El primer paso

"Un nuevo inicio"

Cada inicio de clases en Luna Nova, era un momento único, donde amigas y compañeras volvían a verse, nuevas metas se eran planteadas y una decena de nuevas alumnas se sumaban a la academia.

Diana lo sabia y este año, como el anterior tenia el honor de dar el discurso de bienvenida, pero a diferencia de aquella vez, ahora tenia un motivo aun mas importante que el honor de su familia para continuar, una razón algo problemática y de pelo castaño que la acompañaba de ahora en mas en su camino.

La rubia volteo a mirarla, Akko hacia un esfuerzo enorme para mantenerse sobre su escoba, en parte, era culpa de ella misma y algo también su culpa, hace mucho tiempo que la castaña no practicaba su vuelo y las veces que lo habían hecho, siempre la rubia la terminaba llevando.

La imagen de Akko luchando para no caerse le causaba gracia, aunque la hacia sentirse mal por reírse, era muy tierna y verla hacer pucheros la hacia aun mas linda.

- ¿De-De que te ríes?.- Pregunto molesta la castaña.

- ¿Yo? No me estoy riendo.

- ¡Si! ¡Te-Te estas riendo de mi, Diana!.

- ¿Y por que me reiría de ti, Akko?.

- ¡Po-Por que soy pésima volando! ¡De eso te ríes!.

- No es por eso, pero volarías mejor si hubieses practicado como te dije.

Akko no contesto, solo se cruzo de brazos inflando sus mejillas en un enorme puchero, pero para su sorpresa, al haber retiro sus manos de la escoba provoco que esta perdiera estabilidad, comenzando a caer rápidamente.

La castaña grito desesperada, mientras intentaba volver a sujetar su escoba. Diana la siguió a toda velocidad, alcanzándola y sujetándola del cuello de su camisa.

Akko suspiro aliviada y comenzó a levantar la mirada hacia su salvadora, estaba dispuesta a recibir cualquier regaño, sabia que lo merecía, pero en cambio, al ver a su rubia amada la encontró sonriendo, de la misma manera que lo hacia antes.

- Gracias, Diana.

- Te lo dije, siempre estaré para salvarte.

Después de unos minutos llegaron al portal, se detuvieron en la entrada, esperando encontrarse a alguna de sus amigas.

La primera en aparecer fue Susy, con su estoica postura, acercándose lentamente en su escoba.

- ¡Susy! ¡Susy!.- Saludo la castaña corriendo a abrazar a su amiga que aun no bajaba de su escoba.

- Ya, Ya, suficiente. No me obligues a convertirte en baba.

- Susy, se que me extrañaste también, no finjas.

- ¿Si digo que si me soltaras?.- Akko asintió con una sonrisa en su rostro.- Esta bien, te extrañe.

- ¡Lo sabia!... Mmmm... ¿Donde esta Lotte?.

- Me dijo que llegaría mas tarde, aun es temprano.

- Eso es raro, siempre viene con nosotras.

- Seguro no quiere cruzarse conmigo.- Interrumpió Barbara, saludándolas.

- ¿Se pelearon?.- Pregunto sorprendida Diana.

- No... No lo se... Esta molesta conmigo... Eso creo.

- Oh, seguro es algo pasajero. Diana y yo peleamos todo el tiempo y miranos, seguimos juntas.

- Akko eso es mentira, no peleamos todo el tiempo.

- Diana, hoy te enojaste porque anoche te deje chupones.

- ¡A-Akko!.- Grito con el rostro rojo la joven Cavendish.