"Atando cabos"

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Los días en la Academia Luna Nova parecían mas cortos este año debido a las nuevas reglas, Akko y compañía habían logrado adaptarse en buena manera al nuevo horario, aunque la brujita japonesa buscaba la forma de escaparse para robar algún que otro postre o visitar a Diana durante sus rondas.

Akko intentaba aprovechar su tiempo al máximo, para estar con sus amigas o con su novia, como en este momento, en el cual, a pesar de la insistencia de la bruja rubia, Akko la acompaño a buscar materiales para la profesora Croix.

Ya habían salido de la tienda con varias bolsas y aunque la castaña se encontraba agotaba y sumamente aburrida, era una buena forma de pasar tiempo en pareja, tal vez no el que a ella le gustase mas, pero algo era algo.

- ¿Que tienes?.- Pregunto Diana viendo que la sonrisa de su pareja desaparecía lentamente.

- Oh... Es... Bueno, anoche escuche llorar a Lotte otra vez.- Contesto algo triste.

- Bueno, Barbara también esta mal, aunque no la vi llorar, estoy segura que esta igual que Lotte.- Contesto de la misma manera.

- ¿Tu... Tu crees que se arreglen?.

- No lo se Akko, es su relación y su problema.- Akko soltó un leve suspiro al oírlo.- Pero ellas se quieren mucho, es... es cuestión de tiempo.

La brujita japonesa volteo a ver unos bancos que se encontraban cerca de la plaza, junto a un puesto de algodón de azúcar.

- ¿Quieres uno?.- Pregunto sonriente Diana.

- Si, pero solo si tu comes otro.- Contesto algo apenada ya que junto con el helado y chocolate que ya había comido esa tarde temía que su novia la tratase de glotona.

Diana asintió con una sonrisa dirigiéndose al puesto de algodón mientras la castaña tomaba asiento.

El día estaba nublado, nubes grises y pálidas que no ayudaban a la castaña a tener un mejor animo, por suerte para ella, su novia hacia todo lo posible para alegrarla, cosa que en verdad disfrutaba, ya que Diana solía ser muy fría para el mundo, menos para ella, ella era "especial" para la rubia.

- Toma.- Diana extendía un algodón de color rosado.

- Gracias, necesitaba algo dulce.

- ¿Segura? Yo creo que tuviste mucho dulce por hoy.- Comento burlona.

Akko no respondió, solo inflo sus mejillas, dejo ver un notorio puchero a su pareja y se dispuso a comer su algodón.

- Pienso que si hablamos con ellas, podemos hacer que se den una oportunidad de nuevo.

- ¿De que hablas?.- Pregunto algo distraída.

- Habla con Lotte y yo hablare con Barbara, podemos convencerlas de que hablan entre ellas.

- Pero Lotte no habla conmigo, al menos no de ella... cuando toco el tema lo evita o me deja sola.

- Ya veo.- Contesto Diana tomando su barbilla.- ¡Lo tengo! Yo hablare con ella y tu con Barbara, Lotte no podrá evitar que yo hable con ella.

- ¿Harias eso, Diana?.- Pregunto emocionada.

- Si, son nuestras amigas después de todo.

- ¡Akko! ¡Diana! Que bueno verlas.- Saludo un joven de cabellera rubia al encontrarlas.

Akko volteo enfadada al reconocer la voz.

- ¿¡Tu!? ¡Ni nos saludes! ¡Arruinador de parejas!.

- ¡Akko! El no tiene la culpa.

Frank observaba nervioso el estado furioso de la brujita castaña, no recordaba haber hecho nada malo o algo pudiera molestarla.

- N-No, no se de que hablas, Akko.- Comento apenado.

- ¡No te hagas el que no sabes! ¡Hiciste que Lotte y Barbara se peleen! ¡Er...

Diana la sujeto cubriendo su boca, intento calmar a la explosiva brujita.

- Akko, calmate, el ni siquiera sabe lo que pasa.

- En, en verdad no se de que hablas... ¿Barbara y Lotte se separaron?.- Pregunto preocupado.

- Si, discutieron, pero estarán bien.- Contesto serena Diana.

Akko logro zafar su boca de las manos de su pareja.

- ¡Se pelearon porque le enviaste flores a Barbara! ¡Roba novias!.

- ¡Akko basta!.- La regaño la rubia, viendo como Frank parecía no estar bien con lo comentado.- Si, se pelearon por eso, pero de seguro tus intenciones no eran esas cuando las enviaste ¿Verdad?.

- Emmm... yo... yo... Cla-Claro que no... So-Solo eran un presente para Barbara, por haberme ayudado.

- ¿Lo ves Akko?.

La castaña no miro no muy convencida de sus palabras, pero decidió creer en su novia, si Diana le creía ella también.

- Puedo... Puedo hablar con Lotte, explicarle que paso.

- ¡No, no puedes! ¡Debes hablar con ella!.- Le contesto molesta la pequeña.

Frank asintió repetidas veces, nervioso y asustado, pero ambas brujitas confiaron en el, así que lo haría.

Las brujitas ya estaban en la entrada de la academia, luego de despedir a Frank en la plaza y usar el nuevo sistema de transporte que la maestra Croix había implementado, debido a que ya no podían usar su magia fuera del establecimiento, la maestra de magia moderna había creado unos discos transportadores que funcionaban igual que una escoba y estaban disponibles en ambos lados del portal, para que las brujas viajaran sin usar sus escobas.

Diana levanto la vista y pudo ver a la asistente de la maestra Ursula, cargaba varias cajas en sus brazos, caminando torpemente delante de ellas.

- ¡Hirumi! ¡Espera, te ayudare!.- Grito haciendo que la pelinegra voltee a verla.

- ¡Diana! ¡Akko!.- Contesto con el rostro rojo y sudado.- Gracias, necesitaba una mano.

La brujita dejo las cajas en el suelo, separandolas y entregando una a Diana.

Sus ojos pasaron rápidamente a la mano de la bruja Cavendish, donde se podía apreciar una cicatriz bastante grande en su palma.

- ¿Hirumi? ¿Sucede algo?.- Pregunto Diana intrigada.

- Tu cicatriz, no la había visto antes.- Comento señalándola.

- Oh, me lastime en la casa de Akko, durante las vacaciones.

- Una taza exploto en sus manos, algo extraño.- Agredo Akko.

- Si que lo es, Maya tiene una igual, en la misma mano, la tonta se corto durante las vacaciones también... N-No, no quiero decir que tu seas tonta Diana, n-no pienses mal.- Agrego nerviosa.

Diana la observo sorprendida.

- ¿Tu la viste cortarse, Hirumi?.

- No, no, no, so-solo la cure. ¿Por que?.

- Por nada, por nada, solo era curiosidad.- Contesto rápido acomodando la caja en sus brazos y comenzando a caminar.





El primer pasoWhere stories live. Discover now