrosos del mundo! Su efectividad era tal que apenas y se tenían datos en el libro, más allá de su expresión. ¡E incluso esta escasa información era condenadamente vaga!

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