One Shots - Camila Cabello y tú

¿Enamorada? III (___G!p)

Narras tú

–Sí...Demasiado lista– puse mis manos en su cintura y la levanté un poco.

–¿Ya no duele?– negó y avancé con mi boca hasta la suya.

–Solo...Es extraño...Y demasiado grande...Pero se siente muy bien– le di un dulce beso.

Apoyé mis manos en la cama y lentamente moví mis caderas hacia atrás saliendo de ella unos 5 centímetros, volví a entrar a la misma velocidad y comencé un vaivén con mucho cuidado.

–¿Estas bien?– asintió pasando sus manos por mi cuello y soltando un leve gemido.

–Es...Wow...No sé porque no quise hacerlo antes...– sonreí mordiendo su labio –Ah...Espera– me detuve y abrió sus ojos.

–¿Qué ocurre Amor?– me sonrió y gimió levemente.

–Creo que estas llegando a mi estómago– reímos levemente –¿Alguna vez haz follado a alguna chica salvajemente?– levanté mi ceja ante la pregunta –No me pondré celosa, lo juro– morí mi labio.

–Eso no importa, ahora yo estoy aquí contigo– acaricié su mejilla y sonrió.

–Respóndeme– mordió su lengua.

–Sí...Y te encantará como lo hago– mordí su mentón y un gemido escapó de su boca cuando proseguí con mi vaivén lento.

–¿Podían seguir caminando luego? Porque yo no podré– entré por completo en ella –¡Ah!– sus uñas tocaron mi espalda.

–Deberemos comprobarlo– comencé a besarla sin parar mi vaivén que cada vez iba aumentando de velocidad.

Metí mi lengua en su boca para explorarla y mis caderas iban cada vez más y más rápido, cuando llegué al punto de que mis testículos chocarán contra ella movió su cabeza para cortar el beso y gimió fuerte.

–¡_____!– el ardor en mi espalda se hizo notorio y gemí levemente.

Comencé a embestir a Camila y sus gemidos no tardaron en salir repetidas veces, todo su cuerpo temblaba debajo de mi y al sentir como sus sonidos se hacían más fuertes supuse que estaba cerca.

–¿Vas a correrte Camz?– asintió mordiendo su labio –¿Quieres correrte?– sus piernas se envolvieron con mayor fuerza en mi espalda.

–¡Ah! ¡Sí!– bajé mi boca hasta su cuello y di una mordida, su piel era muy caliente y se escuchaba su respiración agitada –¡_____! Voy a...– mis embestidas se hicieron más fuertes y ocurrió lo tan esperado por ambas –¡_____! ¡Me corro! ¡Ah!– sus dedos se enterraron en mi espalda y sentí una gran presión de parte de las paredes vaginales de Camila a mi miembro.

Yo no alcancé a correrme pero me detuve enseguida sonriéndole a Camila ampliamente, sus ojos seguían cerrados y su pecho subía y bajaba, su pelo estaba desordenado y su cuello lleno de mis marcas.

–¿Valió la pena darme tú tan Preciado virginidad?– susurré besando tiernamente sus labios.

–Cla...– su voz temblaba –Lo valió cada segundo– abrió lentamente sus ojos –Es el...el mejor orgasmo que he tenido...Mis manos no son nada junto a tu gran miembro– mordí su labio inferior y ella rió levemente.

–¿Quieres descansar?– acaricié sus piernas.

–Quiero que me hagas tuya toda la noche– la sonrisa se hizo grande en mi rostro y besé su boca.

–Pues haré lo que tú quieras– me salí de ella lentamente mirando su centro –Tengo unas inmensas ganas de comerte– miraba sus labios vaginales directamente.