Esto No Se Quedará Así II (Sin G!p)

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Narras tú

Lauren y Lucy me dieron algo de comida, no me dejaron levantarme para que mi herida se sanara bien. Me dieron algunas pastillas para el dolor y luego fueron a buscar mi auto, Lauren fue a dejarme a un hospital, pero me negué a ir, por el tipo de herida tendría que hablar con un policía y no es primera vez que me ocurre esto, puedo soportarlo.

Me dejó en la puerta de mi casa y estacionó mi auto, Lucy venía en el auto de ellas y les agradecí con un abrazo, no aceptaron nada de dinero. Entré a mi casa y fui directo a darme un baño.

Limpié cuidadosamente la herida y la desinfecté, le puse una gasa y luego me vestí.
Enseguida saqué mi computadora y comencé a buscar información sobre aquella chica.

Camila Cabello, 23 años, vive solo a unas cuadras de mi casa, trabaja para la empresa de su difunto padre, tiene una hermana pequeña que va al colegio que está a 3 minutos de mi casa, tiene un auto rojo y tiene un culo demasiado grande.

Lo último no aporta nada, pero no pude evitar mirarlo en todas las fotos que tenía.

Con esta información ya podía planear mi venganza.


-1 mes después-

Sale de su casa a las 8 am, conduce hacia la empresa donde trabaja, a las 10 sale a tomarse un café, vuelve al trabajo 20 minutos después, sale de trabajar a las 3 y va a una plaza cerca, luego va a la casa de su madre y finalmente vuelve a casa a las 7:30.

Ese era el patrón que la morena seguía cada día casi con exactitud.

Mi herida ya estaba sanada, me puse una camiseta negra, una chaqueta de cuero, unos jeans azules y unas converse, me puse un cinturón y en el guardé mi pistola, un estuche con utensilios y un cuchillo.

Salí de mi casa a las 6am, había solo una peluquería abierta así que cambié mi pelo por completo, lo corté y lo teñí.

A las 7:45 salí y fui directamente a la casa de la morena que iba saliendo en su auto, exactamente a las 8:02 am.

Cuando se alejó avancé hasta su casa, fui a la parte trasera para que nadie me viera y saqué algo de mi estuche, forcé la puerta trasera hasta que la abrí.

Entré cuidadosamente, y exploré el lugar, era muy desordenada. Cuando ya memoricé el lugar salí y fui a mi casa. Tomé el silenciador que había olvidado y lo puse en la pistola, luego me di una larga siesta y comí algo, ya eran las 7.

Caminé hasta su casa, me metí por la parte trasera, cerré la puerta y subí hasta su cuarto para esperarla.

A los pocos minutos escuché su auto estacionarse, me escondí dentro de su closet y enseguida la puerta se cerró de golpe.

Escuché varios pasos abajo, mierda, no estaba sola.

Escuché algo romperse y sentí bastante curiosidad, luego escuché que subían las escaleras.

–¡Suéltame!– se escuchaba como forcejeaban –¡No quiero Matt...– escuché un golpe.

–¡Cállate!– escuché un leve sollozo –Deja de llorar y quítate la ropa– tragué en seco.

¿Cómo es que de un momento a otro cambié de parecer? Mi intención era vengarme de ella y ahora lo único que quería hacer era defenderla de aquel tipo.

–¡¿Acaso no me escuchas?!– escuché otro golpe fuerte –¡Quítate la ropa!– llevé mi mano a mi cinturón y saqué la pistola con el silenciador. La tomé firmemente y la abrí.

La mejilla de Camila estaba roja, varias lágrimas caían por sus mejillas y un tipo que se veía mayor que ella estaba semidesnudo.

–¡Suéltala!– le apunté, cuando me miraron enseguida le disparé en el hombro y Camila se alejó de él.

One Shots - Camila Cabello y túWhere stories live. Discover now