One Shots - Camila Cabello y tú

CONTROLATE! (Camila G!P)

Narras tú

Estaba dando un último retoque a mi vestimenta, que aunque era simple se veía bien, era un vestido negro con unas zapatillas, Camila decía que se me veía bien así que decidí usarlas hoy, escuché a mi mamá gritar mi nombre y tomé mi bolso dirigiéndome a la planta baja.

Me despedí de ella con un beso en la mejilla y abrí la puerta encontrándome con mi sonriente novia.

–¿Está lista mi princesa?– me sonroje levemente y asentí saludándola con un beso en los labios.

–Estoy un poco nerviosa– muerdo mi labio y me abrazo a ella.

–Yo no lo estaría, te amaran tanto como yo, bueno, vamos?– cierro la puerta tras de mi y tomo su mano extendida caminando hacia su auto, ella me abre la puerta y entro en él, durante el camino vamos conversando de locuras que se nos ocurren.

Bien, les cuento, conocí a Camila en una pizzería, a la cual vamos todas las semanas ya que es nuestra favorita, llevamos 2 meses siendo novias aunque nos conocemos hace 5, lo nuestro ha sido rápido, aunque es bastante fácil enamorarse de una persona como Camila. Es muy tierna y amable la mayoría del tiempo, pero también puede ser muy salvaje cuando el momento lo amerita. Camila siempre hace comentarios pervertidos cuando estamos en cualquier lugar lo cual me hace sonrojar demasiado y esa es mi mayor preocupación el día de hoy, el que Camila se descontrole estando junto a sus padres.

Costó mucho hacer que aceptara la invitación, puesto que Camila es mi primera novia y nunca he tenido que pasar por eso que la mayoría dice es muy incómodo, mi novia me dice que no me preocupe ya que su familia es bastante natural y todo saldrá bien, espero que así sea.

Camila estaciona el auto y me abre la puerta para bajar. –Tranquila nena, todo saldrá bien– si, todo saldrá bien si a Camila no se le ocurre hacer cosas por debajo de la mesa. Mi novia abrió la puerta y me hizo pasar delante de ella, al entrar vi que había una mujer bastante parecida a Camila, un hombre que sonreía ampliamente y una chica que me miraba de igual forma.

–Bueno, ella es la chica de la cuál les hablo todo el tiempo– me sonroje levemente y sonreí –Ella es mi mamá, puedes decirle Sinu, el mi papá, Alejandro, y mi pequeña hermanita Sofi–.

–Hola, un gusto, soy _____– tan pronto como dije eso me abrazaron y hablaron animosamente unos cuantos minutos, me hacían sonrojar cada vez que decían que Camila hablaba mucho de mi, o cuando me contaban algo que Camila había cambiado por mi. Nos fuimos a sentar a la mesa que ya estaba servida.

–Camila dijo que nunca habías probado comida Mexicana, así que preparamos un poco para ti– dijo Sinu.

–Muchas gracias, se ve muy rico– tomé mi tenedor para empezar a comer, pero camila me susurró algo y no pude evitar el sonrojo en mis mejillas.

–No más rico que tú– sonrío al ver su efecto en mi y me sirvió un poco de jugo de piña natural.

–Y _____, ¿aún vas en la escuela verdad?–pregunto mi suegro.

–Sí, este es mi último año– respondí llevando un poco de comida a mi boca.

–Oh, a mi me faltan muchos– dijo Sofía y todos reímos junto a ella.

–¿Planeas ir a la universidad?– preguntó Alejandro nuevamente y yo asentí.

–Sí, la carrera que pienso seguir es la que quise de pequeña– la conversación fluyó tranquilamente, omitiendo todas las veces que Camila decía algo que me ponía como tomate. Al terminar de almorzar no dejé nada en mi plato, solo una salsa que estaba demasiado picante para mi.