El primer paso

"Aún puedes cambiar"

Lotte y Frank se encontraban en el pueblo, ya habían recorrido varias veces las calles, entre chistes y risas, decidieron entrar a un pequeño bar que daba hacia la calle principal.
A pesar de que eran novios hace ya un tiempo, pasar tiempo con el joven de pelo rubio seguía incomodando a la pequeña brujita, no se sentía mal, solo no estaba acostumbrada aun.

- ¿Que pasa Lotte estas distraída? Ni siquiera tocaste tu jugo.

- Lo siento, es solo que me siento extraña. Tal vez estoy cansada.

- Mmmm debiste decirme que querías descansar, podríamos habernos encontrado otro día.

- No, esta bien, me gusta estar aquí contigo. No te preocupes.

- Esta bien - El joven tomo un pequeño tiempo para continuar - Lotte tengo algo importante que decirte.

- Uhm ¿De que se trata? ¿Es algo malo?.

- No, no, es algo que he querido decirte hace un tiem...

- Oh pero mira que si es pequeño este pueblo - interrumpió jovial el joven Hanbridge de la mano de Marian que solo saludo alegre moviendo su mano.

- A-Andrew, que oportuno ¿Como están?. - Comento el joven rubio algo frustrado.

- Bien, bien, estamos paseando, distrayéndonos de las tareas cotidianas.

- ¿No quieren sentarse con nosotros? - Invito alegremente Lotte.

- No queremos molestar - respondió apenada Marian.

- No nos molestan ¿Verdad Frank? - El joven solo asintió, sintió una nube de fracaso surcar su espalda en ese momento.

- ¿Como están? ¿Como se encuentran tus amigas? - Inicio Marian.

- Bien, Akko tenia que estudiar para un examen especial y Diana la estaba ayudando.

- Iremos a buscar al mesero - Hablo Frank jalando a Andrew del traje.

Una vez se alejaron lo suficiente de la mesa el joven de pelo café hablo - ¡Hey! ¿Que fue eso?.

Frank suspiro y le respondió - Necesito que me dejes solo con Lotte.

- Pero pensé que no molestábamos, que mal amigo - comento burlón Andrew.

- N-No es eso, estaba por hablar con Lotte, de eso.

- ¿De es..? Oh... Vaya ¿Vas en serio?.

- Si, sabes que si.

- Admiro ese valor.

- Espero que acepte - Comento algo preocupado.

- ¿Y por que no lo haría? Son el uno para el otro. Ademas , la traes loca - Le respondió guiñándole un ojo.

- Espero que con esto, mi padre la acepte y la deje ser parte de la familia.

- Mmmm pero haces esto ¿Por ti? ¿Por ella? ¿O por tu padre?.

- Por ambos, es la única forma de que podamos estar juntos, sin que nadie nos juzgue, quiero que ella este tranquila y sea feliz.

- Esta bien, solo quiero que estés seguro. Tomar este paso es muy importante y no lo debes hacer de manera apresurada.

Los jóvenes volvieron a la mesa donde Lotte y Marian seguían charlando y riendo, contándose anécdotas sobre su infancia.

- Amor tenemos que irnos ¿Recuerdas eso importante que teníamos que hacer? - Comenzó Andrew con una mirada cómplice que Marian tardo en entender.

- ¡Oh! Tienes razón, tenemos ese, ese asunto importante que atender. - Respondio rapido al haber entendido poniéndose de pie.

Se despidieron dejando algo extrañada a Lotte por el repentino actuar de sus amigos. El joven Frank estaba en silencio, buscando la manera adecuada para comenzar a hablar, Lotte por su parte lo observaba atenta, mirando como este jugaba con un sorbete entre sus dedos.

- ¿Estas bien Frank?.

- Si - respondió aclarando la garganta - Lotte quiero pedir...

- ¿Esa no es Barbara? - Pregunto con suma curiosidad la rubia sin dejar continuar a su pareja - Si es Barbara, pero esta con un extraño ¿Quien sera?.

- Supongo que sera su novio ¿No?. - Respondió el joven aun mas frustrado que antes, observando a la pelinegra que cruzaba por la acera del frente.

- ¿Novio? Nunca me dijo que estuviera con alguien, mucho menos que sintiera algo por alguien - Pensó en voz alta la pequeña de anteojos.

- Bueno, supongo que no quiere contártelo aun.

- Es mi amiga ¿Por que no me lo contaría? - Contesto molesta.

- ¿Por que te molestas? Si no te lo dijo es por algo, ademas si es su novio o no, es un tema de ella, no tiene porque importarte tanto.

- Es mi amiga, claro que me importa, si fuera Akko o Susy, pensaría lo mismo. - Volviendo a elevar la voz.

- Bueno, creo que estas cansada.

- ¿¡Que!?.

- Que estas prestandole mas atención a tu amiga, que a lo que quiero decirte, soy tu novio ¿No debería importarte mas?.

- Si, eres mi novio y no tienes porque compararte con mis amigas.

- Creo que deberíamos dejar esto para otro día - Propuso el joven algo molesto.

- Si, creo que si - Contesto de igual forma la rubia poniéndose de pie y saliendo del lugar.

Caminaba furiosa, molesta, tenia ganas de llorar y gritar al mismo tiempo, algo impropio de su personalidad amable y atenta. "¿Tiene novio y no me dijo?" Se repetía molestándose aun mas. Se encontraba ya cerca del portal y lo agradecía, quería alejarse del pueblo lo mas rápido posible, sentía un dolor en el pecho indescriptible, como un vació, como si algo le faltara.

No entendía el porque de su actuar, tampoco entendía porque se había molestado con Frank, era como si estuviera "¿Celosa? Porque lo estaría, es solo mi amiga", se sentía mareada por tantas emociones en su cabeza y pecho.

Levanto la mirada y para su sorpresa y desgracia, la causante de sus problemas estaba en frente del portal, despidiéndose del joven, otra vez esa sensación extraña en su pecho la invadió. "¿Lo saludo con la mano?" Pensó al instante que la vio estrechar la mano del extraño y despedirse, "así no se despide a un novio" concluyo sintiendo un extraño alivio en su ser, incluso, para su sorpresa sonreía nuevamente como si el alma le hubiera vuelto al cuerpo.

- ¿Lotte? - Le hablo la pelinegra extrañada por la presencia de la rubia.

- ¡Barbara! - La saludo alegre como si no la hubiera visto en semanas.

- Pensé que estarías en tu cita. ¿Esta todo bien? - Pregunto con genuina preocupación.

- Si, bueno...

- ¿Paso algo? No te ves bien.

- Dis-Discutimos...

- ¿Eh? ¿Discutieron? ¿Por que?.

La pequeña carraspeo a medida que se sonrojaba tomándose la cabeza.

- Por ti.