Ninfómana III (___G!p)

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Narras tú

Hoy estábamos en una clínica, Camila se haría la primera revisión, aún no podríamos saber el sexo, pero es para revisar que todo esté correcto.

–¿Ustedes que esperan?– levanté mi vista hacia el doctor sin soltar la mano de mi esposa.

–¿A qué se refiere?– preguntó Camila.

–Niño o niña, uno o más– sonrió.

–¿Cómo que uno o más?– levanté mi ceja derecha.

–Felicitaciones, su esposa está esperando gemelos– abrí mis ojos y miré a Camila.

–Ge...¿Gemelos?– asintió y mi esposa apretó mis manos feliz –Tendremos dos...doble desorden...doble ruido...doble suciedad...oh Dios– estaba en shock.

–Y doble felicidad, podremos escoger cada una un nombre– sonreí ante las palabras y me levanté a besar a mi esposa.

–Las dejare solas– el doctor salió de la habitación y abracé a Camila.

–¿Qué ocurre si no puedo con todo esto?– la miré a los ojos y acarició mi mano.

–Te amo, se que podrás– me besó –Y si no puedes, estaré siempre junto a ti, juntas podremos– nos besamos nuevamente hasta que se separó de mi –¿Puedes llamar a el doctor? Quiero preguntar algo.

–A tus órdenes– la besé y volví en unos minutos con el doctor.

–¿Qué duda tienes Camila?– se puso a un lado de la Camilla y yo me senté tomando la mano de mi esposa.

–¿Podemos seguir teniendo sexo?– reí fuerte y el doctor también –¡No te rías!– me golpeo el hombro y me mordí el labio sobando el lugar golpeado.

–Sí pueden, incluso ayudará para el parto, así que no se preocupe Camila, va a poder seguir disfrutando de el arte del sexo– rió –Ya pueden irse, las veo en 2 semanas– nos dejó solas de nuevo y reí.

–¿Haz pensado en que con 2 hijos no podremos tener sexo todo el tiempo?– hizo un puchero.

–Encontraremos el momento, siempre encontramos el momento– apretó mi miembro y se levantó de la camilla –Incluso podríamos tener sexo aquí– correspondí su beso pero la alejé.

–No, aquí no– soltó un gruñido.

–Te juro que me molestaré mucho contigo si te vuelves aburrida– me tomó por los hombros –Seremos madres, eso no significa que dejaremos de ser jóvenes– apretó mi miembro –El que sea mamá no significa que perderé la adicción a tu gruesa polla, ¿Entendido?– asentí un poco ahogada, aún no soltaba mi miembro.

–¿Puedes soltarlo?– traté de alejar su mano pero me apretó más fuerte.

–Solo si es para meterlo aquí– indicó su entrepierna y suspire.

–En casa bebé– me besó el cuello y me alejé de ella al instante, es obvió que si no la paraba ahora no lo haría después.

–Yo te quiero ahora– tomó mi camisa y me acercó hacia ella –Sé que también quieres– mordió mi cuello –Si no quieres dímelo, pero no mientas– puso sus manos en mis hombros esperando mi respuesta.

No dije nada y me alejé de ella, camine hacia la puerta y cerré con llave –Será rápido, solo un orgasmo, ponte en la camilla– me acerqué a ella y tenía una sonrisa triunfante.

–Admítelo– la mire extrañada.

–¿Admitir qué?– mordí mi labio.

–Admite que no te puedes resistir a mi– reí.

One Shots - Camila Cabello y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora