Capítulo 3: Preludios y Compenetraciones [Primera Parte]

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Nota de la autora

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Nota de la autora

En principio, parte de esta charla entre Aira y Rodrigo iba a contarse en un par de capítulos próximos, pero... dado que en el grupo de Facebook me pidieron un extra del epílogo de la primera parte de SyA, vi conveniente juntar lo que tenía pensado para este extra con este capítulo 3, y juntarlo en uno solo, aunque con lo largo que me está saliendo, pues he visto conveniente dividirlo en dos. 

Aunque no se menciona explícitamente, por los diálogos se entiende que esta es la última charla de Rodrigo y Aira, antes de que despidan y de que ella vaya al orfanato a ver a su bebé. 

Sin más, los dejo con la lectura.

***********

—¿Hasta qué hora te puedes quedar?

Aira se hallaba en el dormitorio de Rodrigo, buscando su ropa para cambiarse. El susodicho, luego de su intenso abrazo mientras le pedía que se quedase un rato más todavía, había ido a la cocina muy entusiasmado a prepararle algo para que comiera antes de que se fuera al orfanato. Había sido muy insistente en que debía irse con el estómago lleno, dada la hora transcurrida y que todavía ni siquiera había desayunado.

—Quizá hasta las 2 o 3 pm. El orfanato cierra a las 05:30 pm y ya que me quedaré hasta este fin de semana, pues quiero ir antes de que termine su horario de atención.

A Rodrigo se le encendieron las alertas de alarma.

—¿Vas a faltar al colegio? —preguntó dirigiéndose a su dormitorio de inmediato.

Ella asintió mientras terminaba de colocarse su sostén. Le había hecho gracia encontrar toda su vestimenta, ropa interior incluida, perfectamente doblada y colocada sobre una silla. Aún cuando se encontraran horas antes en pleno relax durante los preludios para entregarse mutuamente, Rodrigo no dejaba su manía de perfecto orden en todo.

—Sí. —Le dio la espalda y se agachó para buscar sus zapatillas. No las encontraba en donde creía haberlas dejado—. ¿En dónde están mis zapatos? ¿Los guardaste en mi mochila? Porque recuerdo que vine descalza, luego me los puse y...

Al verla agacharse, Rodrigo se dio cuenta de que le gustaba el ángulo de visión que tenía delante de sí. Principalmente su vista se posaba siempre en los pechos de ella, cierto, pero ahora, que la veía a horcajadas, en su parte trasera, y solo vestida con su ropa interior, buscando debajo de la cama por sus zapatillas, percibió que aquella vista estimulaba de igual manera a su interior. No obstante, decidió dejar atrás la calentura del momento para encausar su charla a donde le preocupaba:

—No creo conveniente que siempre estés faltando a la escuela, Aira.

La adolescente lo miró, interrogativa.

—He estado viendo tu expediente, y tienes muchas faltas acumuladas para tener solo cinco meses en el año escolar. Es cierto que son justificadas, pero ha habido ocasiones en las que has faltado incluso semanas enteras y...

Sincronías y Armonías [Saga Ansías 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora