"El destino de Melisa - Parte 4"

534 67 14
                                    

Diana estaba parada junto a la torre, podía sentir la energía maligna que potencia el lugar. Una luz parpadeante que emanaba odio y rencor destellaba de manera errática por todo el perímetro de la torre.

Observo atentamente, buscando algún patrón, alguna señal o lugar por mas minúsculo que sea, por donde ingresar.

Tomo su cinto y sin pensarlo mucho, lo arrojo hasta la barrera. Para su asombro, este atravesó la energía que protegía el lugar sin problemas.

- No te lastimara a ti.- La voz Camile la volvió a sorprender, aunque no estaba en ningún lugar visible.- Solo sube, tu novia esta ansiosa por verte.- Volvió a comentar soltando una risa siniestra.

"Akko... Debemos darles tiempo a las demás, esta vez, ellas son las que van a salvarnos... Aguanta" Pensó entre dientes la rubia, mientras cruzaba insegura la barrera.

Mientras tanto la maestra Ursula corría rumbo a la dirección, el solo recordar la voz que había escuchado hacia que cada musculo de su cuerpo se tense, era imposible, imposible que ese bruja haya escapado de su prisión.

Abrió la puerta de la dirección sin siquiera golpear y sintió una helada sensación recorrer su espalda. La directora Holbrook, Finnelan y Badcock estaban hechas piedras, lucían una postura natural, como si hubieran estado charlando y ni siquiera alcanzaron a darse cuenta del ataque.

Ursula se adentro a la oficina, examino a las mujeres, buscando indicios de vida, pero parecían rocas, eran unas estatuas sin nada de vida en ellas. Trago pesado de solo imaginar que su situacion fuera irreversible.

Se paro junto a Miranda, sintiendo una enorme tristeza, la abrazo con todas sus fuerzas a pesar de que sabia que ella no podía sentir nada de esa forma.

- ¡Directora! ¡Directora!.- Amanda paso corriendo por el umbral de la puerta, encontrándose con la triste imagen. No pudo ser capaz de emitir ninguna palabra mas al ver a sus profesoras y directora hechas roca.

- Amanda.- Hablo Ursula limpiando sus lagrimas.- Amanda... ¿Diana? ¿Donde esta Diana?.- La sujeto de los hombros intentando calmarla.

- No... No lo se... Discutí con ella hace unos minutos, debe estar yendo a la torre ahora. ¡De-Debemos detenerla!.

- ¡No!.- Interrumpió Anette entrando a la sala.- ¡Diana necesita que busquemos la forma de detener a esa bruja!.

Ursula volteo a verla con sorpresa, sintiendo una extraña sensación en su pecho al notar lo similares que eran.

- ¿Quien eres tu?.- Pregunto acercándose a la brujita.

- Yo... Bueno... Veras... Es algo complicado... je.- Contesto muy nerviosa.

- Es tu hija.- Agrego sin inmutarse por la sorpresa de la maestra pelirroja.- ¿Que? Te estas tardando mucho... A demás se ven como clones, es imposible que no se de cuenta.

- ¿Tu... Tu... Tu... Tu eres mi hija?.- Pregunto mas pálida de lo que usualmente era la maestra Ursula.

- Si, Anette Meridies a su servicio.- Hizo una reverencia a modo de burla.

- Ya, deja tus tonterías... Debemos ayudar a Diana.- Le reprocho Violette.

- ¿Como es que están aquí? ¿Por que están aquí? ¿¡Como puede ser que se les ocurriera viajar en el tiempo!?.- Comenzó a preguntar la pelirroja levantando la voz.- ¿¡Acaso mi yo del futuro no te hablo sobre las consecuencias de alterar el pasado!?.

- Wow... Ahora si suenas como mamá.- Comento asombrada Anette.

- Señora Chariot, sabemos todo eso, pero la maestra Hirumi no envió, Melisa estaba realizando un hechizo de conexión con su abuela, pero la bruja loca de pelo blanco me robo el Shiny Rod y abrió un portal con su magia, viajo hasta aquí para hacer algo con Diana o con Akko, no lo sabemos con exactitud.

El primer pasoWhere stories live. Discover now