"¿Novio?"

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En un pequeño bar de las afueras de Brighton, dos jóvenes conocidos compartían un café después una pesada reunión de negocios.

- Gracias por acompañarme Andrew, hubiera sido algo aburrido de no venir con un amigo.

- Ya visitamos al socio de tu padre Frank, pensé que tardaríamos mas y seria mas pesado, pero nos libero rápidamente.

- Si, lo mas probable es que no quería tenernos mucho tiempo en sus oficinas, normalmente ese tipo de hombres no tolera a gente joven en sus reuniones.

- Me parece bien que te distraigas con el trabajo de la familia, pensar todo en tiempo en ella no te estaba haciendo bien.

- Supongo que es normal, terminamos hace poco.

- ¿No hay forma de que vuelvan? ¿Es definitivo?.

- No, creo no, cuando hablamos no me aclaro que era por alguien mas solo que ya no sentía lo mismo hacia mi, pero estoy seguro de que siente algo por otra persona.

- Bueno, diste lo mejor de ti, si la relación no funciono, no fue por tu culpa.

- Lo se, es solo que creí que había encontrado a la persona con la que pasaría el resto de mi vida.

- Bueno, hay muchas chicas mas que podrás conocer y... Barbara?.

- Barbara me parece linda, pero no creo que sea bueno salir con una amiga de Lotte.

- No, no, Barbara acaba de entrar, creo que ese es su padre. - Señalo el joven Hanbridge a su amigo.

- Oh, tienes razón. Bueno, las chicas deben estar de vacaciones ya.

- ¿Quieres saludarla?.

- No veo porque no.




El viaje hacia la casa de Akko fue algo largo, las calles estaban saturadas y el trafico si que era un desastre, muy lejano a las calles apacibles de Inglaterra, si bien también había momentos de trafico alto, sin dudas el tumulto de gente en las calles y los vehículos ocupando toda la calle era algo nuevo para Diana.

La heredera de los Cavendish sonrió al momento de llegar al que seria su hogar un par de días, lo recordaba tal cual, solo que ahora, por el clima frio y la nieve, algunas plantas en las macetas de la ventana se encontraban marchitas.

- ¡Waaaaa! Ese si que fue un viaje largo Diana, lo siento, pensé que habría menos trafico.

- No debes disculparte, es normal en estas fechas, supongo.

- Mmmmm... No, aquí el trafico es así todos los días.

- Oh, eso suena estresante.

- Si, bueno, somos el país con el indice de muertes a causa de estrés mas grande.

Diana abrió grande sus ojos al oír tal comentario cultural e informativo de su novia.

- No sabia que leías sobre eso Akko, me sorprendes.

- L-Lo leí en el taxi, había un folleto pegado al asiento - Comento algo apenada.

Diana solo sonrió, era demasiado bueno para ser cierto.

Golpearon ambas la puerta y esperaron pacientemente que alguien abriera. No paso mucho tiempo hasta que escucharon rápidos pasos acercarse y con un gran sonrisa, mas grande que las que ellas tenían en ese momento, fueron recibidas por Kanah.

- ¡Mis pequeñas! ¡Bienvenidas! - Saludo la mayor abrazándolas con fuerza.

- Ma-Mamá nos estas lastimando.

- Eso es mentira, aun respiran con normalidad - Contesto rápido la mayor aumentando la fuerza del abrazo y soltándolas despacio.

- Hola Señora Kagari, le agradezco mucho que me permita pasar los días festivos con su familia - Hablo Diana haciendo una reverencia.

- Diana, no tienes porque agradecer, es un placer poder tenerte con nosotros. Ademas puedes llamarme Kanah.

- ¿Mamá preparaste algo para comer? Muero de hambre.

- A-Akko recién llegas, no ves a tu mama en semanas ¿Y solo piensas en comer?. - Le reprocho molesta su novia.

- Pe-Pero me dormí en el avión y no pude comer, tu tampoco me despertaste, no es mi culpa tener hambre.

- Akko, te intente despertar y no quisiste hacerlo, es mas me arrojaste tu saco en la cara cuando insistí.

- E-Eso eso no es cierto, n-no estaba consciente, no tengo la culpa de que los asientos de ese avión fuesen tan cómodos para dormir.

- Ya, ya, jovencitas. Tengo la comida lista, sabia que Akko tendría hambre y estoy segura de que tu también Diana - Interrumpió sonriente Kanah ante la pequeña discusión de pareja que presenciaba.

- ¡Yay! Eres la mejor mamá.

- Gracias Kanah.

- Pasen, pasen, pueden seguir peleando adentro y de paso saludan a tu padre.

Dentro de la casa de Akko solo se oían risas y gritos de Akko, avergonzada ante las anécdotas que su padre contaba a Diana, esta por su parte hacia fuerza para contener sus carcajadas, viendo el rostro rojo de su novia.

- ¡Pa-Papá eso es mentira! Lo estas inventando.

- Akko casi te quedas calva intentando hacer "un hechizo mágico de fuego", tu mama no me hablo por tres días porque yo te estaba cuidando esa tarde.

- Te-Tenia 7 años ¿Como se que no es mentira? Podrías estar inventándolo solo para avergonzarme frente a Diana. - Se defendía de las acusaciones la castaña sumamente molesta.

- Ya basta ustedes dos, ¿Que pensara Diana? Si siguen portándose como niños peleando por un dulce, Diana no querrá venir mas.

- No Kanah, estoy disfrutando mucho de esto - Respondía soltando su risa haciendo que Akko hiciera un puchero aun mas grande.

El portero de la puerta comenzó a sonar, cortando el ameno momento que vivían la pareja feliz con su familia, Tomohisa se puso de pie y se dirigió a la puerta.
Mientras su padre se retiraba, Akko aprovecho para acercarse a Diana y abrazarla de manera sorpresiva.

- A-Akko esta tu papá.

- Es solo un abracito, ademas me lo debes por reírte tanto de mi.

Tomohisa volvió al living algo preocupado, aclaro sus garganta para llamar la atención de los presentes.

- K-Kanah tenemos visita.

- ¿Pero no esperábamos a nadie cariño?.

- Claro que no me esperaban, nunca parezco ser bienvenida aquí - Hablo la mujer que se encontraba detrás del señor Kagari.

- ¿A-A-Abuela?. - Exclamo sorprendida Akko.

- Mi pequeña Atsuko, veo que has crecido. - Comento alegre la mayor.

- Chiyoko, que sorpresa que nos visite. Tome asiento, le traeré un te. - Agrego algo nerviosa Kanah.

- Si, se que nunca me esperan, el ajetreo de esta ciudad no me agrada, pero no podia perderme esta oportunidad tan importante Kanah.

- ¿Que oportunidad madre?.

- La de conocer al novio de mi nieta.



El primer pasoWhere stories live. Discover now