"Conclusiones equivocadas"

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Diana había llegado nuevamente a la academia, aun invadida por las emociones que las dudas y sospechas sobre su madre y su supuesta hermana. No veía la hora de encontrar a Akko, necesitaba de sus abrazos, de sus caricias, mas que nunca, necesitaba de su amor para poder seguir sin quebrarse ese día.


Unos pasos presurosos aproximándose hacia ella llamaron su atención, volteando rápidamente para descubrir de quienes eran.

Amanda corrió con toda prisa rumbo a la torre del reloj, con el rostro sudado y con una expresión de preocupación que llamo la atención de Diana.

- Amanda, no esta permitido correr en los pasillos, estamos en tercer año, no debería de estar recordándotelo.

- ¡Oh Diana! ¿Donde demonios te habías metido?.

- Te dije que iría a la mansión. ¿Que sucede?.

- Akko, llevamos toda la tarde buscándola y no sabemos donde esta.

Diana sintió un nudo en su garganta al oír la noticia de Amanda y solo un nombre vino a su cabeza "Maya".

La heredera de los Cavendish tomo su varita de su cinto, mientras su enojo aumentaba mas  mas con cada paso que daba.

Detrás de ella Amanda caminaba lo mas rápido que podía.

- ¡Di-Diana! No es momento para celos... De-Debemos buscar a Akko.

- Estoy segura que la señorita Clevendine sabe sobre su paradero.

- Diana, no hagas algo estúpido. ¿Es-Esto es por la fotografiá? Deberías calmarte, estas mezclando las cosas.

La rubia se volteo molestar frenando a la americana con su varita colocada en su pecho.

- Si no quieres venir no vengas, no necesito tu ayuda.

Amanda se quedo paralizada, hace tiempo no veía a Diana tan furiosa como lo estaba ahora.

- ¡Mierda! ¡Mierda!... ¿Que hago?.

- Disculpe señora.- Hablo una brujita detrás de ella, haciendo que la americana voltee a verla.- Estamos buscando a Diana, Diana Cavendish o a la maestra Ursula. ¿Sabe donde podríamos encontrarla?.

- ¿¡Me... Me acabas de decir señora, enana!?.- Grito molesta, asustando a las brujitas.- Miren, no tengo tiempo para sus idioteces... Diana va por allá y si la pueden frenar me harían un favor.- Concluyo Amanda dejando a las brujitas solas.

- Vaya carácter tiene esa bruja.

- Supongo que tiene un mal día, Susan.

- ¿Dijo que la que iba por allá, era la tía Diana?.- Pregunto la pelirroja señalando a la bruja que se perdía a lo lejos en el pasillo.

- Si, creo que si.- Contesto Susan, encogiendo los hombros.

- ¿Vas tras ella o vamos por tu mamá?.

- Debemos cuidar a la tía Diana, seria tonto que la dejemos ir.

- Bien, sigamosla, pero tratemos de que no se de cuenta.- Sugirió la pelinegra.

- Si, tienes razón.

- Oigan. ¿Soy la única que se preocupa por Melisa? No sabemos donde esta.

- Tranquila Susan, es la mejor bruja de nuestra generación, no deberíamos preocuparnos por ella, estará bien. Ademas, nuestra prioridad es salvar a su mamá.

Las brujitas avanzaron por el pasillo, siguiendo los pasos de Diana.

- ¿No es por aquí de donde veniamos?.

El primer pasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora