"Extra: Un vistazo al futuro - Parte 10 - El novio de la maestra Hirumi"

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Cerca de un bar en Edinburgo una jovencita de pelo rojo caminaba dando pasos molestos, mientras mantenía una pequeña discusión con la mujer de pelo morado que caminaba detras de ella.

- Anette, no puedes hacer este berrinche, no eres una niña.

- Te dije que no quería venir, hoy íbamos a ayudar a Violette con Melisa, para que mejora sus hechizos con el Shiny Rod y ustedes insistieron en traerme.

- Tu mamá tiene mucho trabajo y solo hoy podía hacerse un tiempo para verte. ¿No puedes al menos hacerlo por ella?.

Anette no contesto, se sintió mal al estar reprochandole a su madre sabiendo que en realidad, si quería ver a su pelirroja mamá. Hace mucho tiempo, quizás meses no la veía por mas de diez minutos, hoy podría comer con ella y disfrutar un poco de su compañía, que clase de hija era haciendo semejante berrinche.

- Lo siento mamá, tienes razón, ni siquiera se porque estoy así de molesta.

- Todos tenemos dias malos .- Croix aprovechaba para acariciar el pelo su pequeña.- ¿Que te sucede? ¿Acaso es por ese chico con el que saliste hace poco?.

El rostro de la pequeña se tiño de rojo, poniéndose sumamente nerviosa, volviendo a darle la espalda y continuando su camino.

- N-No, no, no es por ese idiota.

- Me parece que si. ¿Y por que le dices idiota? Cuando te manda flores a la academia no creo que digas lo mismo.

Anette volvió a dar un brinco sonrojándose mas, ahora era claro, alguien la había visto, quizás una maestra o la directora, solo así pudo haberse enterado su madre.

-- ¿Co-Como es que sabes eso? ¿Quien es tu soplón?.

- ¿Soplón? Nadie, estuve yendo toda la semana a la academia para revisar mi catalizador de energía, solo que tu estabas mas castigada que libre, así que no pude verte.

La pequeña brujita volvió otras vez a avergonzarse, su mamá tenia razón, había estado castiga toda la semana, la explosión en la clase de farmacéutica, el agujero negro en la clase de astrología y no podía olvidar el incidente con el dragón del lago mientras volaba en su escoba, "que fracasada" suspiro hacia sus adentros encogiendo su cabeza al nivel de los hombros.

- Vamos Anette, todas fuimos castigadas alguna vez.

- ¿Tu también mamá?.

- No, no, nunca.- La pelirroja observo indignada a su madre.- Pero por ejemplo, tu tía Akko, vivía siendo castigada, y mirala ahora, una talentosa bruja.

- Pero la tía siempre fue talentosa, por algo fue escogida por el Shiny Rod.

-  ¿Y tu tía Diana? Ella no fue elegida por la vara y aun así, fue la bruja elegida como la iluminada por la luna y es una de las mejores exponentes en magia curativa.

- Pero eso es porque es una Cavendish, es obvio que iba a ser la mejor mamá.

Croix ya se estaba cansado, cuando su hija se ponía en negativa era algo imposible convencerla de algo, para su suerte y sin que se dieran cuenta, ya estaban frente al restaurante, donde su amada Ursula las esperaba.

A penas entraron pudieron verla, con su bello pelo rojizo suelto, un tapado color marrón que hacia juego con su clásica vestimenta de maestra que había decorado con una estrella cerca de su corazón, los mismos anteojos que conservaba hace años, hermosa de los pies a la cabeza.

Tenia la mirada perdida en la cartilla, seguramente en la sección de los postres, viendo con cual completaría su plato.

Croix la llamo alegremente, moviendo su mano, mientras Anette corría a abrazarla, apretándola fuerte en sus brazos, una imagen que a la pelimorada le llenaba el corazón, quien diría que después de tantas idas y vueltas, tantos errores y tantos problemas, al fin había podido formar una familia, llena de amor y alegría.

El primer pasoWhere stories live. Discover now