El primer paso

"Navidad"

Akko estaba salto apresurada de la escoba en la que venia junto a Diana, corrió hasta la puerta de su casa y la abrió sin siquiera golpear.

- ¡Judith, Elma! ¿Se encuen.... Que hacen?.

La castaña estaba atónita, frente a ella, en el sillón del living, estaba su abuela, sostenía un gran y gordo álbum de fotos, a su lado las dos jovencitas riendo a carcajadas, una imagen de lo menos esperada para la japonesa.

- ¡Señorita Kagari! ¡Señorita Cavendish! ¿Están bien?.

- Oh Judith, esa, esa es la misma cara que tenia Atsuko cuando la parvada de palomas la lleno de popo en la plaza, si, si, es justamente esa.- Las pequeñas brujitas no podían contener las risas ante la anécdota de la mayor, frente a la mirada apenada y avergonzada de Akko.

- Ves Akko, todo estaba bien.- Diana la palmeaba en su hombro intentando alentarla.

- Oh, oh, miren esta foto.- Señalaba la mayor nuevamente en su álbum.- Aquí Atsuko llevaba una rata, pero ella creía que era un gatito, la tuvo durante una semana hasta que el veterinario la convenció de dejarla ir por la enfermedades que podía darle.

Todos en el living reían, incluso Diana que trataba de ocultarlo, detrás de su mano.

Akko estaba roja, recordaba haber tirado ese álbum, pero al parecer su abuela lo había guardado muy bien para poder usarlo en este tipo de momentos.

- ¡Akko, Diana! Pensé que no volverían a tiempo.- Kanah las observo atentamente viendo lo sucias y maltrechas que estaban sus ropas.- ¿Que les paso? ¿Estuvieron en una demolición o algo así? Porque están llenas de polvo.

- No, no, solo, comenzaron antes los arreglos en casa de Diana.- La castaña se tomaba la cabeza intentando no tener que explicar tanto de lo que había ocurrido.- Aun es temprano, iremos a bañarnos.

- ¿¡La-Las dos juntas!?.- Levanto la voz Tomohisa algo pálido y sorprendido.

- ¡N-No, no lo haremos juntas papá!.- Contesto con la cara roja Akko, mientras Diana solo reia ante las caras de su novia.

- Tomo, deja que tu hija disfrute de su juventud, deja que se bañe con su pareja.- Agregaba entre risas la mayor.

- ¡Ma-Mamá! ¡E-Ella aun es joven para bañarse con su novia!.

- Ay Tomo, con tu padre solíamos bañarnos juntos a corta edad, cuando solo eramos novios.

- ¡Ma-Mamá están las niñas no cuentes eso!.

- ¿O tu crees que las jovencitas no saben de eso? Eres muy inocente Tomo.- Chiyoko no paraba de reírse ante las caras de su hijo y su nieta, mientras Kanah contenía sus risas junto a Diana que también lo hacia pero estaba algo sonrojada por los comentarios de la mayor.

Judith y Elma estaban calladas, rojas y risueñas, aunque se sentían algo incomodas por la pequeña discusión que se había armado en el living, aunque debían admitir, que las caras de Kagari padre y hija era de lo mas graciosas.

- ¡Ya, ya basta! Vamos Diana.- Akko tomo de la mano a la rubia que solo miro a los presentes sonriendo, mientras era jalada hacia el cuarto de su novia.

La noche transcurrió en paz, disfrutando la cena que con mucho amor y dedicación Kanah había preparado, todos comían felices entre risas y mas anécdotas familiares.

Diana no podía evitar, detener sorpresivamente a su novia de vez en cuando para arreglar su ropa y limpiar su cara, que se cubría con comida debido a la forma muy particular en la que esta comía.

Chiyoko aprovecho el momento de distensión que tenían para ponerse de pie y aclarar su garganta para que todos presten atención.

- Bueno, como ustedes saben, este día no represente nada en particular para nosotros, mas que un día para reuniros y compartir algo en familia, no así para Diana y seguramente también para sus amigas, por eso y respetando las costumbres de la nueva integrante de nuestra familia, propongo un brindis, y también, es una buena forma de comenzar con el pie derecho ¿No lo crees Atsuko?.- La castaña sonrió y asintió feliz a su abuela, sabia de mas que, si su abuela había tomado el valor de expresar estas palabras, era porque de verdad lo sentía y eso, la hacia mas que feliz esa noche.