Duo imparable II (Sin G!p)

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Narras tú

–Despierta Amor– sentí suaves besos en mi cuello y abrí mis ojos lentamente.

–Creo que anoche nos pasamos– cubrí mi cara con la almohada al sentir en muy fuerte ardor en mis piernas y feminidad.

–Tú me pedías más– rió –Vamos a darnos una ducha, no quieres llegar tarde al entrenamiento– la miré quitando la almohada.

–No quiero ir– me besó suavemente.

–Debes ir a renunciar a tu equipo– reí levemente.

–Me van a odiar– besó mi frente.

–Yo te voy a amar, mucho– la abracé.

–No seré capaz de correr, creo que ni siquiera puedo caminar– se rió fuerte.

–No seas exagerada, arriba– tiró de mis manos y me senté en la cama.

–Auch– abracé mi vientre y se rió –Eres muy mala– la miré.

–Y tú muy pasiva– abrí mi boca algo indignada y me levanté para ir donde ella.

–¡Yo no soy pasiva! Solo fue esta noche– tomó mi mentón y me dio un dulce beso.

–_____, sabes que lo eres, ahora métete a la ducha– la miré mal y reí luego.

–El agua está algo fría– abrí un poco más el agua caliente y entré ya que no tenía nada de ropa.

–Creo que tienes que abrir un poco las piernas– me giré a mirarla y levanté una ceja.

Enseguida noté que tenía el Strap-On puesto y negué.

–Ni lo pienses– reí al ver cómo entraba conmigo a la ducha.

–Sabes que lo quieres– volví a negar –Deja de ser tan terca y entrégate a mi– apoyé mi espalda en la fría pared.

–Yo...No se lo digas a nadie– escuché su dulce risa y nos unimos en un apasionado beso.

Sus manos fueron hasta mi trasero y lo apretó levemente, bajó sus besos a mi cuello y lo mordió levemente. Con cuidado me giró y apoyé mis manos y antebrazos en la pared.

–Abre un poco las piernas– así lo hice y me sonrió –Ahora sé la buena pasiva que eres– miré hacia al frente y sentí la presión de Camila en mi entrada.

Debido a la humedad se deslizó fácilmente dentro de mi y no pude evitar soltar un fuerte gemido.

–Camila...Oh Dios– sentí sus besos en mi espalda y comenzó un lento vaivén que en realidad me estaba volviendo loca.

Poco a poco hizo sus movimientos más rápidos hasta que sus caderas chocaban contra mi y mis piernas comenzaban a tener fuertes temblores indicando que faltaba muy poco para mi preciado orgasmo.

–¿Por qué tan callada? Sé que quieres gemir mi nombre repetidas veces Amor– me dio una leve nalgada y gemí.

–Cam...Ah...Voy a correrme...– tomó mis caderas y me embistió profundamente –¡Camila!– la miré y me sonrió pervertidamente.

–Me encanta cuando gimes así– mordió el lóbulo de mi oreja y volvió con su rápido vaivén.

                -2 horas más tarde-

–En serio te mataré si llegamos tarde– Camila se rió y le levanté mi dedo medio.

–También fue tu culpa por ser tan follable– me giré mirándola y reí.

One Shots - Camila Cabello y túWhere stories live. Discover now