Capítulo 5.- Mentiras y Promesas

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Nota de la autora:

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Nota de la autora:

Este es el capítulo que había quedado pendiente antes de la línea cronológica en donde terminó la primera parte de SyA, la continuación de la charla entre Aira y Ángel, el domingo anterior antes del reencuentro entre Aira y Rodrigo después de dos años y medio . Con esto creo que ya deben quedar bien claras varias cosas, ¿ok?  Sin más los dejo con la lectura ;)

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—¿Ese tipo se metió contigo sabiendo que eras menor de edad y aún así te abandonó a tu suerte? —vociferó.

Ángel estaba hecho un manojo de furia. Tanta era la rabia que lo carcomía que, al ver su reacción, Aira se arrepintió de haber tratado de confesarle parte de su verdad.

—Se ha aprovechado de que no tienes un padre que te defienda, pero no estás sola, me tienes a mí. ¿Lo oíste? ¡Me tienes a mí! Y ahora más que nunca quiero encontrar y encarar a ese tipejo. ¡Me va a escuchar!

—¡Cálmate, por favor! Las cosas no son como las piensas... ¡Él no es malo! No se aprovechó para nada, yo...

—¡¿De qué diablos me estás hablando?! —la interrumpió, exasperado—. ¿Acaso lo estás encubriendo? ¿Acaso lo estás haciendo? —La observó, decepcionado.

Iba a contestarle, pero el insistente bocinazo de los autos que estaban detrás de él le hizo ver que no era hora para ponerse a conversar en esa esquina.

Apretó el acelerador y, un par de calles más allá, viró a la derecha para estacionarse en una esquina, frente a un parque. Quería disponer de un tiempo prudencial, antes de dirigirse a la casa de Aira, para hablar de ese tema que consideraba tan delicado.

—Dime, ¿estás encubriendo al tipo que se metió contigo, te embarazó y luego te abandonó a tu suerte a ti y a Marquitos? ¿Eso es acaso lo que me quieres decir?

—Ángel... —Trató de vocalizar con toda la tranquilidad posible, pero el latir incesante de su corazón, que incluso podía percibirse en sus oídos, le impidió continuar. La angustia recorrió todo su cuerpo, tanto que sus piernas le temblaban.

—Hija, ¡has estado encubriendo a un adulto que cometió un delito!

—Escúchame, por lo que más quieras...

—¡Se aprovechó de ti cuando tan solo tenías quince años! ¡Te violó cuando eras una niña! —habló tan fuerte, que incluso capturó la atención de una familia que a esa hora del día paseaba por el parque—. ¿Es que acaso no te das cuenta, Aira? ¿Te lavó el cerebro o qué?

Ella trató de hacerse explicar, mas no pudo. Ángel seguía soltándole todo un discurso de que el padre de Marquitos, tomando oportunidad de su inocencia y minoría de edad, la había seducido para solo aprovecharse sexualmente de ella, abandonarla a su suerte y lo que menos se merecía era ir a la cárcel por su delito de ‹‹seducción de menores››, previa demanda de alimentos a su familia para tener algún ingreso económico para su hijo. Ella le observó que nadie la había seducido en nada, que había accedido de buena gana porque el chico le gustaba; sin embargo, Ángel le replicó, una y otra vez, que una chiquilla de quince años a esa edad caía rendida al primer tipo que le decía palabras bonitas, y más siendo alguien tan vulnerable como ella por crecer en un hogar carente de amor como el suyo.

Sincronías y Armonías [Saga Ansías 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora